"¿Y las mujeres dónde están?". La pregunta se la hizo una señora del público a María Ruiz Hilillo en el centro cultural La Malagueta durante una de sus conferencias. Lo ocurrido animó a la musicóloga junto a su compañera Belén Vega, encargadas de organizar conferencias sobre música clásica en el espacio, a plantear una charla sobre el papel de las mujeres malagueñas en la escena musical del siglo XIX.
El catedrático Francisco Martinez González inició la semana pasada el ciclo La música en la historia con una ponencia sobre la filósofa María Zambrano y la importancia fundamental de la música en su pensamiento. La musicóloga, miembro del claustro del Conservatorio Profesional de Música Manuel Carra, pronunciará una conferencia sobre las artistas en la Málaga sinfónica de la segunda mitad del siglo XX el próximo 2 de marzo.
"Cuando empiezas a trabajar este tema te das cuenta de que no conoces a ninguna mujer. Es el punto de partida. No sabes qué malagueñas, qué mujeres afincadas aquí o qué artistas con una vinculación con la ciudad hacían música en esa época. No aparece ningún nombre", se lamenta la investigadora. Uno de las primeras en aparecer fue Lorenza Correa, una cantante de ópera con una carrera brillante.
"Fue aplaudidísima en los teatros de Madrid, París e Italia, la cuna del canto lírico en aquel momento", destaca Ruiz. La artista incluso inspiró a Rossini una ópera y actuó en el aniversario del nacimiento de Napoleón Bonaparte en el Real Teatro de San Carlo de Nápoles, además de cantar en la Scala de Milán (el olimpo de los cantantes de ópera) y tener una calle en Málaga.
Un libro de historia de la música general española le dedicó por primera vez en 2019 un apartado a Lorenza Correa. "Los manuales son los que transmiten el saber oficial. Es una buenísima noticia. Eso significa una visibilización que hasta ahora se le ha negado", señala orgullosa. La cantante e investigadora Lucía Millán también ha reivindicado y profundizado en su figura más allá de la citada vía.
"Ha presentado un trabajo Fin de Máster sobre tonadilleras y cómicas. Esta visibilización de mujeres en la música está viniendo no sólo desde el ámbito de identificado con la musicología, sino también por parte de intérpretes que quieren saber quiénes le precedieron", recalca.
La mujer, asegura la musicóloga, está muy presente en la música de Málaga sinfónica del siglo XIX. "Su presencia es vista hoy como una presencia silenciosa y oculta. El ámbito del canto fue uno de los primeros en los que la mujer tuvo una presencia pública muy importante", aclara. Aquel siglo las mujeres no eran vistas precisamente como mentes pensantes, ni mucho menos como creadoras.
"No tenemos constancia de ninguna compositora. Hay que seguir buscando. El ámbito de la composición se asociaba a lo intelectual. Según los cánones del género eso va a estar vetado a las mujeres. Se le asignaba el ámbito de la emoción y el hombre el de la razón. Las compositoras lo han tenido y lo sigo teniendo más difícil", reconoce la investigadora, encargada de visibilizar a las mujeres que formaron parte del tejido musical de la Málaga del siglo XIX, muy especialmente de la segunda mitad.
Mientras se documentaba, Ruiz se cruzó por el camino con numerosas pianistas, maestras y cantantes hoy día anónimas. "Quizá no entrarían dentro de esa categoría que tenemos muy asentada de grandes figuras", se lamenta. Al ojear los archivos de la veterana Sociedad Filarmónica de Málaga, fundada en 1969, se encontró con una apabullante presencia de mujeres instrumentistas en los primeros conciertos.
Hijas de la burguesía malagueña
"A los pocos meses de funcionamiento se resaltaba en los periódicos las actuaciones de estas "señoritas", como se referían a ellas entonces en la época. Eran hijas de la burguesía malagueña. Encontramos apellidos como Scholtz, Loring, Grund. A cualquier malagueño o persona que lleve aquí viviendo unos años le suena", relata juguetona.
-¿Sabe de algún caso donde le prohibieron a la artista dejar su actividad artística?
-No hay constancia directa de una aseveración de este tipo como ocurrió con Alma Mahler. Gustav Mahler le dijo cuando se casaron que dos dos músicos en la familia eran demasiados. En España cuando la mujer se casaba debía retirarse de la escena publica y demostrar sus dones musicales en casa.
La investigadora, cuya labor de musicóloga la ha ejercido en los conservatorios superiores de música de Granada y de Málaga, ha llevado a cabo una labor de documentación ingente para llevar a cabo sus estudios. Ruiz se ha tenido que empapar de periódicos, revistas y folletines. He manejado sobre todo documentación administrativa de la Sociedad Filarmónica de Málaga, a quien agradece su amabilidad, y artículos de prensa para conocer la labor de estas mujeres invisibles.
"Mucha documentación estará en manos de las familias. Cuesta acceder a ella o se ha perdido. Eso son fuentes privadas. Se trata de ampliar la perspectiva y llamar la atención acerca de que la historia no sólo la hacen los grandes nombres, sino también las contribuciones individuales que muchas veces simplemente pensamos que son masculinas", admite.
La musicóloga por la Universidad de Granada forma parte del claustro del Conservatorio Profesional de Música Manuel Carra de Málaga. Ha colaborado estrechamente con la Orquesta Filarmónica de Málaga, tanto en la elaboración de programas de mano para sus conciertos de abono como para el Ciclo de Música Contemporánea, del que ha sido coordinadora artística.
Dentro del campo de la musicología, sus intereses abarcan la divulgación, la gestión y la investigación. En este último ámbito profundiza en la relación entre prensa y música, y entre esta e identidad. Ha coeditado el libro Los músicos del 27 (Universidad de Granada, 2010). En la actualidad realiza su tesis doctoral sobre la presencia y el papel de la música en las sociedades burguesas malagueñas del siglo XIX.
La investigadora ha encontrado a fuerza de constancia y mucho trabajo encontrar a ese "ramo de flores armoniosas" y con ellas el pálpito de la vida musical de la capital. "Una ciudad en la que, como en cualquier otra, la música corre a cargo de hombres y mujeres, aunque a ellas, las hayamos olvidado. En nuestra Málaga del XIX también vivieron esas mujeres que incluyeron la música en su cotidianidad. Pero no dejaron huellas en los libros de historia", se lamenta.