Descubre siete museos singulares de la provincia de Málaga
Si la capital es una ciudad de museos, el territorio que la rodea no se queda atrás: desde galerías dedicadas a la gastronomía hasta colecciones donde lo más pequeño se hace fuerte.
4 abril, 2022 05:00Noticias relacionadas
No se puede negar que la apuesta de la ciudad de Málaga por los espacios museísticos haya resultado exitosa. Otra cosa es ya las pegas que le pongamos a si es una oferta real, pensada y con criterio, o una mera acumulación de lugares donde meter cosas que atraigan a los turistas. En cualquier caso, no reseñar lo que ha hecho que Málaga capital se coloque en el mapa de toda aquella persona que guste de viajar sería, sencillamente, una locura.
Los numerosos museos que jalonan la capital se han convertido ya casi en un lugar común, pero no podemos dejar de nombrarlos, así que vamos a coger carrerilla y a recitar los más significativos como la lista de los reyes godos: el Museo Picasso Málaga, el Museo de Málaga, el Centre Pompidou, el Museo Carmen Thyssen, la colección del Museo Ruso, el CAC Málaga, el Museo del Vidrio, el Museo Automovilístico y de la Moda... Nos dejamos unos pocos, eh.
Pero en el resto de la provincia también nos topamos con otras galerías y museos de muy distinta índole, como los dedicados a las diversas gastronomías y de los que ya dimos buena cuenta en EL ESPAÑOL de Málaga. Arqueología, costumbres, colecciones de miniaturas, mariposas… ¡Vamos a listar algunos de los museos de la provincia de lo más curiosos!
Carromato de Max
Empezamos con uno de los museos más singulares habidos y por haber: el Carromato de Max de Mijas Pueblo. ¡Qué afortunada la persona que no conozca este museo de miniaturas! ¡Qué gran sorpresa le aguarda!
Este pequeño museo recoge una original colección de miniaturas cuyo origen se remonta a los viajes de Juan Elegido Millán, un hipnotizador de profesión cuyo nombre artístico era Profesor Max.
La exposición fue inaugurada en 1972, con la presentación de unas 360 piezas en cuya elaboración se emplearon materiales muy diversos, pero corrientes: jabón, tizas, alfileres, cerillas, palillos de dientes, migas de pan, una chincheta… Tan corrientes, vamos, como la cabeza de un señor que fue reducida por la tribu de los jíbaros.
Museo Arqueológico de Estepona
El Museo Arqueológico esteponero alberga evidencias de la multiculturalidad del litoral de Málaga, fruto del contacto entre fenicios y comunidades locales. Así, este museo tiene una buena colección de piezas procedentes de barcos que se hundieron frente a la costa de la localidad.
Los restos más antiguos expuestos se remontan al Paleolítico, y consisten en una serie de útiles tallados en piedra. También podemos contemplar en este espacio testimonios del Neolítico y las edades del Cobre y el Bronce. Destacan, entre los materiales de época fenicia, los procedentes del yacimiento de El Torreón.
Museo de la Ciudad de Vélez-Málaga (MVVEL)
La impronunciable palabra MVVEL es el acrónimo del Museo de la Ciudad de Vélez-Málaga. Inaugurado en 2017, está ubicado en el Hospital Real de San Marcos, institución creada por los Reyes Católicos en 1487 y entregada en el siglo XVII a la orden de San Juan de Dios.
El museo abarca toda la historia de la ciudad, desde la Prehistoria, pasando por su proceso de romanización y su posterior islamización de Vélez-Málaga, por lo que acoge reliquias de yacimientos fenicios destacados de la Axarquía y de otros lugares de la provincia, como el litoral y sus comunidades de interior.
Expone más de 1.700 documentos y piezas arqueológicas y el recorrido se completa con la evolución hasta llegar a la Edad Moderna, a los hechos de la fortificación del litoral contra la piratería y a la modernización de la ciudad a partir del siglo XVIII.
Palacio de Mondragón
El Palacio de Mondragón arropa el Museo Arqueológico de Ronda. Conocido también como Palacio del Marqués de Villasierra, es uno de los monumentos civiles más significativos de la ciudad del Tajo.
Durante los años 80 y principios de los 90 del siglo pasado la Escuela Taller de Ronda acometió las tareas de rehabilitación del edificio y después de este período se instalan las primeras salas del museo.
Será entre los años 2002 y 2006 cuando se monten las salas que hoy en día pueden ser visitadas, y que nos muestran desde la Prehistoria hasta la tardoantigüedad intentando mantener un discurso didáctico e interactivo que lo hace muy atractivo e interesante.
Cuenta la leyenda que fue residencia del rey Abbel Malik, hijo del sultán de Marruecos Abul Asan. Sin embargo, en época cristiana sería objeto de obras muy importantes. Por ello, se compone de dos zonas bien definidas: la mudéjar y la renacentista.
Museo de la Ciudad de Antequera (MVCA)
El MVCA o Museo de la Ciudad de Antequera está ubicado en la plaza del Coso Viejo y tiene su origen en el Museo Arqueológico Municipal que en 1908 creó el arqueólogo Rodrigo Amador de los Ríos. Su instalación primera se hizo en uno de los corredores bajos del Palacio Municipal, donde a lo largo de más de cincuenta años se fue reuniendo una importante colección de piezas de valor histórico, la mayoría de ellas de época romana.
Durante los años 2009 a 2011 acometieron las obras de ampliación y mejora del museo que, desde su reapertura, pasó a denominarse Museo de la Ciudad de Antequera. Estas obras han supuesto la rehabilitación del antiguo palacio de Nájera y la construcción de dos edificios anexos de nueva planta.
El conjunto resultante suma un total de unos 5.000 metros cuadrados construidos, de los que la mitad se dedican a salas expositivas, convirtiéndose en uno de los museos más importantes de Andalucía en el ámbito municipal.
Museo municipal de Álora
Encontramos el Museo municipal de Álora en un edificio mudéjar del siglo XVI cuyo primer uso fue la capilla del desaparecido Hospital de San Sebastián.
Por tanto, de pequeñas dimensiones, en su única sala conviven dos exposiciones: la de monedas y billetes, con la arqueológica e histórica.
Un impresionante conjunto de ánforas íberas de los siglos III al II a. C., una talla del Dios Mercurio y una urna cineraria de vidrio, ambas de la etapa romana, son consideradas las piezas estrella de este espacio.
Mariposario de Benalmádena
Vale, este no es un museo propiamente dicho, pero por aquí somos muy fans de este espacio que, bien pensado, supone un museo con obras de arte vivas (qué bien traído, ¿eh?).
Encontramos el Mariposario de Benalmádena junto a la estupa budista de la localidad y, como su nombre deja a las claras, es un recinto que reúne más de 1.500 mariposas y polillas de todo el mundo para que revoloteen por tu cara.
Es un hábitat tropical, así que prepárate para un ambiente pegajoso y húmedo, los de pelo rizado saldrán como uno de los Jackson Five, que merece la pena soportar porque la visita acaba con más fotografías y más coloridas de las que tu cuenta de Instagram será capaz de soportar.