Málaga

Viridiana de Luis Buñuel se ha convertido en un clásico del cine español. La primera película rodada por el genio surrealista en España tras su exilio se mofaba de la religión católica y la caridad cristiana, algo que también hizo Berlanga en Plácido ese mismo año. Aquel gol al franquismo con un viejo hidalgo y una aspirante a monja como protagonistas acabó ganando la primera (y única) Palma de Oro de Cannes.

Sin embargo, su contenido enfadó a medios como L'Osservatore Romano. El periódico oficial del Vaticano la calificó de "blasfema" y llegó a pedir la excomunión del equipo en un artículo. Las autoridades franquistas, lejos de admitir su error, negaron su existencia como película española y prohibieron su exhibición. De hecho, no pudo verse en nuestro país hasta 16 años después de su estreno. 

La Filmoteca de Andalucía proyectará la película, que compartió estatuilla con la francesa Una larga ausencia, este martes en el Teatro Cánovas. La proyección será a las 20:00 con entrada libre hasta completar aforo. La actriz mexicana Silvia Pinal y los españoles Fernando Rey y Francisco Rabal interpretan los papeles principales de esta particular adaptación de la novela Halma de Pérez Galdós. 

El cineasta levantó ampollas entre los republicanos españoles en el exilio cuando decidió rodar la película en el país. El incidente reivindicó la figura de Buñuel ante sus críticos y convirtió a Viridiana en una más de las películas prohibidas de este combativo cineasta. De hecho, fue elegida mejor película española de todos los tiempos en una encuesta realizada por la revista Caimán en 2016 donde participaron 350 especialistas. 

Sinopsis

Don Jaime, viejo hidalgo español, vive retirado en una hacienda abandonada desde la muerte de su esposa, ocurrida hace treinta años, el mismo día de la boda. Allí recibe la visita de su sobrina Viridiana, novicia en un convento, que se parece extraordinariamente a su mujer y viene a despedirse de su tío antes de profesar definitivamente.

Ante un parecido tal, Don Jaime se obsesiona con ella. La adormece e intenta violarla, pero finalmente no se atreve. Posteriormente, intenta retenerla cuando ella quiere volver al convento; le miente diciéndole que ya no podrá profesar monja, porque la ha poseído mientras dormía. Esto aleja aún más a Viridiana de su tío, quien, tras la marcha de ésta, se suicida. 

Viridiana, que se siente culpable de la muerte de su tío, renuncia a ser monja y se queda en la mansión a practicar la caridad cristiana, acogiendo a un grupo de vagabundos, a quienes brinda refugio y alimento pero que son, a fin de cuentas, quienes la atacarán y robarán. La llegada de Jorge, encarnado por Francisco Rabal, hijo natural de don Jaime, cambiará definitivamente el destino de la joven

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