Maurice Rossell estuvo en los campos de concentración de Auschwitz y de Theresiendstadt como observador. El oficial suizo de la Cruz Roja los visitó en plena Segunda Guerra Mundial. Los nazis organizaron cuidadosamente cada visita para que no viera el infierno que escondían estos lugares de exterminación humana. Rossel elaboró un informe positivo sobre el trato dado a los prisioneros de guerra.
Antonio de la Torre se ha puesto en la piel del personaje en su vuelta a los escenarios de teatro con la obra Un hombre de paso, cuyo estreno está previsto en el Teatro Cervantes de Málaga este domingo. El director de cine Manuel Martín Cuenca dirige al actor y viejo amigo malagueño, a María Morales y a Juan Carlos Villanueva en la puesta en escena de esta reveladora pieza.
Felipe Vega ha adaptado para las tablas el documental de Claude Lanzmann Un vivant qui passe, centrado en la figura de Rossell, aquel oficial suizo de la Cruz Roja se dejó engañar por los oficiales de la SS. Anna, una periodista italiana, quiere descubrir qué pasó de verdad.
De la Torre ha asegurado en varias entrevistas que la creación artística en la que cree es la que se basa en la más primaria, alejada de presupuestos intelectuales y sustentada en "alma, pasión, carne y si hace falta deseo y sexo en el escenario" y que cuando interpreta a un personaje siempre piensa "qué haría Antonio de la Torre en esa situación".
A diferencia de lo que sucede en el cine, De la Torre ha reconocido que en cada función van a "saltar al vacío" y que el del teatro "es un oficio inaprensible, de vivir el momento, como el agua que se te escapa de las manos".
Un hombre de paso trata, según recoge Efe, de cuando se mira para otro lado y se evade la responsabilidad, de ahí que el actor Juan Carlos Villanueva haya declarado que se daría por satisfecho con que sólo uno de los asistentes a cada función aprehendiera ese mensaje y las consecuencias que puede tener que una sociedad entera, en determinados momentos históricos, pueda desentenderse de un horror que casi puede tocar.
El Teatro Cervantes también tiene programado este mes de junio la obra Decadencia, dirigida por Pedro Casablanc dirigiendo y protagonizando junto a Maru Valdivielso. Benjamín Prado ha adaptado la ácida comedia sobre la alta sociedad del dramaturgo, actor y director Steven Berkoff. El sábado se verá en Málaga una obra "cáustica, provocadora, que persigue al público, lo acorrala y a menudo le obliga a reír por no llorar", en palabras de su adaptador.
Muestra en escena a dos parejas formadas por tres aristócratas y un vividor, unos personajes clasistas y racistas, frívolos y desalmados, hipócritas y banales, unos depredadores sin principios ni límites, aunque con miedo a que los miserables a quienes desprecian se junten y los ataquen.
El Cervantes acogerá a continuación cuatro funciones de la versión española de La función que sale mal el jueves 9 y viernes 10 de junio a las 20:00 y el sábado 11 a las 18:00 y 21_00; una comedia para todos los públicos mezcla entre Monty Python y Sherlock Holmes.
El espectáculo ganó el Premio Olivier a mejor comedia, el más prestigioso galardón en el teatro británico, en 2015. También recibió el Broadway World 2017 al mejor Estreno, mejor dirección y mejor diseño de sonido; Tony 2017 al mejor diseño de escenario. El éxito fue rotundo en el West End de Londres tras alcanzar los ocho millones de espectadores tras su estreno en 2012.
El cartel espacio cultural en la primera parte de este mes incluye el estreno de ¡Tempestad! (La comedia), en la clausura de la primera edición de Manquita, primer Festival de Teatro Inclusivo.
La Compañía de Teatro Inclusivo Antonio Zafra monta esta nueva producción de la versión de Pablo Bujalance del texto de Shakespeare, un abordaje que parte de la premisa de un espectáculo inclusivo y que quiere devolver al Bardo de Avon a la posición "que le corresponde: la de un teatro para todos", afirma el escritor y periodista.
Asimismo, incluye un programa doble de zarzuela con Agua, azucarillos y aguardiente y La Gran Vía, a cargo de Teatro Lírico Andaluz, que volverá el 6 de julio al Teatro Cervantes con la zarzuela La canción del olvido, pieza de José Serrano que entronca con la tendencia a la sofisticación del género de principios del XX (20.00 horas, entre 10 y 25 euros).
Este mes también habrá tres conciertos consecutivos de Pablo Alborán, los días 20, 21 y 22; y las primeras actuaciones de Terral, con Toquinho (24), Ana Moura (25), Omar Faruk Tekbilek (26), Fatoumata Diawara (28) y Puerto Candelaria (29), han informado desde el teatro a través de un comunicado.
El segundo espacio escénico municipal, el Teatro Echegaray, acogerá entre el 13 y el 17 de junio las cinco últimas funciones de la aventura futurista y transhumanista de Código Edipo, cuyas fechas inicialmente previstas se tuvieron que aplazar por motivos de salud. Después, se dará paso a la música, en este caso con Tango Málaga 2022, que tiene previstas dos sesiones los días 18 y 19.
Angélica Gómez indaga sobre el libre albedrío ambientando el mito de Edipo en un futuro indeterminado, un mundo de cyborgs, androides, humanos, algoritmos y big data en el que se desenvuelve la trama de la tragedia griega. La propuesta de la autora y directora para Factoría Echegaray, Código Edipo, revisa la leyenda del rey de Tebas desde un prisma transhumanista, cibernético y futurista.