Málaga

Àngel Llàcer (Barcelona, 1974) es toda una institución de los musicales. El director teatral ha formado junto a Manu Guix un tándem excepcional que ha dado a luz grandes espectáculos como Cantando bajo la lluvia y La jaula de las locas. Esta última, una divertida y soberbia adaptación de la comedia de Broadway, llega al Teatro Cervantes de Málaga después de ser ovacionado por 300.000 personas. 

El montaje arranca cuando la apacible vida de pareja de Albin y Georges se ve alterada por una inesperada noticia. El hijo de Georges se va a casar con la hija de un diputado ultraconservador y acérrimo defensor de los valores tradicionales (casualmente muy parecido físicamente a Santiago Abascal). El encuentro entre dos familias tan distintas desata una hilarante comedia llena de amor y de situaciones delirantes.

El musical, inspirado en la obra teatral homónima de Jean Poiret, cuenta con nueve premios Tony, se ha representado por todo el mundo ininterrumpidamente desde su estreno en 1983. El intérprete catalán encabeza junto al actor Iván Labanda (Barcelona, 1980) este necesario canto a la libertad y a ser uno mismo en el Teatro Cervantes hasta el próximo 31 de julio.

Àngel Llàcer e Iván Labanda. Amparo García

Labanda (Barcelona, 1980), conocido por sus imitaciones en Polònia y Crackòvia, lo define como un espectáculo "divertido" y "una maravilla" donde lo pasan muy bien haciéndola. "Es el máximo exponente de la comunión que se da en el teatro entre el público y lo que pasa sobre el escenario", reconoce durante una entrevista con EL ESPAÑOL de Málaga antes de su estreno.

"Van a ser tan felices después. Me da una alegría esto. Esta obra es una excusa para explicar que cada uno debe ser como es. La gente se piensa que soy muy frívolo. A mí me gusta divertirme y desde la diversión explico cosas. He venido a esta vida a reírme", celebra Llàcer al otro lado del teléfono una vez ya instalado en la ciudad.

¿Cómo se preparan para un día de estreno? ¿Son supersticiosos?

Àngel Llàcer: He empezado perdiendo las llaves de casa. El día sólo puede mejorar. Soy muy metódico, además de capricornio (ríe). 

Iván Labanda: No soy muy supersticioso. Todos tenemos nuestros rituales. Tiene más que ver con hacer la función que con la suerte. Llevamos haciendo tanto tiempo esta obra que no hacen falta supersticiones.

La jaula de las locas es un canto a la libertad y anima a quererse a uno mismo. ¿Se han sentido siempre muy libres o todo lo contrario?

A: Siempre me he sentido muy libre con todo lo que he hecho. La única vez que he tenido que enfrentarme a algo fue cuando le conté a mis padres que quería ser actor. Es la única vez que he tenido que reivindicar algo. "¡Yo soy actor!", les dije. Siempre he hecho lo que me ha dado la gana. Todo el mundo es libre de hacer lo que quiera. El problema son las personas que quieren cohartar la libertad de los demás o no te dejan hacer lo que tú quieres. ¿Qué más les dará? Mientras no haga daño a nadie. Esto es como meterse en la vida de los demás. Nunca lo he entendido.

I: Me siento identificado con Àngel. Siempre me he sentido libre y afortunadamente he podido ser quien soy. Es lo que defendemos en la función y es algo que a día de hoy lamentablemente no pasa tan a menudo como debería. Esta obra es muy importante ahora. Recordar estos mensajes y animar a la gente a que defienda su propia forma de ser es clave en estos momentos.

Àngel Llàcer. Amparo García

Vivimos tiempos donde un partido como Vox pide especialistas en la sanidad pública para ayudar a los gais que tengan dudas o donde se llevan a cabo terapias de reconversión LGTBI... 

I: Alucino un poco la verdad. Aparentemente parece que avanzamos, pero en realidad damos un paso hacia delante y otros cuantos para atrás. No me deja de sorprender siempre que leo este tipo de noticias que esto esté pasando a día de hoy. Entiendo que es fruto del momento que estamos viviendo a nivel histórico y que las cosas se están polarizando. Las luchas de ideas son cada vez más extremas. ¿Qué mal hay en que la gente pueda ser como es? ¿Qué mal hay en que la gente respete al otro sin invadirle? ¿Qué mal hay en que podamos vivir nuestra vida? Es algo tan fundamental que siempre que leo estas cosas me sobrecoge. No lo acabo de entender no ya como miembro de la sociedad sino como ser humano. 

A: A mí me preocupa también la gente que los vota. 

Hay gente que no está a favor del matrimonio igualitario. ¿Podrían venir a La jaula de las locas, no?

A: No, no. Mejor que no vengan. ¿Para que van a venir? Quiero que venga gente que tenga ganas de reírse, de pasárselo bien y de compartir un rato de felicidad y de amor con sus seres queridos. No tengo ganas de explicarle nada a nadie ni de dar lecciones. Que cada uno piense cómo le de la gana. Uno de derechas que está en contra del matrimonio gay que no venga. A mí me da igual. No voy a ser yo quien le diga cómo tiene que pensar.

I: El teatro es una experiencia transformadora. Todo el mundo debe ir a uno. Lo mismo se planta alguna semillita interesante que tiene la oportunidad de crecer. Igual sería muy raro. La gente que tiene la tendencia de pensar así no generalmente cambia. Son convicciones muy férreas por desgracia. Pero nunca se sabe. La esperanza es lo último que se pierde.

Un instante de 'La jaula de las locas'. Amparo García

El hijo de uno de los protagonistas se va a casar con la hija de un diputado ultraconservador y defensor de los valores más tradicionales de la familia. ¿Cómo se desarma a una persona así? ¿Con una buena dosis de humor?

A: Con el amor. Todas estas personas están así porque no viven en primera persona estas situaciones. Y obviamente el humor es fundamental. En esta obra te meas de risa. El conflicto es gracioso. 

I: Sí. El humor es la mejor arma para abordar cualquier tema y funciona como una válvula de escape maravillosa. Esta obra llega directamente al estómago y al corazón del espectador. En estos tiempos tan apretaos donde todos tenemos tantos problemas y estamos sometidos a una pandemia, una guerra, una recesión y la sombra de otras cosas no nos debe faltar. El humor es lo que nos salva.

Hablamos de personas de ultraderecha que rechazan a los homosexuales, pero también hay gais muy misóginos y plumófobos. ¿Ha conocido alguno con este perfil en su vida?

I: De una forma u otra siempre te acabas cruzando con gente así. Uno debe ser hábil para esquivarlos. Este tipo de gente no me interesa. No sé a quién le puede interesar. A mí desde luego no. Algunos intentan de forma cómplice tirar por esa vía. Yo huyo rápidamente. 

La obra habla sobre la valentía de nadar a contracorriente en un mundo que impone comportamientos estándar para todo el mundo. ¿La palabra normal debería estar prohibida?

A: Normal no hay nada en la vida. A mí me gusta que cada uno sea como es. Ahí está la gracia de ser un individuo único. Estoy pensando en la aplicación de ligar esta (Tinder). La abres y casi siempre puedes identificar a una persona en un grupo determinado. Lo difícil es encontrar a alguien que se salga de los estándares.

I: Exacto. ¿Qué es lo normal? ¿Qué es lo que no es normal? De eso precisamente habla la obra, de respetar la libertad individual y colectiva.

Un instante de 'La jaula de las locas'.

¿Cómo de sacrificado es ser actor de musical? 

I: Mucho. El musical a nivel actoral es de las disciplinas más duras. Ya no sólo por la preparación, sino por la dedicación y la renuncia a muchas cosas. Cuando haces musicales dejas a un lado prácticamente toda la vida social. Dejas de ver a amigos y de tener días libres. Debes cuidarte mucho. Exige un entrenamiento físico bastante bestia. Justo antes de esta obra hice de protagonista en Cantando bajo la lluvia en Barcelona y no tuve verano el año pasado. Aún así, es algo tremendamente vocaciones y no puedes dejar de verlo. El teatro es el gimnasio del actor, lo que te mantiene en forma y vivo. El musical reúne tantas disciplinas como el canto, la interpretación y la danza que necesita de una entrega total por parte del artista. 

A: Es lo más sacrificado del mundo. Te levantas por la mañana calentando la voz, tomándote una infusión, haciendo deporte. No puedes comer y beber en exceso. Es como ser un deportista de élite. 

A este espectáculo viene uno a divertirse. ¿Qué cosas en la vida les parecen soberanamente aburridas?

I: Ostras (ríe). Me parece aburrido la inacción. Podemos hacer tantas cosas en la vida y la gente que no sabe qué hacer me parece muy aburrido. 

A: Los bautizos. La persona que la bautizan no se entera de nada (ríe). Celebrar me gusta. Los videojuegos tampoco me gustan. Prefiero la calle a la realidad virtual p la pantallita. A mí me gusta la gente y hacerla reír.

Un instante de 'La jaula de las locas'. Amparo García

"Meter la pata ya forma parte de mi personaje y de mi show", dice Àngel en una entrevista. ¿En la vida no debemos tomarnos muy en serio?

A: Tomarse a uno en serio es fatal. A mí lo que me gusta es reírme de mí mismo y de los demás. Nunca me he tomado en serio. Por eso la gente a veces se pregunta qué soy. Como siempre hago y digo lo que me da la gana, muchas veces creo incomodidad. Si la cago, la cago. No me doy importancia con nada de lo que hago. Ni eres una mierda porque las cosas te salgan bien, ni eres el mejor porque te salgan bien. Nada es tan importante. Salvo la salud. Las personas mayores siempre acabamos hablando de la salud. 

I: Totalmente. Y más en los tiempos que corren. Es muy fácil poner un foco excesivo sobre las cosas y enseguida perder la perspectiva. Muchas veces nos tomamos demasiado en serio a nosotros mismos. Es tan aburrido eso (ríe). Lo más inteligente es coger perspectiva y poner humor a las cosas.

Muchos os recuerdan por vuestro paso por la academia de Operación Triunfo.

A: Hablamos de algo que ocurrió hace 20 años. Debemos superar esa primera edición (ríe). Era mi primer contacto con la televisión a lo grande. La gente te conocía por la calle. Sabías que formabas parte de un gran hito de la historia de la televisión española. Siento mucho orgullo por ello.

I: El otro día lo pensaba. Es una experiencia que te cambia. La dedicación es máxima. Allí he visto lo útil que puedo llegar a ser. Me sentía tan útil ayudando a los concursantes. He seguido teniendo contacto con ellos. El hecho de ver que han aprendido cosas y que les han servido no sólo dentro del programa sino fuera. Eso me hace súper feliz.

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