La Cañeta, siete décadas de fulgurante carrera: de conquistar Japón a ser amiga de Rocío Jurado

María Teresa Sánchez Campos, más conocida como La Cañeta de Málaga, atesora una larga y fructífera carrera como cantaora. Esta hija legítima de La Pirula ya bailaba con 13 años con el cuadro de los Vargas en El Refugio y El Pimpi. Su voz encandiló al público de los tablaos madrileños. Fue amiga de La Paquera de Jerez, Lola Flores y Camarón de la Isla. La mismísima Rocío Jurado era fan de ella. Conquistó Japón en un año y estuvo de gira por Estados Unidos y Latinoamérica.

El gestor cultural Paco Roji, el flamencólogo Ramón Soler y el productor Andrés Varea han preparado un espectáculo en su honor. El Teatro Cervantes estrenará Honores a La Cañeta de Málaga el 16 de octubre con motivo de los más de 70 años de trayectoria de la artista. "Lo pensamos los tres en enero. A principios de febrero nos acercamos a Marbella para proponérselo. Le gustó mucho la idea. Es un recocimiento necesario. No se le ha hecho nada a sus 86 años", señala Roji.

El gestor cultural y Varea ya han coincidido antes preparando montajes como Señorialmente. Homenaje a Carrete de Málaga. "Será un espectáculo distinto y dinámico. Habrá escenas muy chulas para que la gente esté entretenida, piano y vídeo. La idea es que la gente lo pase bien", explica Roji sobre el homenaje de dos horas y media donde actuará La Cañeta (seguramente en el fin de fiesta). 

Al inicio de su carrera. Archivo Paco Roji

Carrete encabezará el homenaje donde Enrique El Extremeño, Juan José Amador, Remache, Pinto Cortés, Remedios Amaya, Cancanilla de Málaga, Antonio El Álvarez, Amparo Heredia, Israel Fernández y Manuel de La Josefa están al cante; Pepe Habichuela, Chaparro de Málaga, Juani Santiago, Antonio Soto, Luis El Salao y Rubén Lara a la guitarra; La Farruca y Luisa Chicano al baile; Kiko Tiriri, Juan Laiker y Fernando Santiago a las palmas; Juanma El Canastero a la percusión; y  Carmen G. Jara al piano.

El apasionado del flamenco y enciclopedia musical de la ciudad, además de biógrafo de la propia Cañeta, habla con auténtico entusiasmo de sus 70 años de carrera. "Ella sigue cantando y bailando, lo lleva en la sangre", asegura. Con cinco años ya iba como público a festivales donde actuaba su madre, conocida como La Pirula. A los 10 se empapaba de cantes y bailes en reuniones familiares y fiestas flamencas.

La artista empezó actuando con el cuadro de los Vargas en famosos tablaos malagueños como El Refugio y El Pimpi. Allí estarían también La Repompa y Chiquito de la Calzada. "Conoció a su marido, el cantaor José Salazar, a finales de los años 50. Él le animó a cantar y le dijo a la casa de discos Zafiro que la que tenía que cantar era ella en vez de él porque lo hacía muy bien", recuerda Roji.

En aquellos primeros trabajos recogió los cantes de su madre, propios de El Perchel, como las bulerías o los tangos. "Le da a todo. Canta por seguiriyas, soleás, fandangos y alegrías. Su sello son las bulerías de su madre, de la Pirula. En ellas hay letras muy graciosas. 'Si no te pones en la foto no vas a salir bien'. Ella trabaja con lo que había antes en ese barrio: esa necesidad, esa guasa", explica.

La Cañeta empieza su carrera en una Málaga "muy dura de posguerra en barrios tan delicados como El Perchel", precisa Roji. "Había mucha necesidad, mucha miseria y mucha hambre. Algunos se ganaban la vida bailando y pidiendo en las calles", rememora.

Su lugar en la historia del flamenco

Para Roji, la artista es "la cantaora malagueña más destacada de los últimos 50 años en los palos de fiesta" y "una persona que lo ha dado todo por el flamenco". "Ha destacado en todos los tablaos de Madrid, ha viajado muchísimo, estuvo de gira con Gades en Nueva York y recorrió toda Latinoamérica. Estuvo con Pepe Habichuela un año en Japón", recalca. 

Un anuncio de un tablao que abrió con su marido. Archivo Paco Roji

El gestor cultural también destaca "lo mucho que trabajó". "En los años 70 con el auge de los tablaos montó un par de ellos en Marbella y hasta muy poco tuvo uno funcionando. Montó un bar tablao mientras vivió en Madrid con su nombre. Fue una mujer muy luchadora que llevó para adelante sus negocios y sus niños", subraya. Además, se convirtió en amiga y confidente de los mejores artistas de la época como la Paquera, Lola Flores y Camarón de la Isla. "La misma Rocío Jurado era fan de ella", asegura. 

Cuando actuaba en Madrid siempre tenía una facilidad innata para coger canciones de moda y adaptarlas a la bulería. "Se habla de que Julio Iglesias estaba a punto de estrenar Gwendolyne en Eurovisión y esa misma noche ya la estaba cantando en el tablao. El pobre Miguel lo grabó en 1959 por rumba. Cuarenta años después Triana Pura saltó a la fama interpretándola. Ella siempre ha sido una adelantada a su época. Incluso cantó boleros", relata.

Entre los reconocimientos a su espléndida carrera hay una calle con su nombre en Marbella, al lado de su residencia actual, y una placa recordándola en El Perchel, al lado del Conservatorio de Danza.

Homenaje en Ojén

El municipio malagueño de Ojén celebrará este sábado por la noche la 47 edición del Festival Castillo del Cante, que homenajeará a la cantaora. Como cada año, el patio del CEIP Los Llanos de la localidad malagueña se llenará, con hasta 800 sillas, para disfrutar de un festival que ya ha vendido todas sus entradas.

José Antonio Gómez, alcalde de Ojén, ha explicado en la presentación del Castillo del Cante es este año "un homenaje a María Teresa Sánchez, La Cañeta de Málaga, a su trayectoria y vida profesional". También ha destacado la organización de actividades en torno al festival desde el uno al seis de agosto, con actuaciones gratuitas y una exposición de fotografías dedicada a La Cañeta, "quien ha pasado por todos los sitios del mundo llevando su arte y el nombre de esta provincia de escenario en escenario".

La propia artista ha relatado que en todos sus viajes dejaba muy claro "que yo soy La Cañeta de Málaga" y ha mostrado su satisfacción y agradecimiento por dedicar este año a ella este Festival Castillo del Cante.