Málaga

"Nunca vas a entender que lo que hago es música. Lo más importante es la attitude (actitud). No es una cosa que te pueda explicar, es una cosa que se vive. Tiene que ver con la anarquía". Así definía Paloma Romero (Melilla, 1954) el punk en 1977 cuando un periodista de Televisión España le abordó en Londres. La joven criada en Málaga lucía pelo deshilachado en la entrevista y no se cortaba en afirmar que iría así vestida en España. "Y si nos les gusta se reirán. ¡Pues qué imbéciles!", exclamó.

La malagueña formó parte del movimiento con el No future como lema y el Do it yourself (hazlo tú mismo) como filosofía. "Ocupa un lugar raro en el buen sentido. Para un aficionado a la música lo primero que le llama la atención es que una española de la época acabara allí metida. Ella estuvo en primerísima fila viendo cómo iba tomando forma el punk en Inglaterra. Sólo por eso tiene un relato muy importante que contar", asegura el periodista musical Fran G. Matute.

Romero aterrizó en la ciudad a orillas del río Támesis con 18 años, 100 libras en la cartera y nulas nociones de inglés. No entendía ni una sola palabra cuando le preguntaban aquello de "Hello. How are you?". Su primera Navidad (la de 1972) la pasó muy triste y echando de menos a su familia. Finalmente decidió volver a la España represiva y franquista de entonces para pasar un año estudiando.

Su segundo intento, en 1974, sí fue fructífero. Su hermana Esperanza y su cuñado Richard Dudanski, batería entonces de The 101ers, la acogieron con los brazos abiertos. "Con mis amigos okupas, muchos músicos, fotógrafos y artistas en ciernes entre ellos, llevábamos una existencia precaria pero respiramos una atmósfera de gran impulso creativo y libertad para seguir nuestros sueños", recuerda Esperanza en un texto de su página web.

Paloma llegó varios años antes de 1977, el año de la explosión punk, a Londres. Su hermana y Dudanski la introdujeron en la cultura squat (okupa). La malagueña lo recuerda como unos años "increíbles" durante una entrevista en el canal Women of Rock Oral History Project. "Le dije a mi madre que me había instalado en una comuna. Tenía claro que no quería vivir bajo una dictadura", recuerda.

Matute señala que en los últimos años se ha publicado bastante literatura sobre este movimiento contracultural posthippie. "Mantenía esa filosofía hippie de compartir espacios, de crear una comunidad y okupar espacios. Aquello por las fotos que se ven de la época era muy cutre y vivían de manera muy precaria", reconoce el profesor. Dudanski (101ers) acabaría publicando un muy recomendable relato de aquellos días titulado Londres Ciudad Okupada.

Un flechazo con Joe Strummer

Las dos hermanas acostumbraban a poner vinilos de cantautores españoles antifranquistas como Paco Ibáñez en la casa okupa donde vivían. Allí conoció a un tal Woody Mellor, amigo de Dudanski y cantante The 101ers, del que se enamoró. Bajo ese alias inspirado en Woody Guthrie se escondía la identidad de Joe Strummer, futuro miembro fundador de la icónica banda de punk The Clash.

Paloma y Joe fueron pareja al menos dos años. "Yo le preguntaba: "¿Para qué quieres ser famoso?". Me gustaba que tuviera ambiciones propias", reconoce la malagueña en varias entrevistas donde recuerda que tocaba Gloria mejor que Van Morrison e insiste en alabar el rythm'n'blues "fantástico" que hacía. Aquella relación inspiraría al músico el tema Keys to Your Heart de 101ers.

"Ella dice que innegablemente tuvo que ver que se conocieran con el creciente interés de Strummer en España y su cultura. No lo niego. No me parece tan raro. Lorca era un poeta muy conocido entonces, al igual que la Guerra Civil española. Creo que dependía del interés de Joe Strummer por España y por lo que había pasado en el siglo XX. Conocerla le animaría más", sostiene Matute.

Strummer llegó a dedicarle la canción Spanish bombs, del inolvidable disco London Calling, a Lorca donde se le escucha cantar en un tímido español "yo te quiero infinito, oh ma corazón". Su pasión por nuestro país le llevaría a vivir en Granada en los años 80. Incluso fue a Víznar, pico y pala en mano, con la intención de encontrar el cadáver del poeta. Le acompañaría en esa aventura por los campos de olivos su gran amigo, confidente y periodista cultural Jesús Arias.

Flowers of romance

Paloma formó parte del primer grupo formado por Sid Vicious antes de ser bajista de los Sex Pistols, otra de las bandas emblemáticas de la primera ola del punk. "Flowers of romance es el primer grupo que monta Sid. Fue muy efímero. Durarían tres o cuatro ensayos. En los libros del punk aparece como conjunto seminal del punk. Hay mucha leyenda de por medio", señala el periodista musical.

La artista Viv Albertine hace una primera mención a Paloma en sus memorias Ropa música chicos (Alfaguara, 2014) cuando habla del nacimiento de Flowers of romance: "A Sid le gusta la idea de que el grupo esté compuesto por chicas. Le digo que conozco a una chica que se llama Sara Hall que sabe tocar un poco el bajo, y a la novia de Joe Strummer, una española que se llama Paloma y que toca la batería".

"Sid, Palmolive, Sarah y yo, todos vivimos de okupas en diferentes barrios de Londres y ninguno tiene teléfono. [...] Palmolive vive en la casa okupada de Joe en Orsett Terrace, Westbourne Grove", continúa. Albertine también explica el origen de su apodo: "A Paul Simonon le resulta imposible pronunciar su nombre así que la llama Palmolive y ahora todo el mundo la llama así".

Vicious intenta acostarse con Paloma y viendo la tajante negativa arremete contra ella en cada ensayo. Le decía que odiaba a los negros y vestía con camisetas donde aparece la esvástica sólo para provocarla. "Estaba decepcionada. Me sentía identificada con el punk y las posibilidades de esa música. Eso no era libertad. Así que me dije: "Voy a formar mi propio grupo y no me voy a asociar más con ese chico rarito", cuenta en varias entrevistas.

The Slits

Paloma llegó a formar parte de grupos seminales de punk como The Slits (Las Rajas), una de las pocas bandas formadas por mujeres en medio de la primera y masculina ola de punk inglés donde coincidió otra vez con Albertine. Ella la recuerda en 1977 con "sus chispeantes ojos españoles, piel morena y un precioso rostro en forma de corazón enmarcado por una corta melena color caoba".

El grupo ensayaba en una casa okupa en Daventry Street, en el oeste de Londres. "Las paredes estaban cubiertas con cartones de huevo y en uno de los rincones habían colocado un colchón húmedo y apestoso en un pobre intento de amortiguar el sonido. En el suelo había algunas alfombras vetustas hechas jirones, dos amplificadores y una batería. Para mantener silenciada el pedal de la batería de Palmolive habían apoyado sobre él dos ladrillos envueltos en una toalla vieja", hace memoria Viv en su libro Ropa música chicos.

Feminismo

Paloma no sólo encandila por su belleza o su forma de ser. También defiende la lucha feminista en no pocas ocasiones en una época de testosterona y agresividad. "En un determinado momento se produce una discusión porque le digo a Palmolive que debería ponerse sostén cuando toca. Aporrea la batería con tan desenfreno que las tetas le saltan de un modo exagerado. Me responde que es una persona libre y que ella es así. Afirma que no llevar sujetador refleja una actitud más feminista que llevarlo", escribe Albertine. 

"Nadie nos va a tomar en serio si la gente no puede quitar los ojos de tus tetas. No queremos que el público venga a vernos por esa razón", le dice. Ya sé que Palmolive es salvaje e indómita, que no lo hace por una cuestión sexual, pero la mayoría de gente no ha visto jamás a una chica tocando la batería y en lugar de pensar lo bueno que es, están fascinados viendo cómo le botan las tetas", reprocha.

Sesión con John Peel

Paloma juega un papel importante en las Slits al componer y escribir las letras de gran parte de su cancionero. Incluso graban una sesión de radio con el periodista John Peel para la BBC en 1977. "Me sorprende la ferocidad de la música. Sonamos como si nos sobrara energía para conquistar el mundo", recuerda Viv. Son unas Slits que suenan "muy punkis y muy bestias", señala Matute. "En sus discos tiran más al reggae y tienen una producción más pulida", admite.

Inspirándose mucho en la filosofía del punk, reducida al Do it yourself, había muchos músicos que no sabía tocar bien los instrumentos. "Ella se puso a tocar la batería sin tener ni idea. Su batería es súper interesante con el tiempo. Precisamente porque como no sabía tocar se inventaba ritmos o formas de tocar la batería que luego han quedado muy vanguardistas. Parte de algo no pensado, de su intuición", explica el autor de Esta vez venimos a golpear. Vanguardismos, psicodelias y subversiones varias en la Sevilla contracultural.

Eso le pasó a muchos guitarristas como Jimi Hendrix. "Él no había estudiado en el conservatorio y si empezó a tocar raro es porque no sabía tocar académicamente bien. A mí las baterías de Paloma me parecen totalmente innovadoras sin quererlo tal y como se han quedado grabadas y se escuchan ahora", alaba.

Paloma no grabó nada con las Slits (ni siquiera el disco de singles), pero estuvo en aquella primera gira de los Clash por Inglaterra como telonera junto a sus compañeras Ari Up, Viv Albertine y Tessa Pollit. "Ella no toca en ninguna de las grabaciones. Cuando se registra el disco de los singles ella ya no está en el grupo. Ella duró tres años, del 77 al 80", precisa Matute. 

Kurt Cobain

Albertine acabó echando a la malagueña de las Slits. Poco después entraría en The Raincoats donde grabó el primer álbum de estudio. Aquel disco debut, publicado en 1979, enamoró al cantante de Nirvana. "Si no hubiera sido por el lujo que significaba poner aquella copia rayada del primer disco de The Raincoats, hubiera tenido muy pocos momentos de paz, dijo en 1993 un tal Kurt Cobain", recuerdan en un reportaje de El País.

"Es lo único que grabó en serio. Es un discazo rarísimo de postpunk. Kurt Cobain hace una lista muy famosa con sus discos favoritos. Y tenía el de las Slits y el de las Raincoats, un disco bastante olvidado. Era un grupo de culto hasta entonces. Fue quien hizo que el interés por ese disco volviera", asegura el escritor sevillano. 

Desencantada por el movimiento punk, Paloma rompió con Joe Strummer y se marchó a la India en busca de paz. La encontraría tiempo después junto a su actual marido Dave McLardy en Massachusetts donde reside desde 1985 y da clases de español. Muchos de sus alumnos no imaginarán que esta malagueña, católica confesa ahora, aporreó una batería en los primeros compases del punk en Inglaterra, coqueteó con la droga, vivió fiestas memorables e hizo historia al tocar en uno de los primeros grupos femeninos de la historia del movimiento contracultural.

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