"Bajo al barrio siempre en primavera...", rapea Delaossa en su canción No soy perfecto. Se trata de una de las siete pistas de su nuevo EP Playa Virginia, que lanzó este viernes y supone un nuevo viaje en la carrera del rapero malagueño.
Para Delaossa, el eje sigue siendo el territorio: si se está en El Palo o está Worldwide. Si su primer disco Un perro andaluz (2019) era un grito de rabia desde el barrio y La tour liffee (2020), un cántico de celebración del éxito transatlántico; ahora toma una estética de aeropuerto retro (con chándal y mocasines negros) con los bloques de pisos en los que se crió, los de la Playa Virginia que dan título a la obra, como compañía de viajes.
En algunos casos, ese viaje es de vuelta, pero no para ser el mismo. Ahora, se interesa por esa Marbella, tan cercana geográficamente pero para muchos tan lejana en cuanto a estilo de vida; pero también por desendiosarse ("No soy perfecto", "Parezco tonto") y, en el último tramo, por tener presente todo lo vivido, porque todo pasa rápido.
Apenas en sus primeras 24 horas, el EP ya logró más de medio millón de reproducciones. En su segundo día desde el lanzamiento, Marbella ha logrado superar las 100.000 escuchas, situándose como la más popular hasta el momento de las propuestas.
En esa Marbella —que define como "ciudad de lujos y de flashes", "paraíso de plástico y cristal", "donde el money no se acaba jamás"— donde se nota con más fuerza la apuesta por los sonidos funkys y ochenteros, una línea que trazó también este año su paisano Foyone con su Dios bendiga este EP. En la propuesta de Delaossa, la ciudad de Marbella se convierte casi en un trasunto de Las Vegas del Casino de Martin Scorsese.
En su videoclip, el único lanzado hasta el momento del EP, cruza el imaginario de resort vacacional —por el que, con un matiz futurista, apostaron los Arctic Monkeys en su Tranquility Base Hotel & Casino— con el del gusto de la cinematografía italiana por lo grotesco —y Delaossa ha proclamado su gusto por Paolo Sorrentino, entre otros cineastas, en repetidas ocasiones—.
La mayor concesión al egotrip es Shining, mano a mano con el sospechoso habitual Abhir Hathi y un beat inquietante. "Vengo de cuando en esto no había industria / de cuando la música se hacía sin bulla", entona el paleño en Cómo me voy a olvidar, con su hermano Easy-S, donde sigue:
Ve y pregunta en Málaga si somos leyenda:
sonamos en las calles, en los bares, en las tiendas.
Ya no bajo a El Palo con tanta frecuencia,
pero nunca voy a perder la esencia.
Ahora paran a su padre por la calle, sigue contando, para después enviar un beso a su vecina de abajo por tantas noches de dormir. "Yo empecé en la playa El Deo, con un solo deseo / Poder tener un futuro fuera de lo feo / Ver los niños del barrio en bici por el paseo / Y se reconocen mis canciones entre tarareos".
El estribillo parece ser un cántico directo a Málaga: "Claro que me acuerdo de ti, ¿cómo me voy a olvidar? / Si cuando no tuve nada, me diste la mano y me hiciste ganar / Claro que me acuerdo de ti / Esta es mi puta ciudad / De toda la gente que me vio crecer, / ¿cómo me voy a olvidar?".
30 es el cierre del EP y también una de sus combinaciones más interesantes. Su inicio es crepuscular, con una enumeración en línea con el icónico Million Dollar Baby de Cecilio G:
Estuve triste con dieciséis
Y de mal humor con diecisiete
Tuve un tumor con dieciocho
Y mi madre se marchó a los diecinueve
De su madre, un timón emocional ineludible en su obra, incluso se escucha su voz en una grabación familiar. "Tenía una visión que me repetía Dani, no olvides que naciste con un don, así que no aprovecharlo es un crimen", entona Delaossa. "Todo pasa rápido", se dice a sí mismo una y otra vez mientras el ritmo rompe casi en house. Todo pasa rápido.