"Al leer esta novela puede que encuentres a esos fantasmas que siempre han estado a tu lado, pero no has querido ver", esta es una de las advertencias que incluye Eloy Moreno en la contraportada de su nuevo libro, Cuando era divertido. Pero no es la única, ya que avisa de que no cualquiera será capaz de entender esta historia.
El amor, la falta de este y qué ocurre cuando en una pareja se deja de ser feliz y se conoce a otra persona es sobre lo que versa el nuevo trabajo del escritor castellonense. Con él nos adentramos en las vidas de Alejandra y Alejandro -ambos apodados Ale- y en cómo la monotonía del día a día y la rutina consiguen apagar la pasión que hubo entre los dos. A lo largo de 300 páginas, el lector deberá intentar descubrir, guiado por su propio criterio, quién de los dos Ale es el que ha sido infiel.
Eloy Moreno autopublicó su primera novela en 2010, El bolígrafo de gel verde, con la que logró vender más de doscientos mil ejemplares. Ha conseguido posicionar su trabajo en la lista de Best Sellers con su libro Invisible (2018) y ahora vuelve con una novela totalmente distinta, con la que pretende remover los sentimientos e intentar que todo aquel que lo lea se sienta identificado de algún modo.
¿Qué le llevó a centrar la historia principal en una ruptura?
Es un tema que siempre he tenido ahí. Se habla de amor, pero ¿qué pasa cuando se acaba? No hay ninguna novela que trate lo que pasa cuando eso sucede y fui dándole vueltas. Es verdad que este año he tenido tres parejas de amigos que, después de mucho tiempo, se han separado y cogiendo un poco de aquí y de allá al final hice la novela.
¿Se puede decir entonces que hay sucesos basados en hechos reales?
Sí. Me apetecía contar vivencias que han ocurrido a mi alrededor. Colegas que de repente están por estar en su relación, llevan muchos años juntos y se vuelven más compañeros de piso que novios y en verdad, ni siquiera son compañeros de vida ni de nada.
Estas personas de las que habla, ¿se han visto representadas?
Sí, sí (ríe), pero no les ha importado porque al fin y al cabo no es su historia la que cuento. Tampoco aparece ninguno de sus nombres y yo creo que al final todo el mundo tiene amigos así. Parejas que no entiendes por qué si discuten siguen juntas.
¿Se habla poco del amor?
No, en general se habla mucho sobre él en el mundo literario. Pero siempre de una forma idealizada. Todo debe tener un final feliz y contar con un príncipe azul. Pero aquí lo que se muestra es también la otra realidad, cuando la pareja se acaba.
¿Y sobre el desamor?
En el libro se habla de él. Alejandra y Alejandro son una pareja, y uno de los dos quiere terminar la relación para empezar otra. Por lo que a la vez que aparece el desamor, también surge un nuevo amor. Empecé a darle vueltas y me pareció una idea que no se había tocado mucho en la literatura. Se habla del amor romántico y bonito, pero no todo es así.
¿Cuándo deja de ser divertido el amor?
Cuando hay rutina, cuando ya no hay cosas divertidas. No te pone nervioso hablarle a tu pareja y llega un momento en el que deja de haber mensajes entre vosotros. Cuando se convierte en algo mecánico y la gente está por estar. Hay muchísimas parejas que siguen por inercia, ya tienen la casa, los hijos, la vida hecha de alguna forma y continúan simplemente porque sí.
¿Por qué decidió elegir este título?
El título sale de una canción, Bajo el mismo techo de Carlos Sadness y Zahara. Hace tiempo que la escuché y había una frase que decía algo así como "¿recuerdas que era divertido?" Y a partir de ahí pensé, es un título chulo, pero se quedó solo en eso. Pasó el tiempo, empecé a imaginar el tema de la novela y dije, ¡ostras, aquella frase encaja muy bien!
Dentro del propio libro también incluye una playlist, ¿cómo surge la idea de hacer esto?
Siempre escribo con música, normalmente, en inglés, porque si es en castellano me pongo a cantarla. Pensé que sería buena idea compartir con los lectores lo que suena mientras se crea lo que ellos luego leen. Así que incluí un código QR para que puedan escuchar lo mismo que yo.
Además de escuchar música, ¿tiene alguna rutina a la hora de escribir?
No soy muy metódico la verdad. Me pongo cuando puedo porque viajo mucho. Ya casi siempre escribo fuera de casa, antes sí que lo hacía por las noches, pero ahora ya lo hago donde puedo. Cojo el portátil, me pongo los cascos y me da igual estar en el tren que un hotel. La música me aísla de lo que sucede a mi alrededor y así puedo escribir.
En la portada aparece un columpio, ¿qué pretende representar con eso?
Elegí un columpio porque cuando pienso en la niñez es lo primero que se me viene a la mente. Además, nunca he visto a un niño que esté columpiándose y esté triste. Aquí, sin embargo, el columpio está solo y hay nieve, quería hacer justamente eso. Una metáfora sobre cómo añorar los momentos divertidos.
En la contraportada, al igual que en sus demás novelas, no incluye la trama de la historia, ¿por qué?
Porque como mis libros son muy diferentes entre sí, siempre intento buscar cosas muy distintas. Cuando voy a hacer una nueva novela pienso que si digo de qué va se pierde un poco la magia. Me gusta pensar que mis libros son como regalos envueltos, donde no sabes muy bien lo que hay dentro.
Sin embargo, en esta ocasión ha incluido una advertencia indicando que el libro no es adecuado para todos los lectores.
Tengo muchas novelas como es el caso de Invisible que están en los institutos y lo leen chavales de 12 o 13 años y yo creo que alguien de esa edad no va a empatizar con la historia, porque no la ha vivido. Entonces es un aviso para que sepas que no es igual que mis otros trabajos.
En el libro, los dos personajes se llaman igual, Ale. ¿Tenía claro el papel que debía hacer cada uno?
No, yo fui cambiando porque si no sí que se podría haber intuido quién era quién. Objetivamente en el libro no aparece en ningún momento nada que haga saber quién de la pareja es la persona que tiene una aventura. Cada lector ha pensado si es el chico o la chica.
¿Cómo fue desarrollar este proceso a la hora de escribir?
Fue muy complicado de hacer, tuvimos que retocar todos los adjetivos. Me acuerdo que en un párrafo ponía: “Ale está contento” y se cambió por alegre para que no se pudiera saber nada. Ha sido dificilísimo porque después el libro tuvo varias revisiones y había frases que te daban a entender si podía ser uno u otro. Así que esto se podría decir que ha sido lo más complicado. Sin embargo, es algo bonito porque cada uno interpreta lo que quiere dentro del libro.
Aunque de puntillas, el tema sobre la violencia de género también aparece en la novela. ¿Le resultó difícil tener que escribir sobre algo tan complicado?
No, al final para escribir toda esta historia, me he documentado y he hablado con muchos psicólogos de pareja y terapeutas. Me explicaron las distintas fases que se atraviesan cuando una relación va mal. Al principio, desaparece el amor y se pasa solo a la convivencia, luego esto también empieza a molestarte y llega un punto en el que la otra persona puede llegar a ser violenta. Me iban contando las diferentes reacciones, y en algún momento puedes llegar a experimentar miedo cuando ves que no conoces a tu pareja, porque es una persona distinta de la que te enamoraste. De hecho, hay una frase en el libro que dice: nos estamos odiando en los mismos sitios que nos hemos amado.
Se habla un poco sobre el papel que tienen los hijos en situaciones como esta, ¿qué opina acerca de esto?
Yo creo que los hijos siempre deben estar aparte en una ruptura, por eso lo dejo a un lado. Aparece de vez en cuando, pero no es para nada una moneda de cambio.
¿Cuánto ha tardado en ver su trabajo terminado?
Suelo tardar un año, pero no estoy todo el tiempo escribiendo. Sino que desde que tengo la idea en la cabeza hasta que se publica sí pasan unos diez o doce meses más o menos.
¿Qué acogida está teniendo la novela por parte de los lectores?
De todos, es el libro que ha recibido las opiniones más rápidas. Creo que es porque al final afecta a cualquier lector. Todo el mundo ha tenido una pareja o a todos los han dejado o han sido dejados por alguien. Entonces, tanto a través de las redes sociales como por email no dejo de recibir buenas críticas. En las firmas, por ejemplo, todo el mundo que viene me cuenta un poco su historia.
Y en Málaga, ¿qué recibimiento suelen tener sus novelas?
Pues vengo para la presentación de todos mis libros. En Andalucía suelo visitar Sevilla y Málaga, esta será mi quinta vez aquí. Suelo tener muchísimos lectores esperando para que les firme sus libros, así que podemos estar perfectamente dos o tres horas en las librerías.
¿Se sienten los lectores identificados de algún modo con la historia?
Sí, y a veces es para bien y otras para mal. Algunos al leer el libro se dan cuenta de lo que tienen y valoran su relación, y hay otros se ven reflejados completamente con la trama. El otro día vino una chica de unos 16 años y me comentó que después de leer el libro había descubierto por qué sus padres se habían separado. Al final lo que me llegan son sus propias experiencias de la vida.
Aunque acaba de estrenar esta novela, ¿tiene algún proyecto para el futuro?
De momento relacionado con la escritura no. A nivel audiovisual en enero empezamos a rodar la serie de Invisible. Entonces, durante los primeros meses del año que viene, voy a dedicarme a eso que es algo que nunca he hecho y me apetece mucho. Hasta el verano no me pondré a escribir nada.
¿Qué supone para un escritor ver su trabajo plasmado en la pantalla?
Siempre lo esperas de algún modo. Te suelen decir “a ver si algún día se hace una película o una serie” y hace dos años firmamos el contrato. Es verdad que todo va muy lento, pero este 2022 ya por fin hemos hecho el casting, me han pasado los guiones y en nada empezamos a grabar. Estoy muy ilusionado la verdad.