El pasado 28 de agosto, la nueva Biblioteca Pública Jorge Guillén abrió sus puertas, ofreciendo un espacio de encuentro, lectura y estudio en un entorno histórico de gran calidad. Situada en el recuperado Convento de San Andrés, declarado Bien de Interés Cultural, esta biblioteca ha recibido en sus primeros días más de 600 visitantes, 50 nuevos socios y ha tramitado 80 préstamos.
El edificio, que ha sido objeto de una importante restauración, cuenta con tres plantas y ofrece una superficie de 1,500 m2 dedicada a servicios bibliotecarios y otras actividades. La planta baja alberga la sala infantil y juvenil, así como una sala de los restos arqueológicos descubiertos en el lugar. En la primera planta, los visitantes encuentran la sala general, la sala de informática y la sala de estudio, mientras que la segunda planta ofrece un salón de actos, una sala de usos múltiples y una sala de reuniones.
En cuanto a su colección, esta nueva adición al complejo de bibliotecas públicas de Málaga cuenta con un total de 15,000 libros, contribuyendo a la notable cifra de 300,000 libros en el conjunto de bibliotecas públicas de la ciudad. El edificio cuenta con un aforo de 110 personas en el salón de actos, capacidad de 40 personas para talleres y actividades, y de 20 puestos de ordenadores en la sala de informática.
Uno de los aspectos más destacados de este edificio histórico es la cuidadosa preservación de elementos originales, como una ventana del Convento de San Andrés en la Sala General y pinturas murales del siglo XVIII que adornan la escalera entre la primera y la segunda planta. El patio interior, presenta un aljibe original incrustado y un pozo que en su día se encontraba en la calle Alcazabilla, añadiendo aún más valor histórico al lugar.
A través de los siglos, el convento ha sufrido diversos daños, llegando a ser usado como taller de coches. Tal fue el deterioro del lugar que se llegó a considerar su demolición, evitada finalmente en 2012. Más tarde comenzaron las obras de rehabilitación, acometidas en dos fases y bajo la mirada de los arquitectos Demófilo Peláez y José Ramón Cruz del Campo. La inversión total para la rehabilitación y restauración patrimonial de este complejo histórico ascendió a 5.696.792,89 euros.
El Convento de San Andrés, construido en el siglo XVI por la Orden de los Carmelitas Descalzos sobre una ermita previa consagrada a San Andrés, ha experimentado a lo largo de los siglos diversos cambios de uso que ocultaron tesoros históricos, como pinturas murales y un aljibe en perfecto estado. Ahora, usado como una biblioteca pública para el barrio del Perchel, reúne entre sus paredes historia y conocimiento al alcance de todos.
Tras conseguir evitar la demolición del edificio, se propuso y acometió su reacondicionamiento para conservar, de esta forma, uno de los recintos carmelitas más importantes del país. El edificio se ha rehabilitado de forma integral, llevándose a cabo un gran trabajo de restauración, intentando conservar los elementos originales diferenciados de la parte nueva.
Esta infraestructura rehabilitada ha recibido un reconocimiento en los Premios Andalucía de Arquitectura 2022, en la modalidad de Arquitectura de Conservación, Rehabilitación y Puesta en Valor del Patrimonio Edificado.
Todas las intervenciones se han realizado cumpliendo estrictamente lo reflejado en el Titulo II de la Ley de Patrimonio Histórico de Andalucía, ya que los propios restos existentes han aportado información precisa sobre su configuración arquitectónica, formal y constructiva.
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