Iván Ferreiro

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Cultura

Iván Ferreiro: “Desprecio las declaraciones de Unai Simón, todos tenemos derecho a opinar"

Iván Ferreiro pasará por Málaga el próximo 30 de junio para dar un concierto en El Balneario de la mano de Atardeceres Larios.

25 junio, 2024 05:00

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Iván Ferreiro es de esos pocos personajes que todavía se permiten el lujo de ser transparentes. Vierte declaraciones vehementes sin importarle lo que puedan pensar de él. El odio en redes sociales dice, “ya me aburre”.

Las críticas nunca le han importado, y hoy, a sus 53 años y con una prolífica y exitosa carrera en la música independiente, Iván vuelve a hablar de la actualidad sin morderse la lengua. Repasar su trayectoria es casi faltar a la leyenda, y es que Iván fue de los primeros artistas españoles a los que se le etiquetó con esa primigenia etiqueta de indie allá por los 90.

Con un nuevo disco bajo el brazo, Trinchera Pop, que ha removido los cimientos de su propio sonido, el ex pirata hace una parada en Málaga para dar un concierto muy especial. Atardeceres Larios ofrecerá el próximo domingo 30 de junio un íntimo directo del artista gallego en El Balneario. En este mediterráneo espacio que contará con un aforo reducido, Iván Ferreiro interpretará clásicos de su carrera y nuevas canciones de los últimos años. Todo regado bajo el sol del atardecer y un mar a pie de escenario que creará el ambiente de ensueño al que Larios nos tiene acostumbrados.

Eres de Vigo, una zona muy característica por su costa y su fascinante paisaje marítimo. Hace años vi en una entrevista que decías tener una fuerte conexión con el mar y la playa. ¿Sigue siendo este vínculo tan intenso? ¿Te sigue dando canciones?

Este vínculo tan grande es más por el lugar al que pertenezco, pero sí, lo tengo. Yo vivo en Val Miñor, que es una ciudad de costa, pero mi casa está en el monte realmente. Tengo el mar a 3 minutos y es parte de mi paisaje y de quien soy por supuesto. En general, el entorno en el que vives o la ciudad en la que creces marca mucho a las personas, y en concreto el entorno gallego es lo que me rodea en mis días. Acaba siendo un personaje más de mis canciones y parte de mi discurso.

Curiosamente, uno de tus discos más populares, del que hace ya más de 10 años, Val Miñor – Madrid, parece que habla de esa conexión e incluso añoranza de estar lejos de casa.

El disco hablaba mucho de que estaba todo el rato entre Val Miñor y Madrid. Mi casa se ha ido ampliando. Yo soy gallego y mi hogar es Galicia por supuesto. Pero lo cierto es que cuando estoy en Madrid, me siento madrileño también. O cuando estoy en Málaga a gusto también me siento de allí. Uno es de donde le quieren. Creo que el carácter nos lo marca el sitio donde vivimos, pero también tenemos la capacidad de empatizar con sitios que no son los nuestros a primera vista.

Respecto a este concepto de hogar que se genera, en Málaga vivimos un fenómeno que en cierta medida comparten muchas ciudades costeras: el problema del precio de la vivienda que nos empuja a irnos de nuestras ciudades natales. ¿Cómo vivís esa situación en Vigo?

En Vigo sufrimos mucho la masificación, sobre todo cuando llegan las Navidades. Está igual que Málaga, Madrid, Santiago o Barcelona. Es un problemón que tenemos que solucionar de alguna manera. Tenemos que conseguir que nuestras ciudades sean sitios para que nos vengan a visitar, pero también para que podamos vivir nosotros.

El problema es claro, los AirBnB y los pisos turísticos. Creo que hay alguien ganando mucho dinero a base de hacer intratables las ciudades.

¿Cómo está siendo preparar esta actuación en Atardeceres Larios?

Me da mucho placer. Últimamente estoy tocando en grandes salas y festivales y la verdad que dar un concierto de pronto para un público reducido me otorga ese punto de intimidad y cercanía que no te aportan tanto los públicos masivos. Volver a tener gente muy cerquita es una maravilla. 

Tomasito en la edición 2023 de Atardeceres Larios

Tomasito en la edición 2023 de Atardeceres Larios

La pasada semana ganaste tres premios de la Academia de la Música. ¿Queda algo por lograr que te haga especial ilusión?

Pues la verdad que nunca me habían dado un premio (risas). Fui el otro día para apoyar los premios y la gala. No me esperaba ganar ninguno y me llevé tres. Me hizo ilusión, la verdad. A día de hoy sigo teniendo la capacidad de la sorpresa y de la alegría. No la he perdido después de tantos años. Y hablamos de premios, pero también sigo disfrutando muchísimo de los aplausos y de que la gente venga a verme.

Estos días ha saltado un debate. Unai Simón, jugador de la selección española, puso en duda a través de unas declaraciones si los deportistas, músicos y figuras públicas deberían mojarse con asuntos políticos o fuera de su ámbito profesional. ¿Qué opinas de todo esto? ¿Crees que las figuras públicas debéis opinar sobre asuntos que no atañen a vuestra profesión?

Creo que eso es una estupidez. Desprecio sus declaraciones. Todo el mundo tiene derecho a opinar o no opinar. Y él tiene derecho a no hacerlo, pero no a decirnos que nosotros no lo hagamos. Vivimos en una democracia con libertad de expresión donde todos tenemos derecho a expresar nuestra opinión seas cantante, futbolista o carnicero. Decir que los futbolistas o músicos no deberían opinar es ir en contra de la libertad de expresión. Lo que no permito es que alguien diga eso. Cuando vi las declaraciones me parecieron muy mal.

¿Y qué hay de la influencia que las figuras públicas tenéis y del poder que pueden tener vuestras declaraciones para los seguidores?

Yo últimamente estoy de un perfil bastante bajo en cuanto a mis opiniones. Siento que ni arreglo ni estropeo nada, entonces no las hago. Las redes sociales están en los últimos tiempos, a nivel de opinión, hechas un estercolero. Hay mucho trol estropeando el debate. Twitter ha sido tomado por una serie de sinvergüenzas que convierten lo que tocan en mierda. Como existe un aparato propagandístico tan grande, sobre todo de la derecha, que consigue darle la vuelta a todo sin que la verdad o la mentira valga de nada, yo prefiero pasar de todo. No es que no tenga una opinión, sino que no es el sitio ahora mismo para verterla.

A pesar de ser de una generación anterior, eres muy activo en redes sociales y parece que te gusta estar en ellas ¿Qué relación tienes con este tipo de medios?

Me gusta bastante. Hace años había un diálogo muy interesante en redes. Ahora ha desaparecido. Estoy bastante desencantado. Utilizo las redes para la promoción, para hablar de ciencia, de canciones y de cosas que me gustan. Para la parte política ha perdido un poco de interés. El debate ha sido sustituido por el insulto y la descalificación.

En Instagram parece que sí te sientes más a gusto. Enseñas mucho tu día a día, la gente que te rodea, tu casa, a lo que dedicas el tiempo. 

Es cierto. Cada vez lo hago menos porque hasta cuando dices buenos días puedes encontrarte a alguien que te insulta (risas). Por eso últimamente me estoy alejando un poco más, aunque sea por hobby. Lo que pasa es que actualmente las redes también son parte de mi trabajo. Cuando haces un concierto, otra parte importante de este es promocionarlo y darle movimiento. Me gustaría utilizar mis redes más para divertirme, pero no están en su punto más divertido.

En tu cuenta de Instagram se puede ver que has ido atesorando una gran colección de sintetizadores modulares. Te has metido de lleno en ese mundo. Estos se pueden ver incluso en tu último disco, Trinchera Pop, y significa un cambio bastante radical al pop rock clásico que está hecho con guitarra, bajo, teclados y batería. ¿Qué te ha dado la síntesis modular a nivel creativo? ¿Cómo es componer melodías o canciones con estos aparatos frente a instrumentos tradicionales?

La verdad que los sintes son aparatos muy divertidos. Como también hay que aprender a manejarlos porque es algo complejo, el proceso de aprendizaje me ayuda a tener ideas. Antes bajaba al estudio, me ponía a tocar el piano e intentaba sacar una canción. Ahora con los modulares no busco todo el rato la composición. Paso el rato con ellos porque me gusta y no por la necesidad de estar haciendo música. Eso es lo que principalmente me aporta.

Muestras también mucho tu estudio. ¿Sientes metido entre esas cuatro paredes que estás en una verdadera trinchera?

Un poco. Mi estudio es mi gran cuarto de juegos. Siempre soñé con tener un gran cuarto de juegos lleno de instrumentos y aparatos. Es mi trinchera, mi recreo y mi tranquilidad.

¿Tienes algún instrumento fetiche al que le guardes especial cariño? Una guitarra o un sintetizador que no venderías por nada del mundo.

Te voy a ser sincero, no vendo nada de mi equipo (risas). En general me gusta todo y le tengo un gran cariño a todos mis instrumentos. Tengo una Fender Mustang que he ido arreglando a lo largo de los años y que me ha acompañado mucho tiempo. Es una barata mexicana que no es especialmente cara ni buena, pero la he ido adaptando a mí y le tengo mucho afecto.

También le tengo mucho cariño a mis modulares. Los voy cambiando y combinando y siempre me dan algo nuevo.

¿Sigues a las nuevas generaciones de músicos/as españoles? ¿Hay algún lanzamiento que te haya gustado últimamente o algún artista o banda que quieras recomendar?

Sí, más o menos la sigo. Ya no tengo esa hambre de levantarme y revisar las novedades, pero sí voy viendo a los grupos que me encuentro en los festivales y por ahí. Me resulta muy interesante Carlos Ares o Alcalá Norte. También el movimiento gallego que hay ahora es increíble. Nombres como Grande Amore, Fillas de Cassandra, Dani Costas, Carlangas o Tanxugueiras están haciendo cosas muy interesantes. Vivimos un gran momento musical en España.