Este año vuelvo a cantar con mis Mu’ariscos tres años después de que contáramos la historia absolutamente real de la vida de San José (bueno, más o menos). Y la pregunta es: "¿Por qué ahora?". Y la verdad es que no tengo ni puñetera idea, pero voy a hacer un pequeño ejercicio junto a vosotros e intentar encontrar las razones.

Con lo bien que se está en casa con la mantita viendo la serie de turno. Pues no, a salir para ensayar a las diez de la noche con el frio.

Con lo bien que se está leyendo, o montando muebles de Ikea o rascándote la barriga. Pues no, a encerrarte en tu mundo, física y mentalmente, para escribir chalauras y que luego la lleves al ensayo y el Chiqui (aquí usted puede poner el nombre que considere oportuno) te diga que no le gusta.

Con lo bien que se está aguantando sólo las cosas de tu mujer y tu hijo (y ellos las mías). Pues no, a aguantar las cosas de trece tíos tres años más viejos que la última vez, es decir, que son peores que antes (y ellos las mías).

Con lo bien que se está un domingo viendo el Unicaja. Pues no, a quedar en la Peña para hacer el decorado.

Con lo tranquilo que se está sentadito viendo a los otros grupos en la tele. Pues no, a pasar nervios de ponerme malo cada vez que vamos a cantar en el teatro o incluso en la calle.

A estas alturas la pregunta de "¿por qué ahora?" pasa a convertirse en "¿pero por qué carajo vuelvo a meterme en este lío?" Y la respuesta está ahí: porque necesito todas esas cosas.

Necesito a mi gente y de alguna forma sé que ellos me necesitan a mí. Necesito darle vida a las pamplinas que tengo en la cabeza. Necesito ver como una idea se va convirtiendo en una obra completa. Necesito sentir esos nervios que me matan, pero se pasan a los pocos segundos de empezar a cantar. Necesito ver cómo la gente se ríe con cosas que solo eran idea en mi cabeza, como se paran por la calle y se crean lazos inmediatos imposibles de crear en otras circunstancias.

Como decimos al final del popurrí este año: "Aunque no cambio mi vida por nada, cuando se acerca febrero tú sabes que algo te falta".

El Carnaval ya es tan parte de mí, y de todos los que lo vivimos de esta manera, que lo negativo es algo pequeñísimo comprado con lo positivo.

No sé qué pasará el año que viene, pero este Carnaval estoy aquí, así que voy a disfrutar de todas esas cosas maravillosas que te da el Carnaval. Cada detalle. Mañana Momo dirá.

*Manu Robles es autor de la murga De bar en peor.