Elaborar un cartel con el objetivo de promocionar la Semana Santa de Málaga. Esa ha sido una de las iniciativas que desde su fundación en 1921, la Agrupación de Cofradías ha llevado a cabo. La presentación de esta obra artística, que ha tenido diferentes procesos selectivos, corrientes estilísticas, y repercusión social, ha sido uno de los acontecimientos más señalados en el calendario cofrade. Un evento de magnitudes populosas comprable al pregón oficial, aunque la primera exaltación llegaría años después, a finales de la década de los 40.
Casi un centenar de proyectos elaborados en estos 100 años han dado como resultado una de las pinacotecas más amplias que se conservan sobre temática semanasantera. Un compendio artístico suficientemente extenso para encontrar patrones, curiosidades, anécdotas y datos relevantes en cada uno de los ejemplares que componen esta colección.
En el siglo de historia que acumula el ente agrupacionista, han sido 95 los carteles que se han editado para publicitar esta fiesta. La discordancia entre fechas y publicaciones se debe a las ausencias de la década de los años 30. Y es que la situación política de la época (primero con la República y la quema de conventos, y después con la Guerra Civil) hizo que las Semanas Santas de 1932, 1933, 1934, 1937 y 1938 no contaran con su correspondiente grito en la pared.
En cuanto a los formatos elegidos, el reparto de roles ha inclinado la balanza en detrimento de la fotografía: solo un 19% de todas las obras (18 de 95) han sido tomadas con una cámara de fotos. Para encontrar la primera imagen tenemos que remontarnos a la década de los 50. En 1952 y 1953, la Agrupación escogió dos composiciones fotográficas elaboradas por Arenas que seguían un patrón común: en el centro, una imagen titular (la Esperanza y el Mutilado, respectivamente) y alrededor, tronos y cortejos escoltando la talla.
Hubo que esperar 10 años para encontrar a una única devoción protagonizando en su totalidad el cartel de la Semana Santa bajo estos cánones. Fue el Nazareno del Paso, capturado por el objetivo del estudio Arenas en 1963. Precisamente, este taller elaboraría los pósteres de 1977, 1978 y 1979. Junto a la Archicofradía de la Esperanza, (la Virgen acaparó toda la atención en el plano de Manuel Ríos de 1971), el Mutilado (ahora, Cristo de la Clemencia) ha sido el titular que más veces se ha repetido bajo el soporte de la imagen. De hecho, el crucificado de esta corporación fue el icono protagonista de la Semana Santa de 1953, 1968 y 1976, la última en la que procesionó.
Esta tendencia de utilizar imágenes fotográficas alcanzaría su momento de máximo esplendor en la década de los 70 y 80. Durante estos 20 años, hasta en 10 ocasiones se llegó a utilizar una instantánea de años anteriores para anunciar la Semana Mayor.
Sin embargo, una de los mayores desigualdades que podemos apreciar, en lo que a la cartelística cofrade se refiere, es la falta de paridad en cuanto a la elección de artistas. Solo dos de los 95 carteles han sido realizados por mujeres. La primera de ellas fue María del Pilar Cárdenas, quien planteó una cruz emergente construida a base de clavos, y escoltada por un sudario, como imagen principal de la obra en 1974.
Ocho años después, en 1982, Celia Berrocal pintó el que hasta el momento ha sido el último cartel diseñado por una mujer. La escena se corresponde con el paso de la Virgen de los Dolores, de la cofradía de la Expiración, por la Alameda Principal bajo la atenta mirada de un grupo de nazarenos.
Por otro lado, los autores que más veces han visto su firma estampada en este reclamo publicitario han sido José Morell y Luis Ramos Rosas, ambos en cinco ocasiones. Desde 1990, con el Cristo de la Exaltación retratado por Bermúdez Recio, ningún artista ha vuelto a repetir este encargo. Coincide, además, con el último cartel que optó por la fotografía como soporte de la obra.
También encontramos el caso de hermandades que nunca han sido plasmadas. Podemos hablar del Prendimiento, Salud, Dulce Nombre, Humildad y Paciencia, Mediadora, Crucifixión, Descendimiento, Salesianos, Santa Cruz, Salutación o Santo Traslado. Otras, sin embargo, tan solo están reflejadas en pequeños detalles de la composición, sin darle primacía a la imagen titular.
¿Qué deparará el cartel de la Semana Santa de Málaga del 2022? ¿Qué técnica empleará? ¿Lo protagonizará una única talla o será una escena de nuestras procesiones? Solo Fernando Prini, y la comisión encargada de la Agrupación, conoce la respuesta. El resto de los mortales tendremos que esperar hasta esta tarde para conocer qué creación cobija el Echegaray.