Después del mal sabor de boca que dejó el Martes Santo por culpa de las lluvias, la jornada de ayer parecía que serviría para volver a recuperar las sensaciones. Sin embargo, durante unos minutos, este deseo colectivo peligró. El agua hizo acto de presencia en varios momentos de la tarde ente las 20:00 y las 21:45. Por un momento, el riesgo de precipitaciones puso en jaque el discurrir de la jornada, especialmente cuando tuvieron que cubrir con un plástico el manto de Consolación y con una capota al Redentor del Mundo.

Por poco tiempo. Poco a poco fueron desapareciendo los chaparrones y, cuando el Cristo de la Expiración pasaba por la tribuna principal, ya se podía apreciar la luna brillando en todo su esplendor. Estas son las imágenes y los momentos del Miércoles Santo en Málaga. 

Mediadora

Edificios que se derrumban y edificios que se levantan. Un alegato del cemento que consolida el centro en torno al hormigón. Pero entre el gris que brota de Hacienda, Correos y El Corte Inglés, también florece lo bonito. Concretamente al paso de la cofradía de Mediadora. El Señor, luciendo la túnica en tisú morado, luchó con su belleza contra la fealdad del espacio. El trono estrenó la primera fase de talla, correspondiente al frontal, así como los faroles, ambas piezas diseñadas por su hermano mayor, Salvador de los Reyes. La Virgen hizo frente a las adversidades de un viento que, a la postre, sería cómplice en la difícil tarea de eliminar las lluvias. Eso no impidió que la Mediadora de la Salvación, poco a poco, le fuera ganando la batalla a la distancia. Así ha sido la estación de penitencia de la cofradía del Ave María, en imágenes. 

Salesianos

La sobriedad nazarena de don Bosco. Un lema llevado con orgullo de principio a fin. Qué bonito es un frente de procesión bien formado: dos penitentes de negro, cuatro velas, la cruz guía... y el cortejo. Los Salesianos volvieron a hacer gala del saber estar en la calle. El Señor enfiló la curva de Santa Lucía con calle Granada después de una impecable maniobra. El tradicional Ángel Pablito, ubicado en la trasera del trono, lleva todos los años un emblema relacionado con alguna causa de la hermandad. En este 2022 portó la medalla de postulante de una hermana, orando así por las vocaciones a la vida religiosa y sacerdotal. Así ha sido la estación de penitencia de la corporación capuchinera, en imágenes.

Fusionadas

Las Reales Cofradías Fusionadas abandonaban San Juan para procesionar durante la tarde noche del Miércoles Santo desde la nueva casa hermandad. Hola, salón de tronos; adiós, partir de una iglesia. Sin embargo, la procesión fue mucho más allá y la hermandad pudo cumplir finalmente con uno de sus anhelos: realizar estación de penitencia en la Catedral de Málaga. Por la basílica de la Encarnación pasaron los cortejos de Azotes, Exaltación (portado por el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno), Ánimas de Ciegos y Mayor Dolor. Por fin se volvía a vivir una estampa idílica que nunca debió perderse. Así fue la salida de Fusionadas, en imágenes. 

Paloma

Grandeza, inmensidad, derroche, júbilo. Cuatro palabras y un infinito etcétera. En esos términos se podría describir el caminar del trono de la Virgen de la Paloma por las calles de Málaga. Y eso que con el nuevo recorrido oficial tampoco se consiguen muchos más momentos para disfrutar fuera del itinerario común. Las andas de la titular mariana lucieron un cuidado exorno floral, del que cabe destacar el uso de la cera rizada. Además, todos los hombres de trono de ambos titulares portaron faraona, prenda malagueña por antonomasia. 

La entrada de la Paloma en la tribuna volvió a cumplir con la tradición, y pasó por la Constitución a los sones de la Marcha Real y Malagueña, Virgen de la Paloma. Previamente, el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, junto al jefe de procesión, había subido a pedir la venia. El regidor de la capital desfiló en el cortejo saludando a diestro y siniestro entre los vítores y aplausos de los malagueños. 

Rico

La hermandad del Rico también dejó constancia de que los ritos de la Semana Santa de Málaga están para cumplirse. Este Miércoles Santo, Nuestro Padre Jesús volvió a liberar a un preso, en este caso condenado por un delito contra la salud pública. El Señor presentó su característico exorno floral a base de corcho y flores silvestres. La Virgen, por su parte, lució especialmente bien ataviada. El discurrir de la procesión por la Aduana se convirtió en una de las escenas más bellas del día: un mar de capirotes morados y azules enfilaban Cortina del Muelle antes de llegar a la plaza del Obispo. Así fue la salida procesional del Rico, en imágenes. 

Sangre

Una de las más gratas sorpresas de la noche vino de la mano de la Archicofradía de la Sangre. La hermandad de San Felipe venía mostrando signos de evidente mejoría desde hacía tiempo, pero la imposibilidad de salir (por lluvia en el 19 y por pandemia los dos años posteriores), no había permitido apreciarlos en la calle. Este Miércoles Santo, los fantasmas desaparecieron. De principio a fin, el público se encontró con la solidez de un cortejo cuidado y bien formado. El paso del Cristo por la tribuna, a los sones de la Agrupación Musical Vera Cruz de Campillos, fue todo un espectáculo. La Virgen, por su parte, entró a la Constitución con la marcha Pasa la Virgen Macarena. Otra maravilla. Así fue la salida penitencial de la Sangre, en imágenes.

Expiración

Diez letras que sostienen toda una vida. Todo está dicho ya. La procesión de la cofradía de San Pedro fue un alarde de buen gusto. Los nazarenos, más juntos que en otros años, desfilaron a paso ligero, componiendo una estampa de sublime belleza. Uno de los momentos de la jornada llegó cuando el Cristo de la Expiración entró en la tribuna principal. La Guardia Civil formó frente al trono, entonando el himno de la Benemérita mientras la talla de Benlliure avanzaba lentamente. Después, Mater Mea. La Virgen de los Dolores, otro prodigio de unidad, pasó por la plaza de la Constitución a los sones de Coronación de los Dolores. La noche se esfumó en el silencio callado de los devotos, que veían como la hermandad continuaba su caminar mimetizándose con las calles de la ciudad.