La rifa del Campanillero, Magdalena y Ángel, una tradición de siglos en la Semana Santa de Almogía

El Sábado de Pasión es un día importante en la Semana Santa de Almogía. Es el momento de elegir a los tres protagonistas que acompañarán a los sagrados titulares de las dos hermandades del municipio malagueño, una tradición que tiene su origen en el siglo XVIII. Estos puestos se sortean en el cabildo general de hermanos y en algunas ocasiones han alcanzado las cuatro cifras.

Esta rifa se produce en el seno de las hermandades de Nuestro Padre Jesús Nazareno y el Santo Cristo de la Vera Cruz. Todo nació, siglos atrás, para evitar problemas a la hora de designar los cargos y además contar con unos ingresos extra para las cofradías.

Las subastas se realizan en el marco del cabildo general, en la casa hermandad de las cofradías: son días de mucha intensidad para las familias, ya que la ilusión de los hermanos es poder optar a estos cargos con tanta historia.

Los cargos suelen estar dirigidos a los más pequeños. El Ángel suele ser una niña de menos de cinco años, que procesiona con un atuendo característico. No falta el vestido blanco, una corona y alas.

El Campanillero lleva uno de los enseres más antiguos de la hermandad, que data de 1737. Con la campana que porta anuncia la llegada de la procesión. También está representado por un niño de cuatro años aproximadamente.

El tercer cargo es la Magdalena, que suele protagonizar una joven de 20 años. Junto a ella, en la procesión pueden participar familiares que no pertenezcan a la cofradía. Todos deben llevar la misma vestimenta, un vestido negro en el caso de las mujeres y traje con camisa blanca para los hombres.