La UMA elimina la bonificación general de 1 euro en el menú para los estudiantes y se centra en las becas de comedor

La Universidad de Málaga vive una difícil situación financiera que ha obligado a reajustar el presupuesto de muchas partidas. Una de las medidas más recientes es la eliminación de la bonificación general de 1 euro en el menú de las facultades para todos los estudiantes. 

La supresión de esta rebaja se enmarca dentro del plan de ajuste que ha puesto en marcha el equipo de gobierno para hacer frente a la deuda y al préstamo de 48 millones de la Junta. "Es una medida muy pensada, y nos vamos a centrar en el colectivo que más lo necesita a través de las ayudas de comedor", ha explicado el vicerrector de Estudiantes, Juan Carlos Rubio, a este periódico.

Esta medida ha sido comunicada al consejo de estudiantes en varias reuniones, y se trata de una ayuda "que no estaba regulada", según el vicerrector. "Desconocemos cuando se implantó", ha añadido.

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En este sentido, Rubio ha explicado que la rebaja no estaba basada en criterios justos, ya que se ofrecía a todo el estudiantado por igual. "No es lo mismo un alumno de grado de primer curso a la de estudiantes investigadores o doctores, que ya tienen una nómina".

Esta ayuda suponía una partida de 150.000 euros para la UMA. Ahora, se suprime y la bonificación al comedor se centrará en las becas de cohesión social de la institución, que aportan 175 euros por alumno y curso en base a la renta y otros criterios. "Queremos que estas ayudas se centren en los que más lo necesitan", ha subrayado Rubio, que ha añadido que este aporte económico no se verá afectado por los ajustes.

Recortes 

Tras hacer frente a un importante recorte de su presupuesto anual, ya traza nuevas medidas de ahorro para frenar la deuda. Cuenta además con la ayuda de la Junta de Andalucía, que le concederá un préstamo de 48,5 millones de euros. 

El préstamo tendrá que ser abonado en un plazo máximo de 21 años, con un periodo de carencia de tres años y un interés del 1%. Esta financiación permitirá a la universidad pagar a proveedores y garantizar la estabilidad financiera necesaria para desarrollar sus actividades habituales.