Lleva a Málaga por bandera y la defiende con una pelota de balonmano, ahora desde los despachos, o desde el palco, donde aterrizó hace ahora diez temporadas, mejor nueve, porque la última la compatibilizó siendo la capitana y a la vez presidenta del Balonmano Málaga Costa del Sol. Toca todas las puertas posibles para intentar mantener en la cima del balonmano femenino español al equipo malagueño y no acepta un no por respuesta. Echa de menos a Diego Carrasco, el corazón del club, pero lo siente muy presente en cada una de sus decisiones. Es María José Moreno Triviño, Pepa Moreno, malagueña de Ciudad Jardín que atiende a El Español de Málaga en la oficina del club en un edificio múltiple del Ayuntamiento en el Polígono de Santa Bárbara. Llega de blanco, con la piel tostada curtida este verano en la playa, una de sus pasiones, y suelta la coletilla del calor insoportable, como todo malagueño en los días finales de agosto. Todavía ironiza con quitarse la espinita de vestirse de corto para jugar en Europa con el equipo de su vida. Y no se cansa de tocar puertas para llegar al Costa del Sol todavía más arriba, aunque lo haya conseguido prácticamente todo.
¿Cómo se presenta esta temporada que ha echado a andar?
Bueno, pues en principio, bien. La plantilla está hecha para ser competitiva, para seguir en la misma línea y para poder optar por lo menos, como siempre digo, a competir hasta el final y luchar por todos los títulos que tenemos a tiro.
Hace dos temporadas se consiguió la Liga, esta temporada no se consiguió nada.
Aunque no se ganó un título, sí conseguimos algo muy importante que fue clasificar en la fase de grupos de la EHF, que no lo había hecho ningún equipo español.
Y no conseguir un título por el coste de eso, ¿es un fracaso?
Es cierto que llevamos unos años de gloria, todos los años superándonos, consiguiendo títulos, pero yo no diría nunca que es un fracaso porque lo difícil no solo es llegar, sino mantenerse, compitiendo siempre por todos los títulos hasta última hora. Al final hay factores que pueden ser algún tipo de lesión, o que el equipo no llegue en el mejor momento, o que son partidos que hemos jugado, sobre todo estos últimos años contra Bera Bera y Elche, donde los equipos han estado muy igualados, que las pequeñas tomas de decisiones o ese balón que pega en el poste o no entra, es lo que realmente ha decantado, o el título para casa o para el otro equipo. Entonces, si estás compitiendo hasta el final, si el resultado al final es perder de uno, perder de dos o ganar de uno, yo creo que al final no es un fracaso porque también los equipos juegan, también hay plantillas muy competitivas, también hay equipos que nos superan en presupuesto y estar ahí cuesta mucho. Es cierto que al final el título es lo que vende, lo que queda, pero es complicado que llevemos ya por lo menos cuatro años estando arriba, es muy difícil, no solamente en la Liga Nacional, sino en Europa y jugando Copa de Reina, Supercopa, son muchas competiciones.
¿La espinita de la eliminación con Bera Bera en las semifinales de la liga se ha quitado? ¿Se le ha pasado el enfado a Suso?
A ver, estar abajo, que yo he estado abajo y cuando te estás jugando un título las pulsaciones están a doscientos, en ese momento en caliente, tienes esa sensación, pero ahí se queda. Al final entrenador también hay que muchas veces entenderlo, ellos también se tienen que desahogar. Los partidos son tan igualados que los pequeños detalles te hacen de ganar o perder un título, entonces claro, yo entiendo que los árbitros también cometen errores, igual que lo cometemos los jugadores, los directivos, los técnicos y todos, lo que pasa es que claro, cuando es un título lo que tienes en juego, pues es que simplemente con estas dos decisiones, quién sabe, no digo que hubiéramos ganado el título, ni hubiéramos ganado la liga, ni muchísimo menos, pero si es cierto que podría haber sido otra cosa, entonces siempre te queda la duda. Pero al final eso queda ahí, en el campo, y luego fuera se pasa. Al final termina la temporada, hemos descansado, hemos iniciado otra y eso se queda ahí. Yo no quiero pensar que realmente los árbitros favorecen a un club o a otro. Al fin y al cabo creo que son dos grandes clubes, tanto Bera-Bera como nosotros, los que no estamos jugando un título, y yo no considero para nada que quieran favorecer a uno y a otro, sino que simplemente también se pueden equivocar para el otro lado. Igual que el año que ganamos el triplete, fueron detalles que cayeron para nosotros, pues el año pasado no cayó.
¿Y detrás de todo esto qué hay? Porque el club tiene aquí una oficina pequeña en un edificio del Ayuntamiento tan sólo como sede. Este es un club humilde.
Pues sí, la puesta de la escena de las Panteras es muy bonita, pero todo el trabajo que lleva es mucho. Somos un club modesto, tenemos una directiva muy pequeñita, casi todo el trabajo, por no decirte todo, recae sobre Suso (Gallardo), el entrenador, y sobre mí. Y hay temporadas que se hacen muy largas, porque no tenemos tantos recursos para poder seguir contratando a más gente. Hemos crecido muchísimo en los últimos años, no solamente en el primer equipo, gracias a esa ayuda de Fundación Unicaja, que apuesta por la cantera. Son muchas las niñas y los niños que quieren venir a jugar a las Panteras, tenemos una escuela, que tenemos equipo federados, que tenemos campus, tenemos muchas actividades. Pero es cierto que esto lleva mucho desgaste, mucho sacrificio y muchísimas horas. Esto es de lunes a domingo, todos los días del año disponible.
"Esto lleva mucho desgaste, mucho sacrificio y muchísimas horas. Esto es de lunes a domingo, todos los días del año disponible"
Lleva nueve temporadas como presidenta.
Desde el 2016, mi último año fui jugadora, capitana y presidenta.
¿Cómo es el día a día de Pepa Moreno como presidenta?
Soy una más, soy la presidenta del club, es evidente, pero a mí siempre me ha gustado mucho el tema, a mí siempre me ha gustado jugar, después pero después comencé buscando recursos económicos, porque siempre me han gustado las relaciones, estar en la calle. Mi día a día funciona desde gestionar un contrato, unos pisos, unas equipaciones que llevan las jugadoras, cuando viene competición europea, trabajar en las instalaciones, con la personalización, las infraestructuras… Es cierto también que tengo muchísima gente que luego, no dentro del club, sino externos, de patrocinadores, que nos ayudan. Pero el peso de la organización al final recae en Suso, que lo intento liberar lo más que pueda, porque él ya tiene esa responsabilidad de entrenar el equipo y conseguir el objetivo, sobre Sergio Valenzuela que es el entrenador de porteras, o sobre mí, no hay más. Entonces mi día a día al final es estar continuamente en contacto con la asesoría, con la jugadora, con las instituciones, con los políticos, con la empresa, seguir buscando recursos económicos para seguir creciendo, necesitamos más apoyo.
¿Esto ha sido fruto de un proceso? ¿Pensaba que se iba a llegar a donde está ahora el Costa del Sol? Ahora mismo es uno de los grandes, a lo mejor por presupuesto no, pero los nombres que se ponen sobre la mesa al principio de temporada sois vosotras, Bera Bera, Elche.
Bueno, siempre soñaba con querer llegar ahí, querer organizar Copa de Reina, querer ganarla, siempre, entonces es cierto que miras para atrás y dices, bueno, ni en mis mejores sueños, pero también es cierto que aquí nadie regala nada, entonces creo que se ha hecho un trabajo muy bueno, un trabajo que no se ve. Al final se ve lo que es el resultado, la puesta en escena, pero todo el trabajo que hay detrás del día a día, cuando lo pones sobre la mesa. Es cierto que el trabajo luego tiene que dar sus frutos. Pero esto no es sólo en estos últimos años, el club ha cumplido treinta años y es un trabajo de muchos años que ahora se ha recogido.
Y cómo vive los partidos en el palco.
Aunque llevo ya tiempo, al principio era horrible, porque estar arriba se pasa mucho peor. Abajo estás con las jugadoras, puedes saltar campo, puedes ayudar en algún momento dado, pero estando arriba es que se pasa muy mal. Y no solamente se pasa mal el día del partido, se pasa mal toda la semana, porque toda la semana estás pensando que tengo un partido muy importante, que aquí no puedo fallar porque te puedes quedar afuera, o es que si se gana, se gana un título y hay mucha presión, y se pasa mal. Estás ahí, y tú ahí evidentemente ya no puedes hacer nada, y se pasa mucho peor que cuando se estaba en el campo. No me he terminado de acostumbrar.
Y lo caprichosa que es la vida, que toda la firma del equipo ha llegado sin que el alma mater de este club, que es Diego Carrasco, lo haya podido ver, ¿cuánto lo habéis echado de menos?
Bueno, yo creo que Diego es una persona que siempre está presente en nuestro día a día, no solamente en el club, hablamos de Diego y lo tenemos muy presente, él nos inculcó todos los valores del deporte, el respeto, el trabajo, el sacrificio, la humildad y nosotros eso lo tenemos muy presente. Yo he sido una privilegiada porque he estado años a su lado y he aprendido mucho de él, muchísimo, me han costado muchas peleas, muchos disgustos, pero ahora te das cuenta de que, por lo menos a mí, me ha hecho ser mejor en lo que hago.
"Diego Carrasco está presente en nuestro día. Nos inculcó todos los valores del deporte, el respeto, el trabajo, el sacrificio".
¿Se te abren las puertas cuando las tocas para los recursos económicos, para el patrocinio?
Como se están ganando títulos, pues te abren mucho más las puertas, y es cierto que de unos años para acá, se nota ese cambio. Hay empresas que te llaman y que quieren estar. A mí se me han cerrado muchísimas puertas y cuando alguien te llama y te quiere ofrecer la colaboración, pues a mí muchas veces dudo si es verdad o no. Pero cuesta, porque si hacemos un balance de lo que el equipo ha crecido, de dónde está, creo que estamos todavía muy por debajo de la ayuda que creo y considero humildemente que deberíamos tener. Pero yo soy muy insistente, no me gusta tirar la toalla, soy muy competitiva y no admito un no por respuesta. Y cuando una puerta se cierra, por experiencia, se abren muchas más y es la constancia, el seguir ahí es lo que te hace que el club siga creciendo.
¿Las instituciones?
Pues mira gracias a la Diputación de Málaga hubo un antes y un después. Cuando a mí Francisco Salado, presidente de la Diputación, me dice que se interesa por el equipo y que nos quiere patrocinar -el club lleva el nombre de Costa del Sol- me acuerdo perfectamente. Era un momento que, a pesar de haber ganado ese año los tres títulos, fue después justo de la pandemia y nuestro futuro era muy incierto, muchas empresas nos quitaban apoyo o nos lo bajaban como era normal, porque veníamos de una crisis. Estábamos en el Rincón de la Victoria viendo un partido de Europa que llevamos allí, y Francis me preguntó por el presupuesto, y me dijo que nos iba a patrocinar el año siguiente. Desde entonces, se puede comprobar perfectamente el crecimiento, no solamente en el primer equipo, sino todo lo que ha crecido a nivel de infraestructura, de equipos de base, de escuelas, de que te llaman, que quieren que las canteras vayan a hacer una charla, los colegios quieren que vayan las jugadoras… A a nivel institucional, la Diputación primero como patrocinador principal, y el Ayuntamiento de Málaga, son los dos que más nos están apoyando. Que la Diputación sea nuestro patrocinador principal supuso un antes y un después, porque te da sobre todo estabilidad, porque puedes planificar, de la otra manera, nosotros siempre estábamos con la incertidumbre de si al siguiente año el patrocinador iba a seguir, si nos van a apoyar más, si nos van a apoyar menos, y era muy complicado hacer una plantilla competitiva. Ahora tenemos esa estabilidad de poder negociar con una jugadora en el mes de enero, porque ya sabemos qué presupuesto vamos a tener el año siguiente. Fue muy importante para nosotras esa llegada, y también se ven ahí los éxitos. Tú puedes tener las ganas y la ilusión y no podemos aspirar a traer jugadoras internacionales o las que queramos no estaríamos aquí hablando de nada.
¿Notáis el reconocimiento de la ciudad, de la gente?
A pesar de ser una ciudad que tiene tantas cosas, donde un fin de semana te puedes ir a la playa, a la montaña, al Unicaja, al Málaga, hay montones de clubes que también están ahí, yo pienso que sí. Carranque cada vez se llena más, sacamos el campo de las Panteras y se agota, en medio día están agotadas las plazas… En la campaña de abonados ya hemos vendido más del 50 por ciento del aforo de Carranque, cuando eso antes no era impensable. Aunque, hombre, siempre hay que aspirar a tener más apoyo.
Si Pepa Moreno echa la vista atrás y ve a la niña que empezó a jugar, ¿imaginaba esta trayectoria?
Cuando empiezas a jugar, te gusta este deporte, jugar con tus amigas... a mí el balonmano siempre me ha apasionado, pero bueno, conforme vas creciendo, vas viendo otras categorías, vas viendo jugadoras, vas viendo referentes, siempre piensas que quieres estar ahí, no piensas que vas a llegar, pero sí que lo tienes en la cabeza. Después, cuando me meto en la presidencia es cuando quiero que mi club sea el mejor. Ahí es cuando a mí me pone el decir, voy a intentarlo, voy a trabajar para que sea el mejor. Y al final, con trabajo y constancia, y es cierto que también hemos tenido suerte de que las jugadoras también han querido venir al club, han querido apostar también por nosotras, llegan los éxitos.
Ha hablado que las jugadoras quieren venir al club. ¿Está siendo más fácil ahora negociar fichajes?
Sí, muchísimo más. Antes teníamos que tirar mucho al mercado internacional, traer jugadoras de fuera, y costaba muchísimo más confeccionar las plantillas, ahora afortunadamente son cada vez más las niñas que quieren venir a jugar al club. Cuando estás asentado ahí, cuando sabes que eres un club que vamos a luchar y a pelear, y desde nuestra parte lo ponemos todo para que se pueda dar, las jugadoras al final ven que es un club que ha crecido mucho. Además, ahora todas las jugadoras están contratadas, sólo se dedican a jugar al balonmano. Es una situación diferente a la que vienen de trabajar y tienen que entrenar, porque al final la exigencia no es la misma, vienen jugadoras jóvenes que también vienen por los estudios. Y Málaga ahora mismo es una ciudad que está de moda, que ha crecido muchísimo, en comunicaciones, está la universidad… al final es todo. Ahora nos es más difícil hacer una plantilla, tenemos que perfilar más porque ahora cuando tienes tantas jugadoras que quieren venir al club tienes que ir moviendo piezas que tú veas que pueden encajar. Antes era que si llamo a la primera y me dice que sí, me la traigo. Ahora, afortunadamente, no es el caso. Para mí es un orgullo que jugadoras llamen a la puerta de este club, igual que hay empresas que también lo están haciendo.
¿Le ocurre muchas veces de que usted es el último eslabón, el que tiene que decidir, que ya no puede llamar a nadie más?
A mí la parte directiva y de la gestión me gusta. Pero aunque todo es muy bonito, la verdad que en los últimos años, a pesar del éxito del club, tengo mucho desgaste. En mi parcera estoy sola, y siento la soledad de la gestión. Antes Diego era mi gran apoyo, me apoyaba mucho en él, sobre todo cuando llegas a tu casa, cuando terminas un campeonato, de organizar una Copa de la Reina, siempre tienes a alguien con quien en ese momento te desahogabas. Esa parte si lo noto mucho, sino la figura de tener como tu mano derecha, de poder en todo desahogarse. Las jugadoras tienen una vida, tienen que desconectar, cada uno tiene su familia, tiene sus parejas. Porque con Diego después de tantos años nos miramos y sabíamos lo que queríamos decir, y eso quiera que no, como que te iba vaciando la mochila. Y ahora me la cargo mucho. Intento, bueno, para mí voy mucho al campo a correr, porque me despejo mucho, pero yo ahí sí que noto, es difícil, el día a día a mí, hay días que me pesa la temporada demasiado, demasiado.
¿Cuál es el próximo reto de las Panteras?
El próximo reto es jugar la segunda competición europea (EHF) y pasar, por lo menos, a los cuartos de final. Porque nos quedamos ahí A un poquito de jugar los cuartos de final. ¿Y por qué no? Me gustaría jugar la Final Four, claro, porque aquello es un espectáculo. Llegar allí un fin de semana, tiene que ser algo… Nosotros este año viajando por Europa te das cuenta de lo que supone el balonmano femenino en algunos países. Y ahí es donde muchas veces te replanteas ¿seguimos o no seguimos? Cuando tú vas fuera a jugar y ves esos pabellones, las instalaciones, que justo al lado se comunican con la residencia de las jugadoras… Es verdad que en los países nórdicos el deporte rey es el balonmano femenino. Que no lo es ni el masculino. Pues tú llegas allí y es envidia, envidia sana. Yo me acuerdo cuando Diego decía: “yo quiero tener grandes jugadoras”. Y yo le decía: “es más fácil que te vayas fuera a que vengan a Málaga”, porque así. Se nota, simplemente llegas allí y ves cómo montan y desmontan un pabellón. Y tú dices, madre mía, estamos nosotros, pero primitivos totales. Y claro, y tú dices, nosotros no vamos a poder llegar a esto. Pero también luego se demuestra que al final lo que la gente si tú lo difundes y lo abres, la gente lo compra, le gusta. Cuando lo vendes, cuando la gente viene a ver un partido de las Panteras, se lo pasa bien. Todo el que viene a ver balonmano femenino se queda. Y ahora simplemente con la llegada de Iberdrola y con que nos televisan los partidos en Teledeporte, también hemos visto un antes y un después, la gente ve más balonmano femenino.
"Me gustaría que llegara una empresa privada apostando por el club y tener unas instalaciones para el club, aunque no sean nuestras"
¿Tiene alguna espinita como presidenta? ¿Algo que se le haya resistido?
Pues a mí sí que me gustaría que algún día que llegara una empresa privada, me gustaría que las empresas de Málaga, las empresas buenas malagueñas, estuvieran con el equipo. A mí eso sí me gustaría muchísimo, porque yo al final soy muy malagueña, y me siento malagueña, y yo con Málaga muero, y siempre he defendido a Málaga y Andalucía, en todos lados. Y sí es cierto que a veces veo que hay empresas que me gustaría que estuvieran en el club, hay empresas muy malagueñas que digo: ¿por qué con nosotras no? Hay empresas como, por ejemplo, Cerveza Victoria que está con nosotras, y para mí es un orgullo, porque al final hay algo más malagueño que Cerveza Victoria... Entonces hay más empresas muy importantes que te enorgullece decir que están con nosotras. Igual que ellos hacen tanto, porque hacen muchísimo por la ciudad de Málaga, que están con los primeros equipos de la ciudad, porqué no están con nosotras, que también somos un primer equipo. Ahí sí que se ve esa diferencia todavía, eso es lo que a mí me queda, es romper eso, porque considero que el club ha llegado muy arriba, siempre hemos soñado y no pensamos que no, y se ha conseguido, tenemos todos los títulos a nivel nacional. En Europa creo que todavía para jugar la segunda competición hay que crecer más en presupuesto. El año pasado hicimos una fase de grupos con la que subimos el ranking a nivel nacional, pero la realidad es otra. Vas a jugar fuera y a nivel de infraestructuras, de presupuesto, tienen siete, ocho, diez millones de euros. Pero nosotros hemos demostrado aquí que con muy poco hemos llegado hasta ahí. Por eso siempre me queda la duda de qué pasaría si tuviéramos el cincuenta por ciento del presupuesto de esos equipos. Y, sobre todo, también lo que sí me queda pendiente es que algún día podamos tener unas instalaciones. No propias, porque también es muy complicado, pero que se diga este es el pabellón donde juegan las Panteras, que tengamos una infraestructura donde podamos simplemente elegir los horarios de entrenamiento, que podamos tener todo adaptado, personalizado. Porque si tú le llegas a un patrocinador y le ofreces unas instalaciones donde va a lucir su logo todo el año, es más fácil. Entonces a mí sí me quedan dos cosas pendientes, el pabellón de las Panteras y que las empresas de Málaga nos apoyaran un poquito más.
¿Y eso del pabellón de las Panteras se ha tanteado, se ha preguntado?
En eso llevo ya mucho tiempo investigando, preguntando y creo que es algo que complicado.
¿E irse fuera de Málaga, por ejemplo, como se fue en la UMA de fútbol sala a Antequera?
Hombre, a mí no me gustaría tener que tomar esa decisión. Sí, hay muchos municipios potentes alrededor. La verdad que, sobre todo Antequera, también nos ha acogido en la fase de grupos, porque, por ejemplo, en la segunda competición europea del año pasado tuvimos muchísimos problemas con las instalaciones, porque en Carranque no podíamos jugar. La EHF te marca una serie de puntos en el que la única instalación que reunía los requisitos era el Martín Carpena. y uno lo tuvimos que jugar en Antequera porque en el Carpena no estaba disponible. Teníamos un problema muy serio de instalaciones. Soy consciente de que si nosotras queremos seguir creciendo necesitamos unas instalaciones, pero no solamente para el primer equipo, sino porque al final tenemos repartido por todo Málaga y la provincia la escuela, muchas niñas y niños. También es importante porque pueden venir las niñas y te puedes cruzar con jugadoras del primer equipo. Entonces, tener unas instalaciones donde se desarrollen todos los equipos de la base junto con el primer equipo, pues sería importante.
¿Qué caminos se han explorado para intentar tener esas instalaciones?
Una de las vías podría ser que una empresa privada quiera apostar por ese proyecto, que después se pueda utilizar el pabellón. Yo no quiero que me dan las llaves, no. Pero me gustarías unas instalaciones con pistas exteriores para meter a los niños, que puedas disponer de ellas y que puedas cumplir una serie de requisitos que son mínimos, como unas pantallas marcadoras de LED, como una distancia de las gradas a la pista, que nos permiten para competir en Europa. A día de hoy el Martín Carpena, que a pesar de que batimos un récord y de que metimos el último partido a 3.000 personas, que está muy bien, siguen siendo unas instalaciones muy grandes para nosotras, no son unas instalaciones de balonmano. El Argüelles (Antequera) para mí es un pabellón perfecto para el balonmano y ellos lo tienen muy acondicionado, tienen su pista, tienen sus leds… No estamos pidiendo un palacio de deportes.
Se ha definido como muy malagueña, que defiende a Málaga por donde va. ¿Por qué? ¿Qué le da Málaga?
Todo. Yo aquí soy muy feliz y yo aquí lo he tenido todo y bueno, y si todo el mundo quiere venir a Málaga a vivir será por algo, ¿no? Bueno, al final desde pequeñita me han inculcado a defender unos colores, he estado asentada en una ciudad y a pesar de todo siempre me he visto muy respaldada en ese aspecto, ¿no? Y es algo que sientes, que naces con ello, que te lo inculcan y en Málaga es donde voy a morir.
Usted es de Ciudad Jardín. ¿Qué recuerdos tiene de niña en Málaga?
Málaga no tiene nada que ver con lo de ahora. Recuerdo mucho la calle Larios cuando era peatonal y tengo muchas imágenes, porque yo bajaba mucho al centro con mi madre, aparcábamos el coche allí en dobles fila, me acuerdo yo que te multaban y ahora es lo que es, una de las calles más bonitas de España. A mí me encanta la playa, yo no puedo vivir en un sitio donde no venga playa, Málaga tiene playa y tiene campo y tiene la costa y tiene, es que no sé, dices ¿dónde quieres ir?, ¿dónde te vas? Yo he viajado mucho, afortunadamente por el Balonmano y cuando estoy fuera a los tres días quiero volver a Málaga, eso es por algo, ¿no? La echo mucho de menos. El clima, el ambiente y bueno, porque aquí al final yo tengo mi familia, mis amigos, mi club y yo aquí pues soy feliz.
¿Qué le gusta aparte del Balonmano? Se le ve en el Carpena muchas veces, en La Rosaleda también alguna vez.
Me gusta mucho el Unicaja, o sea, a mí me encanta ir a ver al Unicaja, me parece un ambiente espectacular, espectacular y sobre todo para ir con los niños, las niñas. Los valores, el respeto que hay allí, la afición estando con el equipo, me encanta el Unicaja. Cada vez que puedo voy. Al Málaga también, me gusta mucho más Unicaja, aunque ahora hay un montón de personas que se van a echar encima, jajajaja. También tengo muy buenos amigos en el Málaga, en el fútbol, Málaga tiene que tener un equipo en primera, que la ciudad no se merece menos y conozco mucha gente, de ahí que han pasado un año muy duro y bueno, ver sufrir a tus amigos y amigas no es nada fácil, Les deseo lo mejor y cada vez que puedo voy, pero es cierto que el Carpena tiene algo, tiene magia, ¿no? Tiene, no sé, esos cánticos, esas animaciones, al equipo. Te metes allí y es un espectáculo ir a ver el Unicaja.
¿Y algún deporte que siga practicando?
Sí, me gusta mucho y yo hago mucho deporte. Hago crossfit o voy a boxeo, algunas veces entreno con las niñas y ahora lo que más, más estoy en el campo, haciendo carrera de montaña, me voy, me pego allí 12, 14, 20 kilómetros, lo que pille. Me despeja mucho y me gusta mucho la naturaleza. Es una parte ahora que he descubierto hace unos años. Y luego tampoco mucho más, que no me da mucho tiempo a más historias, que al final mi vida es de ir de pabellón en pabellón.
¿No desconecta?
Cuando salgo de viaje, si hay alguna competición de balonmano para mí son unas vacaciones perfectas, porque hago turismo y veo un partido de Europa o de un Mundial, de las selecciones, para mí eso es ideal, aunque alguien diga que no desconecto. Pero es que a mí me encanta el balonmano, entonces ya ver un partido de la final de un Mundial, un Europeo, pues bueno, es el turismo perfecto. Todo el día de turismo y después termino viendo un gran partido, como el año pasado en el Mundial de Polonia y Suecia, que fuimos a ver a los hispanos, que quedaron tercero ganándole a Suecia. Fuimos allí todos, animando, para mí fue un muy buen viaje de cuatro días.
¿Y algún rincón de Málaga, algún plan que no se pierda?
A mí lo que me gusta es ir a la playa, aunque últimamente voy muy poco. Tengo ahí un sitio en la Carihuela, que es donde me gusta ir a pasar un día entero de playa. Lo hacía antes mucho con Diego, solo podíamos ir un par de veces, porque tampoco nos daba mucho más la temporada, pero en medio de agosto, tres o cuatro veces íbamos ahí a un chiringuito que teníamos allí en la Carihuela y me gusta mucho esa zona, me trae muy buenos recuerdos. Hacía mucho tiempo que no iba, ahora ya sí puedo ir, pero al principio, cuando falleció Diego me costó muchos años, pero es un sitio muy especial, un sitio muy bonito. Paso también a ver la Virgen del Carmen de la Carihuela en la Iglesia y es muy especial. Y este año por primera vez fui a verla cuando la sacaron en el mes de julio, porque Diego era muy devoto de esa virgen, siempre que íbamos a la playa, cuando terminábamos se metía dentro a rezar, yo siempre lo esperaba afuera, porque íbamos con el perro y él siempre pasaba y le pedía que algún día ganar el título. Diego siempre pedía que Carranque algún día estuviera lleno. Siempre decía que su sueño era ver Carranque lleno y apoyando al equipo. Y algún día conseguir un título para Málaga, para su ciudad y para el club, pero primero para Málaga. Entonces, al final, cuando vemos a Carranque lleno, cuando hicimos ese récord de 7.000 personas en el Carpena a nivel nacional, te emocionas mucho y te da pena que él se pierda estas cosas. Muchas veces digo si Diego viniera a Carranque y viera cómo está o en el Carpena, que eso fue, para mí, lo más grande que he vivido y creo que es muy difícil superar eso. Pues imagina a Diego allí, estaría llorando.
¿Con qué se queda de lo que lleva vivido como presidenta del Costa del Sol?
Lo más especial y que siempre lo voy a llevar con cariño es la Copa de la Reina de Alhaurín de la Torre (2020). Porque eso fue estando Diego vivo. La competición que siempre queríamos ganar era la Copa de la Reina. Nosotros antes de clasificarnos siempre viajábamos a verla y siempre decíamos que cómo sería jugarla u organizarla. Pues imagínate ganarla. Pues hemos organizado tres Copas de la Reina y hemos ganado dos. Y, claro, el primer año fue nuestro primer título. Esa Copa de la Reina se organizó con el que era concejal de Deportes de Alhaurín, Prudencio Ruiz, que nos ha ayudado siempre un montón. Y me acuerdo que nos lo llevamos a un viaje a un partido de Europa y se vino con nosotras. Le dije venga, vente y acompaña, ve al equipo. Y justo en el avión le dije, ¿y si hacemos la Copa de la Reina en Alhaurín? Esto justo antes de la pandemia. Pues venga, vamos a mirarlo, me dijo. Y antes de aterrizar el avión ya estábamos organizando la Copa de la Reina. Después Diego falleció, vino la pandemia y en vez de en abril se hizo en septiembre. Y, claro, era el primer evento que se hacía con público. Era todo reto, en este club es que son todos retos. Había unas distancias, pero vamos, descomunales. Y a ver cómo iba a salir aquello. Y bueno, y sobre todo, todo lo que envolvía, ¿no? Había mucha emoción. Estaba Diego tan presente, porque él quería jugar la Copa de la Reina allí en Alhaurín. Pues imagínate cuando se ganó. Eso fue algo inexplicable. Y eso es algo que tú dices, bueno, pues al final la vida te recompensa. Te quita, pero también te da. Fue un momento de decir, bueno, cumplí una promesa. Levantar esa copa… Me acuerdo que la levantó Sole y que luego me la dio... Se me ponen los pelos de punta. Se podrán seguir ganando títulos, ojalá, pero para mí la Copa de la Reina en Alhaurín de la Torre es todo. No solamente ganar el título, sino todo lo que envolvió ese título.
No hemos hablado de su etapa de jugadora. Se retiró con 38 años siendo además presidenta, ¿qué le faltó?
A mí me hubiera gustado por lo menos debutar en Europa con el club. Porque el último año sí conseguimos la clasificación para Europa, que fue mi último año jugando. Por primera vez conseguimos la clasificación, pero claro, a mí ya me pesaba. El año siguiente tenía que organizar jugar en Europa. Se organizaba también la Copa de la Reina en Ciudad Jardín, que también se hizo, y yo ya no podía seguir con la exigencia del entrenamiento, de la organización... Y claro, me quedó la espinita esa, que muchas veces le digo a Suso, déjame que me vista (risas). Que me deje que salga, yo saco, doy dos pases y me voy. Eso sí se me quedó. A nivel internacional he jugado con la selección española de balonmano playa, he estado muchísimos años, pero con el club no me he vestido en Europa. Pero bueno, yo lo disfruto como si lo hubiera hecho, porque para mí es un orgullo ver a las Panteras competir en Europa y de la manera en que lo hacen. Al final, el club es el escudo, ¿no? Si tú eres parte de él... Pero bueno, todavía puede ser que salga y me vista.
"Como jugadora me quedó pendiente jugar con las Panteras en Europa. De vez en cuando le digo a Suso que me saque y dé dos pases"
Que Suso le dé la camiseta...
Hay que convencerlo, hay que convencerlo.
Bueno, dice que nunca ha aceptado un no por respuesta.
No, pero bueno, ya hay cosas... Yo en la parte técnica no me meto mucho.
Está en plena forma por lo que cuenta...
Para salir dos minutos, sí (risas). Ahora en serio, yo en la parte técnica. Confío mucho en Suso, lo ha demostrado. No lo voy a descubrir, su éxito se cuenta por sí solo. Pero es que para mí Suso es una parte fundamental de que yo siga adelante. Porque para mí es mi gran apoyo. Es verdad que intento quitarle mucho trabajo, muchas cosas. Pero él siempre está ahí. Y yo he estado ahí en los momentos que no quería estar nadie. En los momentos muy difíciles. Él cogió el club, se puso de entrenador, aceptó. Y fue un año, el primer año que falleció Diego, muy duro. En el que yo prácticamente estaba muy desaparecida. Él tiró para adelante con todo y eso no lo hace cualquiera. Ahora lo fácil es estar, lo difícil era estar antes. Lo fácil ahora, entre comillas, quiere colaborar, patrocinar al club. Lo difícil era antes, ¿no? Entonces ahí, por eso recalco mucho el apoyo de la Diputación de Málaga. Y empresas, como En Pie o Automóviles Torre, que llevan toda la vida con nosotras. Valoro mucho a la gente que en los momentos difíciles está contigo. Sé que mientras yo esté aquí, van a estar. Otra cosa ya es si yo no estoy, ya no lo sé.
Entonces tenemos Pepa Moreno para rato en el Costa del Sol.
Bueno, si no se me llena mucho la mochila. También es cierto que me gustaría algún día empezar a saber quién puede ser un sustituto o una sustituta. Lo que pasa que es complicado. Porque somos un deporte minoritario. Hemos crecido y avanzado muchísimo y tenemos mucha visibilidad. Y creo que los pocos que formamos el club, pues hacemos bien las cosas. Pero te pesa, porque al final estás toda la vida luchando. Porque esto es una lucha, siempre tienes que hacer más y demostrar más para que te sigan apoyando. A veces eso te frustra, sí te vienen los momentos de bajón, sí te hace pensar porqué, si ya todo lo que realmente querías, entre comillas, se ha conseguido. Hemos conseguido una liga, se ha conseguido la Copa Reina, la Supercopa, hemos jugado la segunda competición europea. Hemos conseguido el reconocimiento de la ciudad, nos ha reconocido una masa social, hemos metido 3.000 personas en el Carpeta, tenemos nuestra estrella allí en el paseo. Son muchas cosas y te dices sigo chocando contra las puertas. Pero bueno, es cierto que yo soy muy cabezona y muy insistente. También lo reconozco. Y me gustan mucho los retos. Y cuando me dicen que algo es no, yo voy más por ello.