Del empate del Málaga CF ante el Sporting de Gijón, a pesar de solo cosechar un punto, solo se pueden sacar buenas noticias. La primera es que José Alberto ha recuperado a viejos efectivos para la causa: Juande, Kevin y Roberto regresaron este domingo a la titularidad. Otra puede ser el estado de forma de Ramón, quien, además del gol, dio un recital de cómo manejar el juego de su equipo. Y la última, y no menos importante, la integración de Aleix Febas y Álvaro Vadillo con pocas sesiones de entrenamiento.
Sin embargo, hay algo que destacó por encima de todo. El equipo blanquiazul tuvo una cara en la segunda parte que pocas veces se le había visto y no por la presión adelantada o por la férrea defensa, sino que fue…¡con el balón! Una cuestión nada habitual en muchos partidos de la temporada. El Málaga CF tuvo ante el equipo gijonés una posesión que rondó el 66.8%, lógica, en cierta parte, para un conjunto que tenía que remontar el resultado, pero no para el blanquiazul poco acostumbrado a mantener el balón.
La sensación entre los aficionados está clara: hay un nuevo centro del campo que enamora. José Alberto alineó un doble pivote formado por Ramón y Escassi, que se vio alterado tras el descanso por unas molestias de Juande con el que no quisieron arriesgar tras volver de lesión. Por lo que el capitán pasó a ser pareja de Peybernes y su posición en el terreno de juego la ocupó Aleix Febas. No se amedrentó por haber entrenado poco, pidió el balón y, aunque erró algunos pases al principio, el juego combinativo volcó a sus compañeros hacia la otra portería.
Los dos jóvenes fueron quienes manejaron el tempo del partido. La Liga notificó que el conjunto de Martiricos dio ante el Sporting 480 pases acertados, una cifra muy alejada de lo que se ha podido observar en muchos tramos de la temporada. Y aún más importante, más de la mitad fueron en campo rival. ¿Lo normal? No. Tal y como ocurrió contra el Alcorcón, este equipo ha pecado siempre de encontrar pocos espacios entre líneas y de tener muchos problemas para sacar la pelota desde atrás.
Precisamente ha llegado Aleix Febas en este mercado de invierno, con opción a compra, porque al once titular le faltaba un jugador que supiera qué hacer con el balón. Como no podía ser de otra manera, Ramón Enríquez fue el jugador que más pases buenos repartió (77). Le siguen cuatro blanquiazules que ocuparon demarcación defensiva: Peybernes (60), Escassi (53), Víctor Gómez (50) y Javi Jiménez (49). Mientras que Febas dio 32 y Jozabed 17, ambos sin jugar el partido completo.
¿Problemas en el once?
A José Alberto se le ha planteado una nueva situación y quizás un problema. El once titular tipo del técnico gijonés es un 4-4-2 con un centro del campo formado por un doble pivote, dos extremos con buen esfuerzo defensivo y dos delanteros. Ramón, por nivel de juego, parece inamovible. Escassi es la piedra angular sobre la que edifica este equipo. ¿Tiene hueco Aleix Febas saliendo de inicio con ambos? Por sistema natural podría tenerlo al poder jugar en la banda, pero necesita el balón para ser importante y perdería referencia pegado a la cal. Sin olvidar la vuelta de Jozabed y la presencia puntual de Dani Lorenzo.
Febas y Ramón pueden jugar juntos, y casi que deben por el interés del club. Sin embargo, no pueden hacerlo mucho tiempo solos porque ya se notó el domingo que no son especialistas en tareas ofensivas. De ahí, la importancia de Escassi. Ahora bien, si jugasen los tres se pasaría a un 4-3-3. Por lo que los extremos pasarían a jugar en una posición más ofensiva y habría un punta menos cuando el Málaga CF tiene en plantilla a cuatro.
Así que bendito problema el que tiene por delante José Alberto si quiere mantener la cara que su equipo tuvo en la segunda parte. Además, tiene mucho tiempo para pensar. Este fin de semana hay descanso por la Supercopa de España. Por lo que será interesante saber cómo soluciona este dilema para el partido contra el Ibiza. Recursos hay para hacerlo. Son muchos. La cuestión será cómo situar al máximo número de ellos en el once inicial. Pero lo que es cierto es que cuando el centro del campo funciona, el equipo funciona.