Faltan tres días para que el Málaga CF arranque de manera oficial la temporada. Lo hará en Burgos, en el estadio El Plantío el domingo a partir de las 22.00 horas. Llega con el bloque hecho, con el rodaje que permite la pretemporada pero con las ideas claras tras las dobles sesiones a las que Pablo Adrián Guede ha sometido a los suyos desde el 4 de julio. Pero cuando todo parecía ir rodado, al Málaga CF se le ha enquistado un asunto: las últimas incorporaciones al proyecto para el asalto a Primera División.
A la plantilla blanquiazul le faltan algunas piezas en el ataque, especialmente el deseado mediapunta que anhela Pablo Guede, y algún extremo que permita alternativas en la banda. Son las prioridades. Desde el club se sabía que estas piezas tardarían en llegar una vez que el núcleo duro de la plantilla estaba cerrado. Pero los nombres que deberían completar la plantilla estaban amarrados. Pero uno a uno, o se han ido cayendo y están apareciendo piedras en el camino.
El primero en la lista para reforzar los extremos era Lago Junior. El jugador del Mallorca no entraba en los planes de Javier Aguirre antes de que arrancara la pretemporada. Pero la pelota echó a rodar y Junior empezó a descatar como el mejor jugador bermellón en la pretemporada. A eso hay que añadir que después de las incorporaciones de Manolo Reina y Aleix Febas a coste a cero, el Mallorca era reacio a dejar salir a otro jugador a coste cero rumbo a la Costa del Sol.
El plan B era el del francés Jérémie Bela. Era un jugador con rendimiento demostrado en la categoría de plata, donde había marcado goles con el Albacete. Cuando el Málaga tenía avanzada las negociaciones con el jugador, que veía con buenos ojos firmar por el conjunto blanquiazul, se cruzó en el camino el Clermont Foot 63 de la Ligue 1 francesa.
Además de las bandas, sobre la mesa el nombre del mediapunta deseado por Guede. Y no es otro que el de José Ángel Pozo. El de Fuengirola está en las filas del Rayo Vallecano, que es reticente a dejarlo salir porque no tiene recambios en su plantilla. Es el objeto de deseo tanto del entrenador argentino como de Manolo Gaspar, pero su cesión, que es a lo que aspira el Málaga CF, se antoja complicada de momento. De llegar, lo haría cerca del cierre del mercado.
En la nómina de aspirantes a futuros jugadores blanquiazules ha entrado también el delantero del Sporting de Gijón Fran Villalba. El Málaga ha ampliado el abanico y se baraja el nombre del delantero valenciano, que tras jugar cedido la temporada pasada en El Molinón el Sporting ejecutó la opción de compra al Birmingham City F. C. El Sporting lo ha inscrito en LaLiga, pero el presidente ejecutivo de los asturianos, David Guerra, ha dicho que "otra cosa será lo que termine dictando el mercado".
El último nombre en sumarse a la lista es el del sevillano Curro Sánchez, en las filas del UD Almería. Con un perfil de extremo, suma experiencia en Segunda con el Sevilla Atlético, el Numancia y la Ponferradina. En Soria, en la 19-20, firmó 13 goles a pesar de que los rojillos se fueron a Segunda B. Perdió protagonismo la temporada pasada en Almería, donde anotó dos goles y fue titular en once ocasiones. Ahora no entra en los planes de Rubí y el Málaga está el acecho. Su contratación no es posible salvo que se concrete en plazo la venta de Ricardo Horta al Benfica desde el Sporting de Braga. Una venta por la que el málaga percibiría un pellizco importante.
Con los candidatos cayéndose uno detrás de otro, la opción más firme que tiene el Málaga hasta el momento para el ataque es la de Adrián López, entrenando desde el arranque de la pretemporada a las órdenes de Guede y es del gusto del entrenador argentino. Ha tenido pocos minutos en la pretemporada y tiene tres semanas todavía para convencer al club de que se le haga la ficha.
Mientras, el balón echa a rodar el domingo con pocos efectivos en ataque.