Las expectativas eran tan altas que las dudas han tardado solo un partido en llegar al Málaga CF. La imagen dejada en Burgos por el equipo adiestrado por Pablo Guede, que cayó 1-0 en el debut liguero, ha dejado preocupación en el malaguismo y uno de los focos apunta directamente al sistema empleado por el técnico argentino, el ya conocido 1-3-5-2.
Lo que más se ha trabajado durante la pretemporada ya está puesto en cuarentena. Salió Pablo Guede a El Plantío con lo esperado, con la única novedad de Luis Muñoz, que se quedó en el banquillo. Pero a pesar de las dos ocasiones claras de Rubén Castro, el resultado y, sobre todo el rendimiento, fue negativo. Lo reconoció el técnico al finalizar el partido: "Nos superaron en muchas cosas".
Uno de los agujeros que tiene la forma de jugar del equipo blanquiazul son los riesgos que se asume, con una defensa adelantada y que se encuentra despoblada cuando recibe contras bien articulados. Los carrileros adelantan sus posiciones cuando el equipo tiene la pelota, y cuando esta se pierde, están muy lejos de la zona defensiva. Ese se puede paliar con la línea de tres atrás. Pero lo cierto es que en Burgos, cada vez que el conjunto local salía al contragolpe, se palpaba la sensación de peligro y finalizaron muchas jugadas.
El hecho de los carrileros adelanten tanto su posición con la pelota puede mermar la fortaleza defensiva del equipo. El gol, de hecho, fue una cadena de errores en la marca y la falta de decisión de Manolo Reina bajo los palos.
Otra de las máculas que se le han visto al sistema durante la pretemporada y, sobre todo en Burgos, ha sido la falta de profundidad en las bandas. A los carrileros, responsables de toda la banda, les cuesta llegar a la línea de cal. Ni Juanfran ni Javi Jiménez tuvieron presencia ofensiva en el partido del pasado domingo. Eso redujo los ataques blanquiazules a la habilidad mostrada por Rubén Castro y Aleix Febas para entrar por dentro, pero solo encontraron el camino en dos ocasiones.
Y siguiendo con las bandas, la falta de alternativas a los dos carrileros en la plantilla también pone en duda que el sistema utilizado por Guede, el que más le gusta según el propio técnico reconoce, sea el más efectivo para esta plantilla. De hecho, después del gol encajado, Pablo Guede retiró del campo a Juanfran y el carril fue para Jonás Ramalho, que puede jugar puntualmente de lateral derecho pero que es central. Javi Jiménez tiene a Víctor Olmo como alternativa, pero en la pretemporada se ha mostrado aún verde.
Y en cuanto a ocasiones, en Burgos solo los mencionados Castro y Febas encontraron el sendero de la portería. La pretemporada no ha sido goleadora ni tampoco han llovido las ocasiones. Hasta ahora, al Málaga le ha costado crear peligro por dentro, que es para lo que está diseñado este sistema, que provoca un efecto embudo e impide más llegadas desde la segunda línea, con jugadores aptos para ello como Jozabed, Febas o Luis Muñoz.
Pero todos estos interrogantes no son definitivos para cambiar lo que se ha trabajado, solo se lleva una jornada de Liga y el lunes espera La Rosaleda, con el malaguismo deseando ver al equipo.