Al Málaga CF se le está haciendo eterna esta semana. Empezó a hacérsele más larga de la cuenta tras firmar la cuarta derrota en cinco partidos en Huesca la noche del domingo, ya que no tendría chance hasta pasados ocho días, el lunes en Tenerife. Mucho tiempo de por medio. Y se le atragantó directamente el martes, cuando las paredes del Anexo de La Rosaleda amanecieron con pintadas contra casi todos los nombres posibles que llevan el rumbo del equipo. Desde el administrador judicial, José María Muñoz, hasta la jefa de prensa. Pasando por Manolo Gaspar y el entrenador Pablo Adrián Guede. Y el club entró al juego de las pintadas. No parece la mejor decisión.
El martes por la mañana, unas pintadas en el campo de entrenamiento del Málaga ponían en la diana a Pablo Guede, Manolo Gaspar, José María Muñoz, Bravo, Josemi y Ana Vera, además de al alcalde de la ciudad, Francisco de la Torre, que respondió pidiendo al club que una reacción después de los malos resultados y la mala imagen y de inyectar 1,5 millones de euros para mejorar la plantilla.
Quizás, a esas pintadas se le dio un protagonismo excesivo, porque se desconoce su autoría y, desde luego, no representan a la afición malaguista en su totalidad, que sí es cierto que está cabreada como se pudo comprobar en las gradas de La Rosaleda tras la derrota contra el Albacete. Pero el club lo que hizo fue apagar el fuego con gasolina.
En una decisión torpe, en lugar de borrar las pintadas, que es lo que se hace habitualmente en estos caso, respondió con otro mensaje en las mismas paredes. "Memoria, compromiso, fe", fue la respuesta. Lejos de dejar estar la polémica, el debate continuó en el entorno del Málaga y en los medios de comunicación.
Pablo Guede pasó ese mismo mediodía de puntillas por el desencanto de la afición durante una entrevista en los micrófonos de la Cadena COPE. Dejó pasar la oportunidad de lanzar un mensaje contundente.
El club decidió salir en rueda de prensa con tres jugadores a cerrar filas con el entrenador. Fran Sol, Manolo Reina y Juanfran. Solo este último fue contundente al respecto defendiendo la figura de Pablo Guede. Eso era dentro del estadio.
Fuera, hubo contrarréplica al mensaje del club contra pintada contra la réplica del club: "No tenéis memoria, ni compromiso, ni fe". Y también réplica a la contrarréplica: "Gracias, afición" ha sido, hasta ahora el último del cruce de mensajes entre el club y ese sector de la afición, al que se desconoce y desde la entidad se ha decidido darle importancia, que ha optado por encender un fuego en la semana más delicada de lo poco que va de curso.
Ahora, tras hablar en las paredes, toca hablar en el campo. Con fútbol. El lunes en Tenerife se podrá comprobar si ha habido conjura para revertir la situación o este Málaga de Guede ya no tiene remedio.