Para Pepe Mel, la eliminación del Málaga CF de la Copa del Rey este jueves a manos del Nástic de Tarragona no fue una paso atrás, porque nadie se puede distraer de lo importante, que es la liga y el partido del próximo sábado 7 de enero contra el Tenerife en La Rosaleda. No fue un paso atrás, tampoco adelante, pero sí fue algo más que una eliminación, otra más, del torneo del k.o., ya que en este choque había varias cosas más en juego tras un año horrible como ha sido 2022 para la entidad malacitana.
Por un lado, estaba en juego el pase a la siguiente ronda de la Copa del Rey, que se jugará en la primera semana de enero, y que iba a enfrentar al Málaga CF contra un equipo de Primera División en La Rosaleda. Eso podría haberle brindado a la afición el enfrentamiento en su estadio contra un rival de mayor entidad, de los que hace tiempo que no pasan por La Rosaleda. Fue uno de los aspectos que destacó Pepe Mel en la previa.
Pero si para algo podría servir esta eliminatoria era para recuperar sensaciones. Sobre todo, la sensación de ser capaz de ganar dos partidos consecutivos. Algo que no ha hecho el Málaga en todo 2022. Tras la buena victoria contra el Alavés, los blanquiazules tenían la posibilidad de ganar el segundo partido seguido, era un escenario propicio para conseguirlo. Pero eso también queda en el debe del Málaga. Además, se cayó repitiendo los errores individuales que lo tienen condenado a la zona de descenso de Segunda División.
En los deberes del Málaga también estaba en Tarragona darle una alegría a la afición, que despidiera el año con una imagen positiva del equipo. Pero nada más lejos de la realidad. A más de uno se le torcerá el gesto esta Nochebuena cuando reciba algún regalo que tenga que ver con el equipo blanquiazul de las manos de Papá Noel. Se merecía el malaguismo un último baile en el que al menos no se tropezasen los pies. Pero el baile acabó en trastazo.
Mel había puesto otro plus a este partido: que algunos jugadores a los que se les espera dieran un paso adelante. Los N'Diaye, Luis Muñoz, Bustinza, Fran Sol o Ramón tenían la oportunidad de reivindicarse. Ninguno lo hizo, alguno emborronó más todavía su año, como el que caso de Ramón con su fallo clamoroso en el 2-1 que puso al Málaga en la calle.
El Málaga está fuera de la Copa del Rey, pero ha dejado escapar además algunos intangibles que le hubiesen venido muy bien para después de las vacaciones. Ahora la responsabilidad es todavía mayor contra el Tenerife.