El Málaga CF le ha encomendado la misión del milagro que sería la permanencia a Sergio Pellicer, que se pone manos a la obra la tarde de este miércoles para preparar el partido del domingo en Gijón contra el Sporting y lo que queda de temporada con el objetivo que ya cumplió en dos ocasiones, mantener al equipo en Segunda División. 

Así lo ha confirmado de manera oficial el Málaga CF tras la destitución de Pepe Mel al frente de la nave malaguista. El de Nules inicia por tanto su nueva etapa en el conjunto malaguista como entrenador. Su camiseta ya la defendió en Segunda B como jugador en los inicios de la refundación del equipo. 

Sergio Pellicer asumió las riendas del Málaga a mitad de la temporada 2019-20, cuando fue destituido Víctor Sánchez del Amo por causas deportivas -el equipo estaba en descenso-, y extradeportivas -el vídeo de contenido sexual que se filtró y en el que aparecía con la camiseta del conjunto blanquiazul. 

Agarró el equipo en la jornada 23 con 23 puntos, uno por encima del descenso, y lo llevó hasta los 53 firmando una salvación holgada cuando pintaban bastos en Martiricos, especialmente por la situación institucional del equipo. 

La temporada siguiente continuó en el banquillo de un Málaga muy castigado por la sanción de LaLiga al superar el límite salarial, que lo condenaba a tener nada más que 18 fichas disponibles del primer equipo, lo que suponía hacer piruetas en cada alineación para no incumplir con el mínimo de jugadores profesionales en cada partido. 

Sorpresivamente, la entidad decidió no renovar a Pellicer a pesar de su labor más que notable en una situación muy desfavorable. Llegó José Alberto, después Natxo González, después Pablo Guede, que culminó la 21-22 y arrancó la 22-23, y después Pepe Mel, hasta cerrar el círculo de nuevo con la vuelta del castellonense. 

Pellicer se quedó sin equipo y a mitad de la temporada pasada asumió las riendas del Fuenlabrada, casi desahuciado en la tabla. Dirigió diez partidos de los que solo ganó uno, empató cuatro y perdió cinco, siendo destituido en la jornada 30. 

Ahora regresa al Málaga CF,  que está a cuatro puntos de la salvación con 18 partidos por delante, para intentar obrar un milagro con un equipo al que nada le sale derecho.