Manolo Gaspar ya es historia del Málaga CF. El hasta hoy director deportivo de la entidad blanquiazul ha anunciado que deja su cargo al frente de 'La Cueva' el día después del cierre del mercado de fichajes, en el que no pudo concretar ninguna operación, porque "el club piensa que es el momento de separar nuestros caminos".
El ya exdirector deportivo ha comparecido en la sala de prensa Juan Cortés respaldado por todo el club, jugadores y trabajadores, en el que ha roto en lágrimas leyendo un comunicado en el que ha recordado toda su carrera en el Málaga, tanto de jugador como en la parcela deportiva.
Manolo Gaspar ha dicho que había tomado la decisión cuando tuvo que destituir a Pablo Guede, porque que no se lo comunicó al club. Sin embargo, en su comunicado ha leído que "el club piensa que es el momento de separar nuestros caminos".
Tras señalarse como "el responsable máximo de la parcela deportiva", por lo que "los resultados mandan. Es así de fácil".
"Asumo mis aciertos y, sobre todo mis errores", ha relatado un Gaspar que ha vivido "tres años sin tregua, de montaña rusa", y en los ha visto "prácticamente nacer de nuevo al club" para tener que "reinventarse" temporada tras temporada.
El exresponsable de 'La Cueva' asegunra que se despide "sin rencores, sin reproches y agradecido por una oportunidad que posiblemente en otra coyuntura no hubiera tenido".
Tras leer el comunicado que le ha costado terminar, Manolo Gaspar ha explicado que el momento de su marcha ha llegado ahora porque el club le pidió continuar apelando a la "lealtad".
No se planteó su salida tras el final de la temporada pasada por que se venía con "ganas de pelear" y porque lo convenció Pablo Guede del proyecto que querían poner en marcha.
Gaspar ya no le pondrá más el pecho a las balas, como le gustaba decir cada que se le preguntaba por las críticas, tornadas en cánticos y casi un clamor de la afición malaguista contra su figura.
El paleño asumió más que la dirección deportiva, una patata caliente, a final de 2019 para sustituir a José Luis Pérez Caminero. Sin duda, en una de las etapas más complicadas para ejercer esas funciones, con el club sancionado por LaLiga, que impedía al Málaga tener más de dieciocho fichas profesionales.
Tras hacer malabares para cumplir el límite salarial y tener una plantilla de garantías en sus dos primeros cursos al frente del club, Gaspar ha pinchado, a tener de los resultados, en la configuración de la plantilla de las dos últimas temporadas, cuando más margen tenía, y se había convertido en el centro de las iras de una afición cansada de acudir de forma numerosa al estadio y no tener resultados.
Tampoco, siempre con los números sobre la mesa, ha acertado en la elección de los entrenadores, especialmente a raíz de la destitución de José Alberto López a mitad de la 2021-2022. Confiar en Pablo Guede y darle voz y voto en la configuración de una plantilla descompensada para esta temporada, a pesar de la llegada de nombres que hicieron incluso soñar con pelear el ascenso, ha sido la gota que ha colmado el vaso.
Desde la jornada cuatro, en la derrota contra el Albacete, se ha entonado en La Rosaleda el '¡Manolo, vete ya!', además de ser el centro de las críticas en unas pintadas aparecidas en las paredes del estadio. A pesar de ello, el administrador judicial del club, José María Muñoz, siempre ha mostrado su plena confianza en el paleño.
Pero el crédito de Manolo Gaspar se había agotado y él mismo se ha encargado de poner fin a su etapa en el Málaga CF.