Rubén Castro. Escrito con letras de oro en la historia del fútbol español. A punto de cumplir los 42 años, el delantero canario se ha convertido en el máximo goleador nacional de la historia de la Liga, entre Primera y Segunda División, con un total de 285 goles en toda su carrera.
Primero, un remate de primeras puesto al segundo palo por Fran Villalba, y después una delicatesen picando la pelota por encima de Cristian Álvarez para redondear el 3-0 de los blanquiazules frente al Zaragoza en La Rosaleda.
Llegó en verano como el hombre que le daba el salto de calidad al proyecto, el que hacía soñar al malaguismo, pero la cosa se torció desde el principio. El Málaga no ganaba y Castro de terminaba de carburar.
Por eso ha tardado tanto en alcanzar los siete goles que lo separaban de Enrique Castro Quini. Se ha le ido resistiendo al canario hasta la jornada 28, con el doblete ante el Zaragoza.
Pero ya lo tiene en su mano. Castro ha goleado con las camisetas de Las Palmas, Albacete, Deportivo de La Coruña, Nástic de Tarragona, Huesca, Rayo Vallecano, Betis, Cartagena y Málaga CF.
Su etapa en el Betis durante siete temporadas fue la que lo consagró como uno de los grandes goleadores del fútbol español.
A pesar de su veteranía, Castro no ha ido empeorando sus cifras a medida que ha ido avanzando su carrera. Al contrario, las ha afianzado. De hecho, este verano firmó por el Málaga tras dos temporadas en el Cartagena donde marcó 19 y 20 goles con la camiseta blanquinegra.
En Málaga le ha costado arrancar, pero parece que superará la decena. De hecho, ahora busca el récord de máximo goleador de la historia de Segunda, Con 192 goles en la categoría de plata, tiene a tiro de dos a Nino, histórico delantero del Elche.
Va a por él.