El Málaga CF empieza su andar por las catacumbas del fútbol español este mismo lunes, aunque todavía queda una jornada de esta temporada 2022-2023, que tristemente entra en la historia blanquiazul. No hay tiempo -más- que perder en las oficinas de Martiricos para intentar arreglar el fracaso certificado este sábado en Vitoria tras caer contra el Alavés.
Lo primero que ha hecho el Málaga tras el comunicado pidiendo perdón a la afición y a la ciudad, ha sido convocar una rueda de prensa del administrador judicial, José María Muñoz, y el director general, Kike Pérez, para este martes en la que se espera que tracen la hoja de ruta en los próximos días para empezar a armar el proyecto de la nueva realidad a la que se enfrenta el club a partir de ahora, con una categoría nueva, fuera del fútbol profesional veinticinco años después.
Esta misma semana puede llegar el anuncio del director deportivo encargado de armar una plantilla que pelee por volver a Segunda la temporada que viene. En los últimos días, Loren Juarros, antiguo director deportivo de la Real Sociedad, parece haber ganado enteros para ser el elegido.
Además, aunque se ha reafirmado varias veces en su decisión, ahora con el descenso ya certificado, Kike Pérez tendrá que volver a ratificar a Sergio Pellicer como entrenador para la próxima temporada. Hasta ahora, el respaldo hacia el de Nules ha sido total.
Aunque antes de que arranque esta nueva era, el malaguismo espera que rueden cabezas. La que más en la picota está es la del administrador judicial, José María Muñoz. Pero Muñoz está puesto ahí por la jueza que lleva que decidió la administración judicial de la entidad y no se espera que este vaya a dimitir de su cargo. Está por ver quién cae a partir de ahora.
Esta comparecencia también es una oportunidad para que José María Muñoz pueda hacer autocrítica si lo cree conveniente, puesto que en su última rueda de prensa se limitó a culpar a la pelota, que no entraba, como única causante de los males del Málaga CF.
Como adelantó Kike Pérez tras la derrota en Ponferrada que dejaba al Málaga virtualmente en Primera RFEF, existía un Plan B consistente en pensar el club en la tercera categoría del fútbol español. El martes se conocerá en qué consiste ese plan, tanto a nivel de plantilla como a nivel económico, ya que el escenario en el que se manejará el Málaga la próxima temporada es totalmente diferente al de esta, donde ha crecido hasta ser el cuarto límite salarial de la competición.
Desde ya, el malaguismo espera respuestas y soluciones.