El Málaga CF pasó por Linares sin que Alfonso Herrero se tuviera que emplear a destajo, sin sufrir apenas peligro salvo el mínimo esperado de un equipo que empuja mucho en su estadio, con la cuarta victoria consecutiva que suponen tres puntos más, doce en total, con Roberto alargando la racha de cara a portería, con la meta a cero por segundo partido consecutivo, y ya sí, con la vitola de favorito al ascenso en este Grupo 2 de RFEF.
Se le pedía al Málaga una victoria contra un rival de tronío, y este Linares lo es, especialmente en su estadio. Y es lo que hizo el equipo de Pellicer, imponerse 0-1 con un cabezazo de Roberto en la primera mitad que le sirve al Málaga para mantenerse tercero en la tabla y ganar un encuentro que no era un partido más. Jugó cuando pudo, estuvo en su sitio durante 90 minutos, nadie se ahorró un gramo de esfuerzo, y el malaguismo que invadió Linarejos se volvió feliz en las casi tres horas de viaje hacia la Costa del Sol.
Lo había adelantado Pellicer en la previa y lo hizo. Seguramente hubiese algún cambio en el equipo. Este fue el de Dani Lorenzo por Larrubia. El resto, los mismos. Herrero en la portería, Gabilondo y Víctor García laterales, Nelson y Juande de centrales; Genaro y Sangalli en la medular con Dani Lorenzo más pegado a la derecha y Kevin en la izquierda, con Dioni de segundo delantero y Roberto de '9'. Era un 1-4-4-2 de manual que se modificaba en los peores minutos del Málaga cuando Dani Lorenzo salía de su zona para pedir la pelota.
No entró cómodo el Málaga CF al partido, que estuvo los primeros diez minutos a merced del Linares, que en el minuto cuatro se pudo adelantar en el marcador. El remate de cabeza de Samu Corral a una pelota muy bien puesta desde la izquierda se fue besando el palo. Los cientos de malaguistas que estaban detrás de la portería de Herrero empujaron el balón fuera. La jugada había arrancado con un desajuste de Dani Lorenzo, que no estaba en la zona derecha en el repliegue y el Linares batió líneas con facilidad.
Pasado el susto y minimizado el Linares, que había movido la pelota con criterio pero sin mucha profundidad, el Málaga CF empezó a tenerla, a pisar el campo local y a empujar a los de Óscar Fernández hacia su área. Pero el juego era lento, hacía mucho calor, ningún equipo terminaba de hacerse con la pelota ya que ambos ponían mucha intensidad a neutralizar al rival.
Con el partido en tierra de nadie, con el Málaga algo más perdido, llegó el primer acercamiento con algo de peligro de los blanquiazules, en Linarejos de verde manzana. Una jugada por la derecha con Gabilondo llegando entre paredes hasta el fondo y poniéndola la desbarató la defensa azulina. No llegó a ser ocasión, pero fue lo que más olió a peligro hasta entonces.
Y en el 36', con otra pelota rebotada por la defensa del Linares, ésta le llegó a Víctor García. Tuvo fe en el centro y la puso muy alta, pero de dulce, al segundo palo. Pero la ocasión había que fabricársela, no digamos el gol. Y es lo que hizo Roberto. Cuando la pelota caía llovida le ganó la posición a Manolo Molina, el espigado central linarense. Remató escorado, al palo más largo de Samu Casado, y el balón entró llorando. Gol del Málaga. El banquillo fue un resorte. Roberto firmaba su tercera diana del curso y los de Pellicer se ponían por delante en una plaza muy complicada.
El gol dejó sonado al Linares, que no reaccionó ya hasta el descanso. Kevin tuvo una incursión de quilates por la izquierda pero sin culminar.
Sí salió bien el Málaga de la caseta. El Linares dejó más espacios y eso sirvió para generar peligro en los primeros minutos de la segunda mitad. Tuvo su momento Gabilondo con dos internadas peligrosas.
Pero el Málaga sobre todo supo neutralizar al Linares, que solo inquietó de verdad en una ocasión, cuando Alfonso Herrero en el 72' mandó a córner un disparo seco de Berlanga que había llegado propiciado por un error en la salida del balón, cuando se arriesgó más de la cuenta para sacar la pelota cuando el juego pedía otra cosa.
Pellicer había ido cambiando piezas. Molina y Larrubia por Genaro y Dani Lorenzo. Más tarde, Juanpe y Juan Hernández por Dioni y Kevin. Entre tanto, Roberto picando piedra sin parar, rindiendo a la grada malaguista una semana más.
Lo intentó el Linares en los últimos minutos más los cinco de descuento colgando cualquier balón parado al área, pero se mantuvo firme el Málaga. No dudó, no le temblaron las piernas.
Tres puntos y más que tres puntos para el Málaga, que supera la prueba del algodón de la categoría. A por la cuarta, que espera el San Fernando.