Es de perogrullo que el de esta temporada es un nuevo Málaga CF. En todos los aspectos, porque las circunstancias ya no tienen nada que ver con las de la temporada pasada. Y una de las muchas novedades es que este equipo sí reacciona, siempre, sabe recibir los golpes y volver al cuadrilátero para continuar en la pelea. Como hizo ayer en Huelva, como ha hecho ya varias veces esta temporada, nunca le pierde la cara a los partidos.
El Málaga CF 2022-2023, el que consumó el desastre de caer al abismo de la Primera RFEF, fuera del fútbol profesional, si por algo se caracterizó fue por besar la lona constantemente. Era incapaz de reaccionar ante cualquier traspié durante los partidos, un gol en contra era el clavo definitivo en la tumba cada partido. Una expulsión, lo mismo. Hay muchos ejemplos de cómo el equipo se caía con todo a las primeras de cambio, especialmente en la etapa de Pepe Mel en el banquillo, que solía lamentarse de la incapacidad del equipo para reaccionar.
Todo lo contrario de lo que está ocurriendo esta temporada. El Málaga CF no acusa los golpes. Siempre vuelve. El primero llegó pronto, tras un vendaval de diez minutos en Castellón, llegó el primer tanto de la temporada. Lejos de perderle la cara al encuentro, el Málaga fue tejiendo la reacción hasta que fue capaz de poner las tablas en el marcador por medio de Genaro. Incluso, tuvo opciones de ganar del partido. No pudo reponerse al mazazo final de los locales, pero los de Pellicer cayeron de pie.
Lo mismo ocurrió en La Rosaleda cuando recibió el empate del Atlético de Madrid B. Persiguió los tres puntos y se fue a por ellos para conquistarlos en la última jugada del partido, con el cabezazo de Einar Galilea. No tembló tampoco el equipo blanquiazul delante de los suyos.
Contra el Atlético Baleares el Málaga también supo cómo afrontar el gol en contra, fruto además de un despiste de los que la temporada pasada era imposible levantarse. Roberto y Dioni le dieron la vuelta para ganar en el estadio Balear. Otra vez se había encajado bien el golpe.
Y el último revés al que se ha repuesto fue este domingo en el Colombino contra un Recre muy bravo, que le supo coger la matrícula al Málaga para llevar el partido a su terreno. Tras unos primeros minutos en los que la iniciativa era malaguista, el Decano cerró filas y espacios para intentar castigar a la contra o a balón parado. Logró adelantarse nada más salir de la caseta aprovechando una cadena de errores de la defensa del Málaga, poniendo la tarde muy cuesta arriba al equipo de Pellicer.
El Málaga pareció noqueado unos minutos. Pero ahí apareció Dioni para ir activando a sus compañeros y enseñar los caminos de la reacción. El delantero malagueño marcó un golazo en el que no se puede olvidar el trabajo de Roberto y los de Martiricos asumieron la locura en la que entró el partido tras el empate. Cualquiera pudo llevarse el gato al agua, más el Recre, pero el Málaga siempre puso la otra mejilla para recibir y reaccionar.
Así, será complicado que al Málaga se le escapen muchos puntos.