Debutó en Primera División con 19 años. El único partido completo y titular fue en el Santiago Bernabéu contra el Real Madrid. Era 2010 y llevaba la camiseta del RCD Espanyol. Los vericuetos del futbol lo llevaron el último día del mercado de fichajes a La Rosaleda. Cuando el malaguismo esperaba un extremo, llegó alguien para llevar el timón. Y las circunstancias lo han llevado a cogerlo cuando van catorce jornadas de liga. Se llama Manu Molina y ya empieza a marcarle el paso al Málaga CF de Pellicer.
Ahora tiene 32 años y no es aquel casi veinteañero al que la camiseta le quedaba grande. Ejecuta con pausa, no lento, pero piensa rápido. Siempre busca las posibilidades de pase que tiene por delante. Antes de recibir la pelota ya tiene la cabeza levantada con el radar buscando compañeros para superar líneas rivales.
En Murcia cuajó un partido notable. A balón parado empieza a carburar, como en el segundo gol del Málaga, con el cabezazo de Murillo en un córner que el ‘12’ había puesto de forma impecable. Es una de sus especialidades y desde su debut asume esa responsabilidad si está en el campo.
El centrocampista onubense se sitúa en la base del centro del campo como primer eslabón con la defensa para intentar llevar la pelota al área contraria. Es un centrocampista de creación. De hecho, cuando el Málaga CF perdía 0-2 contra el Alcoyano Pellicer dejó en la caseta a Genaro para darle entrada a Molina. Aunque no surtió el efecto deseado.
Molina llegó a Málaga este verano como agente libre el último día del mercado. Eso le impidió hacer la pretemporada y estar al mismo ritmo que sus compañeros. Entró en el equipo tarde y, a pesar de mostrar algo diferente siempre que tenía la pelota en los pies, era palpable la falta de ritmo. De hecho, hasta la jornada 14 no ha jugado su primer partido completo esta temporada.
Encadenó tres partidos en el once de manera consecutiva -Recreativo de Huelva, Melilla y Real Madrid Castilla-, pero antes de visitar al Antequera cayó lesionado y estuvo dos jornadas fuera. Tuvo que forzar su regreso en el descanso contra el Alcoyano, por el resultado adverso y por la tarjeta de Genaro.
Con el Málaga bajo mínimos en esa zona del campo, con Ramón, Juanpe y Sangalli de baja, sumando la ausencia del capitán Genaro, que vio la quinta amarilla y no estará contra el Atlético Sanluqueño, Manu Molina está obligado a tirar del carro del Málaga el próximo sábado y confirmar las buenas sensaciones que dejó en la Nueva Condomina. Falta le hace al Málaga, al que ya ha empezado a marcarle el ritmo.