El Málaga CF no ha finalizado la primera vuelta del campeonato en Primera RFEF, le quedan dos jornadas, pero el parón navideño que empezó este domingo nada más terminar el encuentro contra el Algeciras, el último de 2023, marca un punto de inflexión para valorar cómo ha sido el primer tramo de la temporada en Martiricos. "Rozando el sobresaliente, notable-sobresaliente", sentenció Sergio Pellicer en la sala de prensa tras la victoria por 2-1 con agonía final.
Y tiene sus motivos el técnico malaguista. Los que expuso delante de los micrófonos y algunos más. "Me quedo con los 35 puntos, el único debe que hemos tenido en nuestro estadio es el de no ser constante durante los noventa minutos. Le doy un notable-sobresaliente por los puntos y por todo lo que ha acontecido con la gente joven", explicó el de Nules.
Con 35 puntos, el Málaga es tercero en el Grupo 2 de Primera RFEF. Cinco menos que los intratables Castellón e Ibiza, sin ningún momento de debilidad en lo que va de curso. Con esa misma puntuación, el Málaga sería colíder en el Grupo 1. Son números de ascenso directo en otras temporadas. La distancia con los dos de arriba es fruto de los cuatro partidos consecutivos sin ganar en La Rosaleda. El domingo se le puso fin a este bache con el 2-1 al Algeciras y una primera parte en la que vio a un gran Málaga.
La plantilla es una mezcla de veteranos y noveles. La aportación y el papel asumido por estos últimos fue lo que destacó Pellicer. Cuando empezó a configurarse la plantilla, había plena confianza en los jóvenes que tendrían ficha del primer equipo, incluidos los que volvían de cesión. Pero también dudas de si serían capaces de hacer del Málaga un equipo que peleara todo el curso arriba. Hasta, todas las dudas están fuera. Hombres como Larrubia, Kevin, Dani Lorenzo y Roberto son capitales en el equipo. Las lesiones le han dado un rol de protagonista absoluto al central Murillo. En los últimos partidos también ha aparecido Moussa a un buen nivel y Cordero aprovecha todos los minutos que le da Pellicer. Siempre aporta. El último en subirse al tren, también por las circunstancias, es una de las joyas de la cantera, Izan Merino. Apunta alto. Está por ver en qué queda la irrupción de Ochoa. Pero los canteranos se han echado el equipo a la espalda.
Pero el notable-sobresaliente se lo lleva el Málaga por más motivos. El equipo ha surfeado la ola de lesiones que ha sufrido desde el mes de septiembre. Frente al Algeciras había hasta diez bajas entre lesiones y la sanción por acumulación de amarillas de Dani Lorenzo. Ofreció los que posiblemente sean los mejores minutos en lo que va de curso en La Rosaleda frente un rival de la zona alta como el Algeciras. El equipo lleva cogido con pinzas durante muchas jornadas, con bajas todas las semanas. Algunas, muy dolorosas, como la de Haitam con la rotura de cruzado para toda la temporada, la de Nelson Monte, uno de los baluartes del equipo, que estará unos dos meses fuera por una rotura de clavícula, o la de Ramón, que todavía no ha debutado y puede que esté fuera hasta el mes de marzo. Destaca, sobre todo a la hora de organizar el juego de ataque, la de Luca Sangalli, que ya lleva dos meses fuera por una lesión en el gemelo que no se termina de curar.
El Málaga CF no se ha desconectado nunca de los partidos. Ha sido competitivo en todas sus citas, de local y de visitante, y cuando no ha podido, como en los partidos en La Rosaleda contra el Sanluqueño o el Alcoyano, fue porque se le apagó la luz en los últimos metros, pero nunca se dejó ir.
Otra de las virtudes del Málaga CF es que el vestuario vuelve a ser una piña. Los jugadores van todos a una, ha sido capaces de conjugar veteranía y juventud con armonía, con los veteranos guiando el camino y estando cerca de los más jóvenes. El papel de los Alfonso Herrero, Dioni, Nelson o Galilea está siendo fundamental. Por supuesto, del capitán Genaro, que con sus virtudes y sus defectos está convenciendo a una Rosaleda que siempre dudó de él. Además, suma tres goles y muchas ocasiones llegando desde atrás.
Y sobre todo, el Málaga ha superado todas las expectativas que había puestas en esta plantilla antes de arrancar el campeonato. La confección de la plantilla generaba dudas, sobre todo por la llegada de algunos jugadores desconocidos. También por lo que podrían ofrecer los jóvenes. Tampoco despertó ilusión el desembarco del director deportivo, Loren Juarros, que llevaba cinco años inactivos. Después de 17 partidos de liga y 2 de Copa del Rey, el Málaga tiene una plantilla para pelear por el ascenso directo, que se puede mejorar con algo de acierto en el mercado de invierno. Los blanquiazules están en los puestos de playoff desde la jornada 3. Es cierto que nunca han estado cerca del Castellón, líder todo el curso, pero la sensación es que se le puede mantener el pulso hasta el final.
El fútbol no volverá hasta el 2 de enero, cuando el Málaga visite al Intercity. Será la penúltima jornada de la primera vuelta. La última, la visita al Alfonso Murube de Ceuta. Los de Pellicer tiene el reto de convertir el casi sobresaliente en matrícula de honor.