Al Málaga CF se le atraganta La Rosaleda. Por donde debía pasar el ascenso a Segunda División se ha convertido en un suplicio para los de Pellicer, que empatan a cero contra el Murcia en un choque que acabó con polémica por un posible penalti a Víctor García a falta de cinco minutos, y con diez jugadores por la expulsión de Ferreiro en el minuto 85 por doble amarilla. Se va otra oportunidad de escalar en la tabla porque el Ibiza perdía a la misma hora contra el Atlético de Madrid B, pero los blanquiazules necesitan un mundo para marcar un gol, y por ahí se le están escapando los puestos altos de la tabla.
Los blanquiazules fueron superiores a un Murcia que salió a controlar los tiempos del partido, pero en la segunda mitad se vieron dominados por un Málaga que subió revoluciones con la entrada de Ramón, Dioni y Ferreiro al campo, insuficientes para llevarse los tres puntos. Son ya tres jornadas como local sin ganar. El Ceuta aprieta por detrás y los blanquiazules no terminan de dar con la tecla.
La principal novedad de la mañana fue que no hubo novedad. Pellicer, por primera vez esta temporada, apostó por el mismo once que se enfrentó y ganó al Atlético de Madrid B la jornada anterior. Justo cuando más armas tenía para meterle mano al equipo, con diez hombres en el banquillo. Ferreiro, Dioni, Sangalli, Juanpe, Ramón... Era una nómina a tener en cuenta la que tenía de refresco el técnico malaguista.
Por recordad, Herrero, Gabilondo, Nelson, Juande, Víctor García, Genaro, Manu Molina, Larrubia, Dani Lorenzo, Kevin y Roberto fueron los que saltaron al césped de inicio.
La mañana era fresca en La Rosaleda y el cielo estaba encapotado. El calor no iba a pesar en las piernas de los futbolistas. Aunque a la media hora salió el sol. 22.715 espectadores lo vivieron en primera persona, entre ellos un millar de aficionados del Murcia.
El Málaga salió a llevar la iniciativa. Tuvo la pelota, la llevó de un lado a otro, pero sin encontrar ninguna brecha en la zaga murciana. Sabit era un bastión en el pivote. Lo más llamativo en el primer cuarto de hora fue que hubo que detener el juego por un aficionado que en Fondo Sur alto había sufrido un síncope, según informó el club. No pasó a mayores y se retiró por su propio pie tras ser atendida por efectivos de la Cruz Roja.
Hasta el 27' no tuvo una ocasión clara el Málaga, cuando Dani Lorenzo estrelló en la defensa el pase de la muerte de Larrubia desde la derecha. El rechace lo remató ajustado pero muy blando Genaro.
Larrubia y Kevin, en los extremos, se metían por dentro y Dani Lorenzo ganaba metros, las bandas se quedaban para los laterales. Pero el Murcia ahora mismo es un roca. Ni la temprana amarilla al central Marcos Mauro por un manotazo a Roberto cuando le ganaba la carrera hacía dudar a los de Pablo Alfaro.
A los 34' Sánchez Sánchez tomó una decisión más que controvertida. Kevin fue derribado dentro de la media luna. Señaló falta y el canterano cogió rápido la pelota y se la dio a Roberto que estaba sólo. El colegiado lo paró. La falta la sacó Víctor García con mucha pontencia pero Manu García puso los puños para despejarla. La Rosaleda apretaba en esos momentos y el Málaga se contagiaba. La pelota en ese tramo era ya sólo del Málaga. El Murcia era incapaz de quedársela y sólo podía escupirla. Pero se mantenía muy firme atrás, sin acularse en su área.
Justo antes del descanso a Genaro le faltó un palmo para llegar a una pelota puesta con mucho veneno por Kevin al segundo palo. Lo siguiente, un remate forzado del propio Kevin tras un buen intercambio entre Dani Lorenzo y Larrubia. El Murcia era un manojo de nervios sin saber muy bien que hacer. Les llegó el descanso como agua de mayo.
Un paso adelante tras el descanso
La segunda mitad arrancó con una amarilla para Genaro en la primera jugada. Se tiró al suelo y llegó tardísimo, en campo rival. Evitable. Lejos de dar un paso adelante, el Murcia salió a dormir el partido. El primer eslabón era Manu García en cada saque de puerta. En los primeros minutos el Málaga filtraba pases por dentro, pero faltaba el definitivo. Y Pablo Alfaro decidió darle un vuelco a su equipo con las entradas de Isi Gómez y el ex del Antequera Loren Burón, una flecha. Redobló la mano Pellicer con Ferreiro, Dioni y Ramón por Roberto, Genaro y Larrubia.
De primera la partida la ganó Pellicer. Ramón empezó a darle verticalidad al equipo. En el 64' Ferreiro se sacó un zapatazo con la zurda que se fue cerca de la escuadra. Ramón, Dani Lorenzo, Ferreiro y Dioni se buscaban y se encontraban. Pero tampoco dieron con la tecla para cercar la portería de Manu García, que amenazaba el récord de imbatibilidad de Alfonso Herrero.
Ochoa por Manu Molina era la siguiente apuesta de Pellicer. La tuvo Gabilondo en el 76' con un balón franco en la frontal, pero remató de primeras con la zurda y se le fue muy desviada.
Casi perfecta fue la siguiente. Ferreiro recogió dentro del área un balón que se le había trastabillado a Ochoa y Dioni. Tuvo la calma de pisarla y acomodársela a la izquierda. La mandó al larguero con Manu García haciendo la estatua.
En el 80' se cayó La Rosaleda reclamando un penalti que parecía claro a Víctor García. Había movido la pelota el Málaga de derecha a izquierda rápido y Ramón encontró el definitivo para el '14', que entraba solo cómo la una para reventarla. Pero cayó al suelo y Dani Lorenzo se hincaba de rodillas con las manos en la cabeza. Dio la sensación de todas formas de que se durmió en los laureles con el remate y la repetición televisiva deja dudas.
El sindiós acabó con Ferreiro expulsado dos minutos después. Se llevó una amarilla en la protesta. Después se tiró a por un balón al suelo, lo rebañó llegando antes que el rival, pero Sánchez Sánchez vio falta y amarilla. Esta sí fue la jugada escandalosa de la mañana. Pellicer reaccionó quitando a Kevin y dando entrada a Juanpe. A falta de cinco minutos cambiaba todo el escenario. Pero siguió siendo el Málaga el que quiso más con uno menos, pero se notó la inferioridad a la hora de recuperar la pelota. En el campo del Málaga se murió el partido y se tiró por la borda una oportunidad más de escalar en la tabla. El Ibiza había perdido. Y el Málaga no sabe cómo ganar en La Rosaleda. Un drama.