El malaguismo ha invadido este viernes el Aeropuerto de Málaga para despedir a los jugadores blanquiazules antes de partir rumbo a Tarragona, donde este sábado pelearán el ansiado ascenso a Segunda División tras la victoria 2-1 en el partido de ida en La Rosaleda. Cientos de malaguistas han dado cita en el hall del edificio para entonar todo tipo de cánticos de ánimo a los hombres de Sergio Pellicer, rememorando lo vivido antes del viaje a Vigo para jugar la ida de las semifinales. 

La afición se había citado a las 16:00 en el aeropuerto para esperar la llegada del autobús del equipo, que viajará en chárter para el partido de este sábado después de haber celebrado este viernes por la mañana el último entrenamiento de la temporada.

A su llegada al aeropuerto, los jugadores de Sergio Pellicer y el resto de la expedición se han encontrado con una marea blanquiazul entregada al equipo, como durante toda la temporada, para darle el último aliento. Mañana, el equipo no podrá estar arropado masivamente como en otras ocasiones esta temporada, porque tan sólo había 528 entradas disponibles para la afición del Málaga. 

Los jugadores, que han llegado hasta el control de equipaje en mitad de la marea malaguista, han correspondido a la afición desde la zona acotada para los pasajeros antes de buscar el avión. 

El grueso del malaguismo se concentrará en el Auditorio Municipal del Cortijo de Torres para ver el partido en una pantalla gigante. Hasta 12.000 localidades se agotaron este miércoles por la mañana cuando el club las puso disponibles para sus socios.