Es una de las personas más solicitadas esta semana por los medios de comunicación malagueños. Atiende a EL ESPAÑOL de Málaga mientras va al volante. No ha terminado de perder su acento del interior de la provincia y el sábado llega a La Rosaleda con la intención de privar al Málaga una jornada más de la primera victoria de la temporada. Es Alberto González (Tolox, 1979), entrenador del Albacete Balompié, próxima rival del conjunto blanquiazul este sábado en Martiricos a partir de las 21:30 horas. Muchos ojos en la grada estarán pendientes del banquillo visitante, serán especialmente los de los vecinos del Tolox que acudan al partido, aunque "el tema de las entradas está complicado". 

Curtido a caballo entre la cantera del Málaga, donde llegó a entrenar al Juvenil División de Honor en la temporada 2010, y la Tercera División (Granada Atlético, Arenas de Armilla, Loja, CP El Ejido -con el que sube a Segunda B-, Real Jaén o San Fernando), echó raíces en Linares en el año 2020, donde estuvo hasta el verano de 2023 consolidando al conjunto azulino en Primera RFEF. La temporada pasada bajó un escalón para impulsar su carrera asumiendo el banquillo del Betis B, al que tenía arriba en la clasificación, cuando le llegó la llamada del Albacete para que lo salvara del descenso en Segunda. Ocho victorias en ocho partidos, más las dos de los dos primeros duelos de la temporada. 

Así llega Alberto González a La Rosaleda, como invicto en Segunda. 

¿Está siendo una semana diferente? ¿Influye el componente sentimental de jugar en Málaga en la preparación del duelo?

No, está siendo una semana más corta -el Albacete jugó el domingo-, pero en el fútbol cuando ganas todo va fenomenal. Pero este es un partido más, un partido de inicio de liga donde todavía sabes que quedan cosas por ajustar, pero bien, bien. Vamos dándole forma al equipo poco a poco.

¿Y el componente emocional?

Yo me aíslo, me aíslo totalmente. Es un partido especial, porque lo es, porque van muchos familiares, muchos amigos, mucha gente de mi pueblo incluso estaban solicitando entradas y están queriendo ir, pero para mí es un partido más.

¿Le han pedido muchas entradas?

Sí, hombre, sí. La verdad que hay un montón de familiares que quieren ir y amigos también. Y hay mucha dificultad para conseguir las entradas. 

¿Qué partido espera el sábado?

Un partido de inicio de Liga, donde los equipos todavía no estamos especialmente ajustados. Ambos vamos mostrando la idea de lo que queremos, pero evidentemente todavía hay más desajustes de los habituales. Ambos equipos intentaremos coger peso en el juego, intentaremos coger el control del juego e iremos viendo conforme vaya pasando a ver quién consigue llevárselo. Al final como siempre, pues lo que manda son las áreas, lo que manda es ser capaces de generar situaciones de gol claras. Y ahí va a estar un poco el partido.

¿Y qué ambiente espera en La Rosaleda el sábado?

Me espero un lleno absoluto. Espero otra vez un ambiente como el que estamos viviendo en el final de Liga y el otro día contra el Mirandés. La verdad es que es muy bonito el espectáculo que se está montando en cada partido.

Hasta ahora, el Albacete suma dos victorias en dos partidos. ¿Es anecdótico?

El fútbol siempre son detalles y la categoría es así. No hay grandes diferencias. Todavía estamos en el arranque. La liga es muy larga, tienen que pasar muchas cosas y bueno, es bonito y está bien empezar sumando puntos, porque da tranquilidad, da confianza. Pero bueno, estamos hartos de ver ejemplos de equipos que arrancan muy bien y luego las cosas cambian. Nosotros intentaremos alargar la dinámica todo lo posible y cuando venga la racha mala, pues intentar estar bien. Igualmente estamos tranquilos y tenemos que seguir trabajando día a día.

Pero a estas dos victorias hay que sumarle las ocho de la temporada pasada. Usted no sabe lo que es perder en Segunda División. ¿Cuál es la fórmula?

La fórmula es que ahora mismo se daba la dinámica de ganar. Pero hay que hacer las cosas bien, lo que no siempre te da los resultados. Ahora mismo hay que aprovechar la dinámica, hacer las cosas con criterio, como creo que las hacemos, y eso nos está llevando a poder ganar partidos. Pero tenemos que seguir trabajando con tranquilidad, tratando de que el equipo coja la idea, tratando de que el equipo sea competitivo cada partido y esperando a que eso te lleve a buenos resultados.

¿Con qué Málaga cree que se va a encontrar? ¿Cuáles son sus peligros?

Es un equipo que tiene más afianzado los conceptos, porque lleva mucho tiempo trabajando con este técnico, pero que se tiene que adaptar un poquito todavía a desarrollar ese juego en la categoría, una categoría tal vez un poco más exigente. El Málaga es un equipo que trata de coger la iniciativa, que aprieta muy fuerte, que trata bien el balón... Veremos si somos capaces de quitarle el balón durante muchos minutos, si somos capaces de impedir que la verticalidad. Que ese desequilibrio que tienen los jugadores jóvenes en la parte de arriba, no puedan seguir desarrollándolo. En fin, un poco tratar de coger esa iniciativa en el juego.

Pocas personas conocerán ahora mismo mejor al Málaga CF que usted, que lo habrá estado estudiando para el partido del sábado. ¿Cómo lo está viendo? ¿Qué futuro le augura esta temporada?

El futuro que tenemos todos, que es la igualdad es máxima. Luego, al final una racha un poco más larga, positiva o un poco más corta negativa, hace que te encuentres en la mitad alta o en la mitad baja. Las diferencias son mínimas. Al final hay tres partidos, cuatro partidos de diferencia entre dos equipos que luchan por playoffs y los que luchan por salvarse. Al final, el que sea capaz de mantener la calma, de seguir trabajando día a día, pues será el que se termine mejor posicionado.

Alberto González dirige un entrenamiento del Albacete. Albacete Balompié

Si pudiera robarle un jugador al Málaga CF el sábado, ¿cuál sería?

Bueno, yo creo que al final es el equipo. Yo creo más en los equipos que en las individualidades. Me gusta cómo funciona el Málaga y me gusta cómo funciona como equipo. Y tiene jugadores, evidentemente. Ahora pierden a Kevin, que estaba siendo muy desequilibrante, pero los jugadores jóvenes que tiene tienen muchísimo talento, irán explotando. Y este partido concreto no sé quién será el más importante, porque al final hay muchos que están haciendo las cosas bien y que cualquiera puede destacar en un partido dado.

¿Ha hablado de los jóvenes? A usted, que ha entrenado a la cantera del Málaga, ¿qué le parece esta apuesta que ha hecho Loren por formar un equipo en el que la base sea de jugadores de la cantera? ¿Cree que ese es el futuro del Málaga?

Hombre, para todos los clubes sería lo ideal. Pero claro, ni todo el mundo puede, porque no hay canteras tan fructíferas como la de Málaga, porque al final Málaga es muy grande y da muchísimos jugadores. Es interesante de poder mantenerlo en la medida que se pueda. Ni es fácil tampoco por lo que digo, porque al final muchos van despuntando y hay otros clubes con más potencial económico que se los van llevando poco a poco. Entonces es difícil. Pero bueno, el tener esa apuesta es muy interesante. Sería lo ideal. 

¿Su nombre nunca se ha relacionado con el Málaga?

Yo he estado en el Málaga dos años, en el Juvenil A de División de Honor. Hubo algún momento en el que pude firmar con el filial, pero no se dio finalmente. En el primer equipo no se ha dado la posibilidad nunca. Tampoco he estado yo a lo mejor en categorías que lo hayan permitido, pero bueno, ¿por qué no? Quién sabe. Nunca se sabe. En un futuro lo que pueda pasar.

¿Le gustaría entrenar al Málaga CF?

Es el equipo de mi tierra y un equipo en el que ya he estado. Estaría encantado de poder compaginar la vida familiar con la vida profesional como cualquiera. Y al final, pues es mi club en cierto modo. Y si es estando en Primera, pues mejor. Soñar es gratis. 

¿Y qué opinión tiene de su colega en el banquillo del Málaga, de Sergio Pellicer?

Yo le tengo mucho aprecio. Creo que en circunstancias muy difíciles ha conseguido resultados y ha conseguido cierta estabilidad en un club en el que no es fácil conseguir esa estabilidad en estos momentos difíciles. 

Para quien no conozca al Alberto González entrenador, ¿a qué equipos se parecen los de Alberto González?

Ninguno. No hay dos equipos iguales. Yo creo que es imposible. Ni dos entrenadores iguales. Cada uno tiene su propia identidad, su propia personalidad y trata de plasmarla en el campo como es él. Yo como entrenador, pues trato de que mi equipo desarrolle la idea que a mí me gusta y con las adaptaciones que siempre tiene a los jugadores que tiene en cada momento. Entonces no es imposible encontrar dos equipos iguales ni parecido.

¿Y cuál es su idea?

A mí me gusta todo lo bueno (risas). Me gusta coger la iniciativa desde la defensa. Me gusta correr cuando se puede correr. Me gusta tener paciencia cuando corresponde. Me gusta que el equipo sepa defender alto, que sepa defender bajo. Me gusta que el equipo sepa hacer todo bien y luego, con los matices que supone cada partido, con los matices que supone tener jugadores diferentes. Pero incluso dentro de una misma plantilla, hay veces que hay jugadores que te permiten hacer ciertas cosas mejor, otros que te permiten hacer otras cosas. Al final, que sea un equipo completo y que sepa adaptarse a las diferentes circunstancias.

Fue uno de los pioneros en implantar el teletrabajo en un entrenador de fútbol -en su etapa de Linares-. ¿Qué tal fue la experiencia?

Fue un tema personal. Se dio la circunstancia de que me lo planteó el propio Linares y durante un par de meses estuvimos haciéndolo de esa forma. Salió bien, porque al final era un equipo muy afianzado, era una parte de la temporada donde el equipo iba funcionando bien. Con mi cuerpo técnico también llevábamos tiempo y estaba bastante rodado. Pero bueno, fue una adaptación por una necesidad especial de un momento concreto, y la verdad que no salió mal. Pero no creo que sea lo ideal, evidentemente. 

¿Con qué estaría satisfecho Alberto al final de temporada?

Hombre, yo a día de hoy, subiendo a Primera División, si al final uno tiene que ser lo más ambicioso posible, aunque no sea el objetivo. Pero uno siempre sueña con lo máximo. No hay porqué renunciar a nada. 

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