La situación del Unicaja no es la mejor de los últimos años. Sin una plaza para jugar la Copa del Rey, ocupa la duodécima plaza de la Liga Endesa y ha perdido el primer partido del Top 16 de la Basketball Champions League. Visto así son aspectos que no invitan a la esperanza. Sin embargo, sí hay datos que demuestran que algunas cosas se están haciendo bien. No todas, pero hay algunas muy importantes que sí.
Acabada la primera vuelta en Liga y es momento para reflexionar sobre lo demostrado hasta ahora. Además, coincide con que Fotis Kastikaris ha disputado esta temporada los mismos partidos que disputó la campaña anterior (17) y, aunque no sean del todo evidentes, hay cifras que evidencian la mejora deportiva de este equipo con respecto a lo mostrado el año anterior con el técnico. Aunque no le sirven para estar más arriba.
La primera, y la más importante, es la defensa. La prioridad del entrenador griego siempre ha sido hacer del Unicaja un equipo fuerte atrás. La concepción de la plantilla quizás no ha favorecido, pero existe un progreso notable con respecto al inicio de 2021. El equipo encajó en el primer tramo de Katsikaris 1.16 puntos por posesión. ¿Cómo de grave es esta cifra? El club recibió 90 o más puntos en cinco partidos durante este período. Mientras que esta temporada solo se ha vivido una vez contra el Baskonia. Por lo que la evolución es patente: 1.09 puntos por posesión.
Es más, no solo a nivel general, sino también en la pintura. El Unicaja es actualmente el quinto equipo de la Liga Endesa que menos puntos encaja en esa zona de media por partido (33.65). Menos que equipos como el Barça (Mirotic y Davies), Bilbao (Ángel Delgado), Manresa (Moneke y Bako), Murcia (Augusto Lima) o el Obradoiro (Birutis). No obstante, habrá que ver qué incidencia tiene la baja de Micheal Eric en estos datos.
El segundo apartado en el que más incidió Fotis Katsikaris en la pretemporada fue el rebote. Aquí hay encuentros con luces casi brillantes y sombras demasiado oscuras. Tan cierto es que el Unicaja no es el equipo que, por sensaciones, da más seguridad en las capturas como que ha habido una mejora del primer tramo al segundo. Ha pasado de promediar 29.71 rebotes por partido a capturar 32.3 en cada encuentro.
La evolución viene fundamentalmente en el rebote defensivo, lo que le resta oportunidades al rival de poder anotar. Sin embargo, no son cifras que le permitan ocupar una posición media en la clasificación de capturas por equipo. Es más, el Unicaja es la segunda plantilla con menos rebotes por partido, el que menos es el Tenerife. Por lo que el desarrollo positivo es notorio con respecto al año pasado, pero no en comparación con los equipos de la Liga.
También se pueden encontrar algunos avances, aunque sean mínimos en la anotación (de 81.35 a 81.94 puntos), las asistencias (de 15 a 15.4), puntos en la pintura (del 40.54% al 41.35% del total), tiros de campo con asistencia (de 50% a 51.51%), los puntos al contraataque (de 5.89% a 8.84% del total) y la valoración (de 81.84 a 88.10). El equipo anota ligeramente más y, principalmente, utiliza mejor características de sus jugadores como la velocidad para anotar fácilmente al contraataque.
Aspectos a mejorar
Todos los aspectos deben mejorar porque la duodécima plaza en Liga Endesa indica que hay cosas que no se están haciendo bien. Dejan Kravic y Matt Mooney son dos refuerzos que vienen a mejorar debilidades del Unicaja. Aunque hay dos de ellas que han dejado en una posición debilitada al equipo: los puntos de banquillo y las pérdidas.
El banquillo no ha sido una solución anotadora para ganar los partidos. Los jugadores suplentes cajistas promediaron en el primer tramo de Katsikaris el 51.16% del total de los puntos, lo que supone una muestra de la profundidad de banquillo que tenía la plantilla. Era de los mejores equipos en ese apartado estadístico hasta que llegó la temporada 21/22, donde las cosas han cambiado ostensiblemente. Ese porcentaje ha pasado a ser del 38.14% y ha mejorado en las últimas jornadas, ya que durante algunos meses llegó a ser el peor conjunto.
El otro aspecto a mejorar son las pérdidas, un dolor de cabeza continuo. Ya sea por la falta de concentración, por la complejidad de algunos pases o por despistes, el incremento en esta faceta podría dar miedo: de 10.47 a 13.2. Es decir, el Unicaja pierde este año más de tres posesiones de lo que descuidaba el año pasado.
Este miércoles hay partido contra el Filou Oostende. Han llegado incorporaciones como Kravic y Mooney, y debería dejarse el pasado atrás. Puede pesar la cabeza, pero hay que empezar una nueva vida. Así que el Unicaja afronta una nueva oportunidad para remontar la temporada y cumplir con los dos objetivos que les quedan.