Había que lograrlo por lo civil o lo criminal y se ha hecho casi a placer. No ha habido "efecto champán". Este Unicaja no se parece en absolutamente nada a lo visto en las canchas del Bilbao o del Zaragoza. Y es un auténtico placer ver que por fin hay algo más de baloncesto en el equipo. El club de Los Guindos volvió a vencer al Fuenlabrada (53-73), después de una racha de cuatro partidos sin hacerlo. Y, tal y como ocurrió en 2021 con Fotis Katsikaris, el equipo malagueño resucitó de nuevo con Ibon Navarro en la pista de los madrileños tras un mes de enero e incluso febrero para olvidar. 

Esta victoria a nivel clasificatorio es vital. Después de 20 partidos, que se dice pronto, el Unicaja ha conseguido su octava victoria en Liga Endesa. Más allá de lo ocurrido anteriormente, esto supone un soplo de aire fresco. Aunque Coosur Betis y Monbus Obradoiro están disputando un partido con intereses cajistas y son los andaluces los que delimitan el descenso con cinco victorias por ahora. Así que este triunfo sirve para mirar con cierto respiro hacia arriba.

Lo más importante es que este equipo tiene otra cara para todo, incluso cuando no le entran los tiros porque el tercer cuarto ha sido para olvidar. Sigue empeñado en lanzar triples sin parar, pero continuó manteniendo el eje en la defensa y no se vio del todo afectado. El movimiento de las manos, la presión con el cuerpo y el saber utilizar las faltas son aspectos que no se veían desde hace mucho tiempo. Y los fichajes empiezan a funcionar. Dejan Kravic acabó siendo el más valorado y Matt Mooney fue el foco ofensivo cuando las cosas estaban muy complicadas.

Tan solo es el segundo partido de Ibon Navarro, pero ya va dejando algunos detalles en los quintetos. No fue casualidad lo del Real Madrid. Yannick Nzosa es una apuesta del vitoriano en la posición de '4' y junto a Rubén Guerrero tuvieron muy buenos minutos para intimidar en la pintura. Otro de los cambios, según los momentos del partido, es Axel Bouteille como escolta con un plantel de jugadores más alto. O la defensa, la mejor cifra del rival en contra: 53 puntos. Sin embargo, hay cosas que no mejoran: el Fuenlabrada acabó el partido con 50 rebotes.

Parece que una de las primeras intenciones de Ibon Navarro es implantar concentración en la pista desde el pitido inicial y así ocurrió en la pista del Fuenlabrada. El comienzo del partido fue de correcalles, una cuestión para nada molesta en los cajistas que aprovecharon sus virtudes para correr al contraataque. Desde los primeros instantes, la ventaja fue malagueña (6-11). El Unicaja atacó bien y defendió incluso mejor. Desde el triple, desde la pintura, a media distancia en el tiro y con una intensidad atrás que pocas veces o ninguna se había visto. Así que sí. El primer cuarto acabó con un 11-20 que nada tiene que ver con los últimos meses.

Rodillo en la pista

El equipo estaba completamente obligado a ganar este miércoles y no hubo la más mínima relajación. El equipo poco notó los cambios. El técnico vitoriano ha conseguido tener a todos los jugadores conectados. Aunque hubo un tramo del segundo período en el que el ataque se hizo lento y espeso. Sin embargo, no afectó al resultado (15-28 a falta de 4:26 para el descanso) porque el rival seguía sin anotar estando cómodo. Seis puntos de Kravic y los dos primeros de Brizuela mandaron el partido al fin del cuarto con una ventaja de 22 puntos. Ver para creer. 

El Fuenlabrada comenzó mejor el tercer cuarto con un parcial de 9-2 en los tres primeros minutos y el técnico cajista frenó cualquier intento de reacción rival. Solo el escolta vasco fue capaz de anotar desde el tiro libre (tras 1:28), atacar se hizo un mundo. Los locales se entonaron desde el triple y la ventaja pasó a ser de 8 (35-43). Hasta que no pasaron 5:30, el Unicaja no volvió a anotar de la mano de Matt Mooney. Sin embargo, poco más. El americano fue el único capaz de darle cierta salida al ataque cajista.

El comienzo del último cuarto no fue muy distinto. El caos se instauró en ambos equipos, pero no perjudicó al Unicaja que seguía liderando el encuentro. Una canasta de Rubén Guerrero puso el marcador en un 44-57 a falta de seis minutos, pero la situación no era nada cómoda. Los ataques estaban cortocircuitados y solo desde la línea de 6.75 consiguieron los malagueños respirar. Uno de Alberto Díaz a tres minutos y dos de Matt Mooney y de Tim Abromaitis para sentenciar el encuentro (53-73).

Ahora hay un parón por la Copa del Rey y las Ventanas FIBA. Por lo que llegan dos semanas para que Ibon Navarro trabaje con sus jugadores. La competición volverá para el Unicaja el 5 de marzo contra el UCAM Murcia en el Martín Carpena. Hasta entonces, parece que hace menos frío en la ciudad.

FICHA TÉCNICA

URBAS FUENLABRADA 53: Ziga Samar (4), Dragan Milosavljevic (2), Leo Meindl (23), Kwan Cheatham (7), Kyle Alexander (8) -quinteto titular- Jovan Novak (5), Ray McCallum (0), Álex López (0), Christian Eyenga (2), Dusan Ristic (2), Bassala Bagayoko (-) y Chema González (-).

UNICAJA CB 73: Alberto Díaz (13), Darío Brizuela (5), Jonathan Barreiro (8), Tim Abromaitis (13), Dejan Kravic (9) -quinteto titular- Matt Mooney (16), Francis Alonso (3), Axel Bouteille (0), Carlos Suárez (-), Rubén Guerrero (6) y Yannick Nzosa (0).

ÁRBITROS: Juan Carlos García González, Sergio Manuel y Alfonso Olivares.

INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la jornada 18 de la Liga Endesa en el Pabellón Fernando Martín ante 2.349 espectadores.

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