Málaga

Es raro hablar con un autónomo que esté contento de serlo y no se queje de las mil trabas burocráticas y fiscales que tiene que sortear para poder trabajar y vivir. Pero, aún así, es una figura que está continuamente al alza en Málaga hasta el punto de que ha liderado el crecimiento en España en el último año

En una década ha pasado de todo. Una crisis económica galopante, la recuperación, una pandemia que provocó que saltaran todas las costuras, una guerra entre Rusia y Ucrania, una inflación desbocada... Pero Málaga ha sido vista como una tierra de oportunidad para emprender. En los últimos 10 años, pese a todas las vicisitudes, Málaga ha incrementado un 37% su número de autónomos, pasando de 96.319 en 2013 a los 131.840 con los que ha cerrado el pasado mes de junio, según los datos de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA). 

"Observamos que Málaga es la locomotora de la creación de nuevos autónomos en Andalucía y esto se debe a que empresas de gran calado están apostando por esta provincia. El turismo, la innovación y digitalización están incidiendo en nuevas iniciativas empresariales en la provincia. Además, cabe señalar que ya son tres años consecutivos en los que la provincia de Málaga lidera la creación de autónomos", explican desde ATA a EL ESPAÑOL de Málaga. 

Se habla mucho de la Málaga tecnológica a raíz de la llegada en los últimos años de numerosas multinacionales para implantarse en la provincia con oficinas o incluso con centros punteros a escala mundial como el que abrirá Google este año o el creado por Vodafone, entre otras muchas compañías. 

La llegada de inversores nacionales y foráneos es importante para Málaga, pero casi lo es más la capilaridad que genera en el tejido empresarial de la provincia, los famosos efectos indirectos. Un ejemplo. Solo en el segmento de Información y Comunicación se ha duplicado con creces el volumen de autónomos en la última década en Málaga, pasando de 1.558 a 3.312, un 112% más. 

Otra consecuencia de la atracción laboral y empresarial de Málaga ha sido que haya una demanda de vivienda mucho mayor que la oferta, tensionando el precio hasta límites insospechados hace unos años -está en máximos históricos en compra y alquiler- pero generando también nuevas oportunidades de negocio para los emprendedores. Los autónomos pertenecientes a actividades inmobiliarias han crecido un 167% en la última década, hasta superar los 5.000, y en la construcción lo han hecho un 60% hasta los 16.000. 

Pero Málaga no solo crece en el área tecnológica, sino también en otros sectores y eso tiene una traslación clara a la economía. De hecho, el volumen de autónomos ha crecido en todas las variables que analiza ATA. Y en porcentajes muy elevados: un 99% en educación; un 102% en actividades artísticas y de entretenimiento; un 80% en actividades profesionales y técnicas; un 73% en actividades sanitarias... 

Málaga es la quinta provincia española con más autónomos tras Madrid, Barcelona, Valencia y Alicante. El comercio es el principal protagonista, con 30.270 profesionales dados de alta en la Seguridad Social en la provincia. En este caso, el crecimiento en la última década ha sido más contenido, un 4,4%, ya que el volumen era de por sí muy alto y las grandes cadenas están apostando por fuerza por este destino. De hecho, hay negocios tradicionales que están cerrando sus puertas. El último caso ha sido el de Calzados Hinojosa por la jubilación de sus propietarios. 

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