Manuel Azuaga ha comunicado este viernes al Consejo de Administración de Unicaja Banco que dejará la entidad tras más de 30 años ligado al banco andaluz. Ha renunciado a la presidencia no ejecutiva que ostenta y a su cargo de consejero y esa baja surtirá efecto cuando se nombre a un sustituto, algo que puede ocurrir en los próximos meses.

"El Sr. Azuaga ha señalado que, una vez culminada en todos sus aspectos la fusión con Liberbank, finalizado el periodo transitorio previsto en la misma, así como culminados distintos procesos en el ámbito de la gobernanza de la Sociedad con los acuerdos adoptados en la Junta General Extraordinaria celebrada recientemente, es el momento idóneo para su relevo en el cargo y poner fin a su carrera desarrollada en Unicaja Banco desde su constitución en el año 2011, y en las entidades que lo precedieron, desde 1986", han señalado desde Unicaja Banco en un comunicado remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). 

En este sentido, el banco malagueño -el quinto más grande del país- ha anunciado que activa un "plan de sucesión" para elegir al sustituto y que en ese proceso se contará con un consultor independiente. 

Azuaga se va con los deberes hechos, tras dos años de tensión que para él se quedan, algo que no es baladí en una persona caracterizada por su prudencia y que tiene 76 años. El aún presidente de Unicaja Banco lideró la fusión con Liberbank y ha sido protagonista en primera persona de la lucha de poder con el bando asturiano capitaneado por Manuel Menéndez. Un conflicto en el que salió vencedor el ala malagueña y que acabó con la salida de Menéndez de la entidad el pasado 1 de junio. 

Esta guerra interna por el control de Unicaja Banco tuvo al banco andaluz -muy a su pesar- en las portadas de los principales medios de comunicación nacionales durante muchos meses, lo que produjo un desgaste importante tanto a la imagen del banco como a sus directivos. 

Esa tensa situación ya es historia. La Fundación Bancaria Unicaja -máxima accionista de la entidad- cambió a los consejeros que, apoyados por Braulio Medel, estaban posicionándose a favor de las tesis de los consejeros de Liberbank, Menéndez se fue y se nombró en su lugar a Isidro Rubiales como consejero delegado, un hombre de la casa de Unicaja Banco, cuyo puesto acaba de ser ratificado por la Junta General Extraordinaria de Accionistas. 

Azuaga se marcha con la tranquilidad de dejar a un profesional de su máxima confianza al frente de la nave verde. Una entidad que hasta septiembre ganó 285 millones de euros, un 4,9% más interanual, y que tiene un activo que supera los 95.000 millones de euros. 

La batalla interna con los directivos de Liberbank ha sido llamativa, pero el papel de Azuaga en Unicaja Banco va mucho más allá de ese hecho puntual pues trabaja en la entidad desde 1986 y entre sus hitos se encuentra que fue el presidente del banco cuando éste empezó a cotizar en Bolsa en junio de 2017. 

Una amplia trayectoria

Manuel Azuaga es una de las personas históricas de Unicaja Banco. Es licenciado en Filosofía y Letras por la Universidad de Málaga, pero su vida profesional ha estado ligada al sector bancario salvo un paréntesis en el que fue presidente de Aena durante cuatro años. Fue Director de Riesgos en Caja Rural de Málaga y Director de Auditoría y Control Interno, Subdirector de Planificación y Control de Gestión, Organización y Recursos Humanos de la Caja de Ahorros y Préstamos de Antequera, una caja de Antequera que fue una de las entidades fundadoras de Unicaja en 1991. 

Dentro ya de Unicaja Banco ha pasado por numerosos puestos de responsabilidad como Subdirector de Planificación y Control de Gestión, Secretario General, Director Regional de Negocios, Director de la División de Sociedades Participadas y Director General.

Es consejero del banco andaluz desde 2011 y ocupó los cargos de Director General, Vicepresidente y Consejero Delegado hasta que fue nombrado Presidente Ejecutivo en 2016. 

Anteriormente fue Presidente de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) entre 2004 y 2008 cuando la malagueña Magdalena Álvarez fue ministra de Fomento con el gobierno de Rodríguez Zapatero, y ha sido miembro del Consejo de Administración de las siguientes compañías: Deóleo, Autopista del Sol Concesionaria Española, Lico Corporación, Cía. Andaluza de Rentas e Inversiones, S.A. (CARISA), Sacyr Vallehermoso, Unicorp Vida, Compañía de Seguros y Reaseguros, y Banco Europeo de Finanzas, entre otras.

Además, es Presidente del Consejo de Administración de Cecabank, Consejero de CECA, Patrono de la Fundación de las Cajas de Ahorro (FUNCAS) y representante de Unicaja Banco en la Junta Directiva de la Asociación CIFAL Málaga.