Dos ex ministros del PP y del PSOE reclaman un pacto entre los dos partidos y frenar la "polarización"
Alberto Ruiz Gallardón y Jordi Sevilla lamentan el exceso de crispación y piden acuerdos para dar seguridad jurídica y crecer pese a la incertidumbre generalizada.
12 febrero, 2024 19:22A toro pasado y cuando se está fuera de la política todo es más sencillo, se analizan más las cosas, se piensa en el beneficio común en lugar del propio y los relatos diarios dictados por los responsables de los partidos para ganar votos. Alberto Ruiz- Gallardón y Jordi Sevilla ya llevan años retirados de la política y, pese a haber militado en partidos distintos, curiosamente ahora coinciden en multitud de aspectos. El más importante es que, frente a la polarización y la crispación actual, hay que hacer grandes pactos entre PP y PSOE que den tranquilidad a la sociedad y a los inversores.
Ruiz-Gallardón fue presidente de la Comunidad de Madrid entre 1995 y 2003, alcalde de Madrid entre 2003 y 2011 y ministro de Justicia entre 2011 y 2014 con Mariano Rajoy. En septiembre de 2014 dimitió y ocupó un puesto en el Consejo Consultivo de la Comunidad de Madrid hasta que en 2017 regresó al despacho de abogados familiar, en el que aún trabaja. Jordi Sevilla ocupó diversos cargos de responsabilidad en el gobierno de Zapatero, siendo el más importante el de ministro de Administraciones Públicas entre 2004 y 2007. Posteriormente fue presidente de Red Eléctrica de España y, en estos momentos, ocupa un cargo de responsabilidad en Llorente y Cuenca.
Ambos han participado este lunes en un encuentro en Málaga llamado Diálogos para el Desarrollo, al que han asistido en torno a un centenar de empresarios y representantes de la vida política y social malagueña como el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre. "Hay que hacer pactos de calado y no solo políticos sino también con otras instituciones y con el mundo social", ha comentado Sevilla, quien ha añadido que "hay muchas preocupaciones, algunas de ellas se vienen arrastrando desde hace mucho tiempo y tienen que ver con la productividad, con la renta per cápita, con el tamaño de la empresa, con la I+D, etcétera, que solo van a tener solución en políticas a medio y largo plazo".
Gallardón ha ido en la misma línea. "Necesitamos grandes acuerdos entre aquellos que piensan distinto, entre aquellos que históricamente han alternado el poder, y que son los que pueden ofrecer una garantía de seguridad a los inversores en un mundo globalizado", ha recalcado.
Ambos ex ministros coinciden en lamentar el nivel de "polarización" existente en la sociedad y, según Sevilla, "hay que rebajar mucho el diapasón". "Es razonable que nos uniéramos como país frente a los retos de la globalización y romper la polarización, defender posturas con un poquito más de calma, porque es tan difícil o tan imposible estar teniendo razón en todo como estar equivocado en todo", ha añadido el ex ministro socialista.
"En ese escenario de incertidumbre lo que tiene que hacer la política española, lo que tiene que hacer la sociedad española, es ofrecer elementos de seguridad. Y esos elementos de seguridad, evidentemente, pasan no por una contraposición permanente de modelos y de programas, sino por grandes acuerdos", ha subrayado Ruiz-Gallardón.
Dentro de esa incertidumbre, ambos ex mandatarios han coincidido en la guerra en Ucrania y Gaza, las elecciones en Estados Unidos, la desaceleración económica, la dependencia energética de Europa, etcétera. En este sentido, el ex ministro de Justicia considera fundamental que Europa tenga autonomía en el sector alimentario, tecnológico o energético.
Cataluña y Feijóo
Sobre el tema catalán y la polémica por el supuesto indulto defendido por Feijóo a Puigdemont han preferido mantenerse discretos, al menos delante de los micrófonos de los medios de comunicación. "Una de las ventajas de dejar la vida pública es que ya uno no habla de política", ha dicho Ruiz-Gallardón.
Por su parte, Sevilla asegura no tener más información que la que ha salido en la prensa pero subraya que esta situación "pone de manifiesto que, con independencia de lo que cada uno opinemos sobre la amnistía, que no estuve a favor en su momento y sigo sin estar a favor, la necesidad de abordar el problema de Cataluña y, sobre todo, de ponerle fin al conflicto catalán que vivimos de manera muy dura en los últimos años tiene que ser distinta de un 155 permanente y tiene que ser muy distinta de la radicalidad con la que hasta ahora se han ido abordando las propuestas que ha planteado el Gobierno".