Como ya planteó en este periódico el profesor Francisco Vico, el foco no está solo en saber usar la tecnología, sino en ser capaz de crearla. Esa diferencia es especialmente significativa en media humanidad: las mujeres son tan usuarias como los hombres de las nuevos avances y aparatos, pero estos son diseñados mayoritariamente por el género masculino.
Así la resalta la catedrática en Ingeniería de Comunicaciones María del Carmen Aguayo Torres, directora de la flamante nueva cátedra Mujer y Tecnología "Hedy Lamarr" de la Universidad de Málaga, en conversación con EL ESPAÑOL de Málaga. Esta iniciativa ha sido promovida por un grupo de nueve empresas (Accenture, Dekra, Ericsson España, Keysight Technologies, Google, Metro Málaga, y Avanade), que "notan que sus productos están sesgados" y demandan más mujeres profesionales tecnológicas.
"Además, la mayor parte de los trabajos que se prevén bien remunerados en los próximos diez años son tecnológicos. Esto provocaría una mayor brecha de género en cuanto a salario", explica Aguayo, en relación a los efectos de mantener la masculinización de los trabajos tecnológicos.
Según el seguimiento que desde su posición en la Universidad ha realizado Aguayo, en Telecomunicaciones la proporción de mujeres estudiantes respecto a los hombre es de una de cada cinco, mientras que en Informática es incluso más bajo: "Con los años, no solo no crece el número de mujeres, sino que se va reduciendo", afirma.
Es para luchar contra esa desproporción que nació este jueves la cátedra Mujer y Tecnología, que nace con la idea de servir de paraguas para todas las iniciativas que ya se están llevando a cabo desde la Universidad para "dar a las niñas un modelo femenino al que aferrarse" en colegios y los primeros estamentos de su educación.
Ya en 2018 se comenzaron a lanzar las primeras charlas de ingenieras y tecnólogas en centros educativos, que servirían como semilla del proyecto "Como tú", presentado en enero de 2021 y en el que se programó la visita de más de 70 investigadoras universitarias a colegios de Málaga. Otro ejemplo de este tipo de iniciativas es el Campus Tech Chicas UMA, en el que durante varios días de verano forman y fomentan la vocación tecnológica en chicas de la ESO ya interesadas.
"El objetivo es que vean que ellas son capaces de hacer tecnología, no solo usarla", insiste María del Carmen Aguayo. Con esa idea en mente, un "grupito bastante interesante y diverso de empresas" que necesitan mujeres -"pero van a la Universidad y no hay"- se juntaron en el Málaga TechPark para dar el pistoletazo de salida a la cátedra que se presentó la pasada semana.
Desde el análisis de su directora, hay que "ir a por las chicas a Primaria y Secundaria" mediante, por ejemplo, "talleres en los que son las niñas las que actúan, no se trata solo de visibilizar": "Además formamos en tecnología a las maestras, que son un modelo femenino de las niñas", plantea.
"Queremos que vean que no es tan difícil, que no le tengan miedo a encender el ordenador o un proyector. Si lo ven con naturalidad, las niñas lo normalizan", argumenta Aguayo. Según defiende, con apenas 6 años "las niñas ya tienen la percepción de que son peores en matemáticas que sus compañeros", por lo que la formación debe permear hasta los estadios más iniciales de la formación.
Y, para ello, la batalla se va a librar con "lo que ha hecho que Málaga funcione: la conexión entre Universidad, empresas y demás": "Tienen un objetivo común y van a por ello", sentencia.
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