El sistema malagueño que está renovando los clásicos procesos de logística cayó por su propio peso. Sus fundadores, Alfonso, Carlos y David, salieron al mercado a buscar nichos : "Oye, ¿qué problemas hay y cómo los podemos solucionar?".
Habían lanzado ya una app previa, Livit, que contabilizaba el tiempo que estabas sin usar el móvil durante tus relaciones personales y lo gamificaba: de ahí pasaron a usarlo para evitar accidentes mirando el teléfono mientras conducías, de ahí a aseguradoras y, de ahí, a las empresas de transporte. Surgió entonces Logístiko, una de las startup locales más prometedores de la actualidad.
"Cuando haces un pedido a El Corte Inglés, por ejemplo, esa información llega a Logístiko. El sistema propone a la empresa de transporte que lo ha contratado qué pedido va para cada conductor, qué ruta, qué franja horaria, en un camión de qué dimensión… Durante el proceso, al cliente se le notifica en paralelo cómo va la ruta", explica en conversación con EL ESPAÑOL de Málaga el CEO de Logístiko, Alfonso Porras.
Frente a los sistemas tecnológicos "arcaicos" que se encontraron en el sector, hacen una propuesta personalizada por digitalizar los procesos: "Que la información sea lo más automatizada posible, que se asigne directamente una ruta, un repartidor... Son una serie de añadidos que creemos que da una puesta de valor", justifica.
Los cofundadores David Montesinos y Carlos Urbán y el propio Porras tenían su producto mínimo viable listo en torno a diciembre de 2019, y el 13 de marzo de 2020 se constituyeron como compañía. Apenas un día después, el Gobierno central decretaba el confinamiento derivado de la crisis de la Covid-19 y a Logístiko -que había comenzado por hoteles, restaurantes y cátering- se le abría un nuevo horizonte.
"La pandemia ha sido una de las principales palancas. Siempre tiene que haber una chispa de que se alinee tu necesidad con estar en el momento correcto en el sitio correcto, pero hemos trabajado mucho para estar en ese momento. Ha sido un punto de inflexión para la digitalización de cualquier empresa: antes, solo las grandes compañías habían desarrollado soluciones propias", plantea Alfonso Porras.
Desde su perspectiva, también las pequeñas y medianas entidades han interiorizado forzosamente la relevancia de tener sus procesos digitalizados: "Entienden perfectamente el problema, y ahí nosotros podemos aportar una solución".
"Como te reparte Amazon, no te reparte nadie. Pero, los pequeños minoristas, si no se intentan parecer, se quedan fuera. Dentro de nuestro mundo idílico, lo normal es lo de Amazon y Seur. Nosotros estamos aportando esa solución para que lleguen también a los pequeños comercios", argumenta Alfonso Porras.
Su ambición es que la startup pueda entrar a mejorar cualquier proceso de logística, incluida la comunicación con el repartidor o el almacenaje, por ejemplo: "Siempre hemos estado almacén hacia fuera, ahora buscamos estar también en almacén hacia dentro", destaca.
"El nacimiento de la compañía era para la gestión del transporte, había una necesidad en el puro control del reparto. Hay empresas que llevan veinte años haciéndolo y no saben qué está pasando realmente con el repartidor", argumenta el CEO de Logístiko, que asegura que en esa faceta del delivery es en la que tienen "mucho desarrollo ya realizado" y "las soluciones más robustas".
Aunque desde el primer día han puesto su foco en España "por recursos y naturalidad", han trabajado también con empañías de Perú, Chile, Argentina o Paraguay: "No ha habido una estrategia como tal para eso, pero llegaron. Significa que hay necesidad, es cuestión de ponerse". De hecho, ya están buscando financiación para entrar a competir a medio plazo (lo fechan en finales de 2022-2023) en los potentes mercados logísticos europeos de Alemania, Suecia o Estonia.
Un nuevo ejemplo de talento local con potencial global que quiere quedarse en Málaga pese a que muchos inversores les preguntan cuándo estarán en Barcelona o Madrid: "No es nuestra pirncipal idea, aunque sigue sin ser comparable en cantidad de eventos, entrevistas, talentos... Aquí hay otro flujo, otro ritmo, supeditado al propio ritmo de la ciudad", opina Porras.
Y señala también a uno de los retos fundamentales para el desarrollo tecnológico de Málaga capital: la falta de oficinas. Ellos actualmente están basados en la incubadora La Farola (Andalucía Open Future), pero se encuentran que, para independizarse, los espacios están en zonas "sin buen acceso, donde no quieres trabajar". Habría, desde su perspectiva sobre la pujanza del ecosistema en estos temas, "un contraste entre el eco de los medios y lo que a nosotros nos llega".