Este equipo de la UMA lleva dos décadas preparándose para la batalla global del 6G
El origen de Mobilenet, coordinado por la catedrática Raquel Barco, está en las investigaciones de principios de siglo del efímero centro de Nokia en Málaga. Hoy son vanguardia europea en los fondos Next Generation.
28 marzo, 2022 05:00Noticias relacionadas
Comenzaron a trabajar en la aplicación de la inteligencia artificial a redes móviles hace dos décadas, cuando se veía algo demasiado complejo para hacerlo real. Veinte años después, una de las características más innovadoras de la nueva generación de telecomunicaciones 6G es justamente esa aplicación de la IA a las redes. Su tiempo ha llegado. Son Mobilenet, unidad de investigación dentro del Instituto de Telecomunicaciones (TELMA) de la Universidad de Málaga de unas 35 personas a la vanguardia europea de este tipo de conexiones, un elemento clave en las batallas geopolíticas de nuestro tiempo.
Todo comenzó con el nuevo milenio, cuando Nokia abrió un centro de investigación puntero en el Málaga TechPark de la mano de la UMA, recuerda la coordinadora de Mobilenet, la catedrática en Ingeniería de Telecomunicación Raquel Barco. "Tenía un diseño muy peculiar, ya que en el mismo centro trabajábamos personal de Nokia del norte de Europa, gente de nueva contratación y profesores de la universidad. Ahí empezamos a trabajar en la aplicación de la inteligencia artificial a las redes móviles", relata en conversación con EL ESPAÑOL de Málaga.
El centró cerró tras apenas tres años en la ciudad, pero parte de su espíritu se mantuvo y hoy día muchos de los dirigentes de la sede de Ericsson en el antiguo PTA son "las mismas personas que hace 20 años" en Nokia, plantea Barco. No significa que sean los únicos socios empresariales del equipo de investigación; al contrario, han trabajado "prácticamente con todas las empresas", incluidos proyectos tan relevantes para el ecosistema como la definición junto con Vodafone de las tecnologías a investigar en su nuevo centro de I+D en Málaga.
"Nuestros principales socios no están ni siquiera en España, trabajamos a nivel internacional. Hemos contribuido al desarrollo de lo que está ocurriendo en Málaga [su auge tecnológico] más que aprovecharnos de ello. Las empresas se rifan a la gente que trabaja con nosotros; no es el típico trabajo teórico, somos la prueba viviente de la conexión Universidad-empresa. En todos los proyectos de investigación siempre hay una empresa implicada, tenemos patentes con compañías, hemos ayudado a definir productos...", explica Raquel Barco.
Otras de sus grandes aportaciones al ecosistema es justamente uno de los bienes más necesitados: talento especializado. "Mucha de la gente que hay en Málaga trabajando en estos temas es gente que viene de nuestros grupos", resume la doctora.
La batalla geopolítica del futuro
En un mundo de desarrollos técnicos a una velocidad asombrosa, los países que van desarrollando herramientas innovadoras más eficaces quedan en una situación de poder: desarrollan sus propias infraestructuras, comercian con ellas, marcan las reglas del juego. Mientras que la competición entre las grandes potencias globales (Estados Unidos y China, pero también la Unión Europea) sigue hoy centrada por ver quién domina la quinta generación de redes móviles o 5G, la mirada a largo plazo ya está puesta en el 6G y cómo moldeará el mundo en el que vivimos.
"Nosotros nos dedicamos desde hace 20 años a lo mismo, aunque evolucionando: analizar cómo funcionan las redes de comunicación móviles y ver cómo mejorarlas. Son dos aspectos fundamentales: la detección y resolución de fallos y la optimización de redes", explica Raquel Barco.
En el caso de la detección y resolución de fallos, actúan como médicos de esas telecomunicaciones: ante síntomas de funcionamiento medibles, como el rendimiento o la velocidad, establecen un diagnóstico que indique por qué -por ejemplo- los niveles de señal que llegan son tan bajos y la película que estás viendo por Internet se corte cada dos por tres. Ahí entra la inteligencia artificial: están creando algoritmos que hagan ese razonamiento de diagnóstico automáticamente para mejorar las redes.
"En una red, hay miles de parámetros de configuración; por ejemplo, la potencia de base. Hasta ahora, el ajuste ha sido manual, con base en parámetros por defecto o en la experiencia. Como son miles de parámetros e interaccionan entre ellos, es muy difícil saber cómo ajustarlos para que el funcionamiento sea lo mejor posible", explica Barco sobre la línea de investigación de optimización de redes: "No se trata de hacer una red nueva, sino sacarle el máximo beneficio".
El último reconocimiento a Mobilenet ha venido de la mano de los fondos Next Generation, de los que se le han asignado más de 2,4 millones de euros para llevar a cabo cuatro proyectos relacionados con los entornos de radio abierta (Open RAN) coordinados por Barco. Se centrarán más en la optimización de las redes; concretamente, tratarán de analizar de forma predictiva que le pasará a la red y detectarlo antes de que se estropee. "Somos consorcios internacionales que vamos a ir definiendo cómo es el 6G", plantea la catedrática.
Así, junto con la financiación de 4 millones de euros recibida para la investigación en 5G avanzado del Instituto de Tecnología e Ingeniería del Software, la UMA se ha convertido así en la primera institución andaluza y la quinta española en dotación económica recibida en este aspecto.