Son júnior, son sénior; son de aquí, son de allá. A tenor de lo visto en este fin de semana durante las pruebas de acceso a la inversora de talento Demium, la Málaga tecnológica ya no es solo cosa de jóvenes universitarios locales. Expatriados, trabajadores con más de una década de experiencia y, sí, también veintañeros malagueños han protagonizado tres intensas jornadas para demostrar que son carne de emprendimiento.
Un total de 26 personas, de las cuales finalmente han entrado en el programa algo más de una decena, han sido paradigma del entusiasmo de la apuesta del ecosistema por las startups. Cuando entraron en el Demium All-Startup —una competición de ideas que sirve de prueba de entrada a la inversora— este viernes, ni siquiera se conocían entre ellos. En el mediodía de este domingo, ya han presentado ante jurado sus ideas tecnológicas de negocio.
Entre medias, unas 48 horas intensísimas que comenzaron a las 14:30 horas del viernes. Los participantes se presentaron a sí mismos y fueron introducidos al mundillo de las startups, las empresas emergentes tecnológicas. El equipo de Demium en Málaga —conformado por Ramón Rubio, Ana Rodríguez, Álex Sánchez y Salvador Pérez— ha sido el encargado de organizar equipos entre los distintos perfiles y plantearles los retos en torno a los que podían plantear sus proyectos: cambio climático, metaverso, educación...
El sábado se centró en afinar la idea de startup que presentarían al día siguiente: identificar competidores, modelo de negocio, oportunidad de mercado, estrategia, propueseta de valor.... Para ello, han contado como mentores a ya graduados de Demium como Álvaro Arrescurrenaga (Voicit), Saul Remis (Epsiloom), Javier Luna (Origin Algae), Ana María Molina y Ángel Camacho (Grodi), Rida Lkhluf (Cybercrin), Sergio Rodríguez (Growii) y Ángel González (WeVoice).
El resultado de este proceso acelerado de creación de proyectos empresariales han sido Mivida, Creatory, Jobify, Minfair, Talentup y Spoor: las seis startups que se han presentado en cinco minutos en cinco minutos cada una —dos de ellas, en inglés— ante un jurado conformado por el jefe de Innovación de Babel, Juan Manuel Arjona; el coordinador de Andalucía Emprende, Alberto de Azevedo, y este periodista.
El equipo ganador ha sido el de Mivida; una plataforma de intermediación entre expatriados y su nueva ciudad, que ha presentado un equipo internacional formado una española, un finlandés, un sueco y un alemán. Todos ellos han logrado así el pase directo a Demium, además de varios ganadores individuales del resto de equipos que han destacado especialmente a lo largo del fin de semana. Aparte del proyecto triunfador, también ha habido hueco para presentar agregadores de creadores de contenidos, plataformas educativas para el metaverso, certificadores Blockchain de títulos formativos o congresos de salud virtuales.
Así, los candidatos a nueva generación de emprendedores de la Costa del Sol han demostrado su madera de emprendedores. Para los elegidos, ahora les esperan seis meses de intenso trabajo para desarrollar un nuevo proyecto con un nuevo equipo, que presentarán en medio año al fondo de inversión de Demium, liderado por el malagueño Álvaro Villacorta. Aspirarán entonces a 100.000 euros de inversión más 50.000 de nota convertible, es decir, un adelanto que tendrían que devolver en la hipotética siguiente ronda de financiación.
Bajo ese modelo se han creado algunas de las compañías emergentes tecnológicas más prometedoras del ecosistema, pero eso no ocurrirá para esta nueva promoción hasta al menos unos meses. Lo que se ha seleccionado este fin de semana ha sido, fundamentalmente, las manos que llevará a cabo esos proyectos. "Llevábamos tiempo sin sentir las vibraciones que hemos sentido este fin de semana aquí", afirmó Ana Rodríguez en un momento del Demium All-Startup. Como dijo el poeta, se vienen cositas.