La agricultura se enfrenta a un cambio generacional. Los trabajadores más veteranos se jubilan y su legado no está claro: la empresa emergente tecnológica o startup malagueña Grodi quiere asegurarlo mediante la tecnología. Así lo explican en conversación con EL ESPAÑOL de Málaga sus dos jóvenes fundadores, ambos hijos del medio rural.
"La agricultura es la gran olvidada. Nosotros, como hijos, queremos poder impregnarla de tecnología y desarrollo. Es nuestro foco y nuestro fin", explica la CEO de la compañía, Ana María Molina. Su CTO, Ángel Camacho, coincide: "Hay que resaltar la importancia de la agricultura y el papel del agricultor, al que podemos ayudar. Mucho avance tecnológico, pero no dejemos a personas atrás".
Ambos formaron tándem en la inversora de talento Demium, cuna de un importante porcentaje de la nueva generación de startups de Málaga. Ella es de Ándujar, Jaén, y está centrada en la visión de negocio y la creatividad; él, de la provincia de Ciudad Real, desarrolla y diseña. Se encontraron en la Costa del Sol y forman un equipo laboral que ha logrado su primer hito al alcanzar una primera inversión de 100.000 euros más una "nota convertible" de 50.000 euros.
"Con esta inyección, vamos a hacer que crezca el equipo y se pueda desarrollar de forma mucho más rápida", cuenta Molina, que concreta que cuentan con un tercer trabajador en análisis de datos, además de colaboraciones en formato de prácticas. Para ellos, el formato de Demium de crear equipos y elaborar proyectos en pocos meses hasta optar a esa primera ronda de inversión ha supuesto "un empujón para llegar a tu cliente, a tu objetivo" que "te abre muchas puertas", en palabras de Camacho.
Pero, ¿en qué consiste Grodi? El CTO lo explica visualmente: "Normalmente, pasearse por los cultivos es la forma que los agricultores tienen para ver si hay un problema; pero, si no pasean en el momento justo, el problema avanza y se hace más grande. Nosotros avisamos desde el principio para que puedan actuar".
"Ambos nos hemos criado en un medio rural, donde conocemos a los agricultores, donde vemos que trabajar en el campo es muy duro y hay que estar día a día pendientes a mil cosas. Queremos que sea mucho más fácil para las nuevas generaciones", plantea Ángel Camacho.
Así, Grodi monitoriza el invernadero a tiempo real y ofrece a través de su aplicaciones la información: detecta de forma temprana plagas y enfermedades, mejorar la calidad y cantidad de los cultivos, indica cuál es el uso óptimo de abonos y nutrientes... Todo para mejorar la sostenibilidad, "una herramienta para que las nuevas generaciones de agricultores puedan seguir ese legado, mejorar y rentabilizarlo mejor, explica Ana María Molina.
Ya cuenta con un proyecto piloto verificado en Almería y están en contacto con otros fondos de inversión, "pero queremos ir paso a paso". Su próximo destino es El Ejido: podrán poner a prueba su tecnología de optimización de invernaderos en la huerta de Europa.