"Tienes diferentes iniciativas en diferentes regiones; pero España son seis naciones, no una, y no conectan. Tienes Madrid, Barcelona, Málaga, Bilbao, y todos están intentando crear su propio ecosistema sin unir fuerzas para hacer ecosistema de España". Son palabras de uno de los más de cien emprendedores tecnológicos españoles entrevistados para el informe Mapeando el sector tecnológico español: un análisis de las redes de la comunidad emprendedora.
El estudio, financiado por Google for Startups y realizado por Endeavor Insight, ha sumado a esas conversaciones los datos de más de 715 compañías y unos 450 organizaciones de apoyo, inversores o mentores. El resultado es un exhaustivo mapeo del ecosistema tecnológico de España, con varias referencias a Málaga y una consigna clara: unir fuerzas.
"La conectividad interregional es importante para el desarrollo del ecosistema", plantea este informe, que subraya que "el intercambio de recursos a través del país ha ayudado al sector tecnológico a crecer". De acuerdo con sus datos, la Comunidad de Madrid y el País Vaco han ofrecido más apoyo a otras regiones del que han recibido, mientras que Andalucía y la Comunidad Valenciana han absorbido más del resto de lo que han aportado.
En el panorama que dibuja el documento, Málaga —como punta de lanza de toda la comunidad andaluza— es uno de los focos del sector en España, junto con Madrid, Cataluña, Comunidad Valenciana y Euskadi. Las dos grandes capitales del país se mantienen como las principales referencias donde se concentra el ecosistema, "con hubs conectados más pequeños como Valencia, Bilbao y Málaga", en palabras de la empresaria María Benjumea.
Eso no impide que la capital de la Costa del Sol tenga varias apariciones en el informe, con un hito repetido: el Centro de Excelencia en Ciberseguridad de Google, cuya apertura se espera frente al Muelle Uno para la segunda mitad de 2023.
"En Málaga, la relación entre el éxito emprendedor y una corporación internacional ha ayudado a desarrollar el ecosistema local. VirusTotal fue fundada en 2004 y provee servicios de escaneo antivirus. La compañía fue adquirida por Google en 2012, lo que la convirtió en la primera gran compra extranjera de una compañía malagueña. Al fundador Bernardo Quintero se le atribuye el liderazgo para que Google decidiera abrir su centro de excelencia en ciberseguridad en Málaga", explica el informe.
No es el único caso de éxito made in Costa del Sol que se menciona: también se destaca al unicornio Jobandtalent, fundada por el malagueño Juan Urdiales, situada en Madrid y actualmente una de las compañías tecnológicas mejor valoradas del país.
El estudio destaca la multipolaridad de España en contraste con otros países europeos, donde la actividad emprendedora se concentra "en una única ciudad, habitualmente la capital": "En España, hay actividad sustancial en más de un área metropolitana, con crecimiento importante ocurriendo en varias regiones por el país. Es importante que España aproveche la expansión de esta actividad para fomentar una mejor coordinación entre las regiones", señala.
Esa conexión entre comunidades autónomas y ciudades, al igual que las redes entre fundadores, son claves para la prosperidad del ecosistema nacional, de acuerdo con el análisis de Endeavor Insight. "Mientras más líderes de compañías emprendedores escalan, deberían ser animados a servir como mentores e inversores ángel para fundadores prometedores", recomienda también el estudio, que apuesta por "poner valor en el emprendimiento local".
"En España, sabemos que tenemos cuatro retos principales para el ecosistema tecnológico. El primero es la inversión. El segundo es el talento. El tercero es la escalabilidad. Y cuarto es tener una demostración total de que España es realmente un estado emprendedor", cita el estudio al Alto Comisiario para España Nación Emprendedora, Francisco Polo. Todos ellos, retos que también se hacen notar a escala en la Málaga tecnológica.
Apunta además a centrarse en los negocios que más crecen rápido para causar el mayor impacto posible en la economía. Esto es, no obstante, una carrera de resistencia: actualmente, las compañías que han conseguido una escala mayor lo han hecho a partir de una edad media de 13 años. Como decía el filósofo, finalmente, el que resiste, gana.