Imagen facilitada por OBA Space.

Imagen facilitada por OBA Space. Cedida

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La 'startup' malagueña OBA Space crea "el Seur del espacio": así quieren 'repartir' pequeños satélites en órbita

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La industria aeroespacial está en plena revolución. Ya no es un terreno solo para gigantescos proyectos gubernamentales con fines propagandísticos, sino que cada vez hay más empresas y grupos de investigación que quieren lanzar al espacio satélites con un montón de propósitos distintos. Estos satélites son cada vez más pequeños y cada vez más baratos; como los cubesats, artefactos de apenas diez por diez centímetros y un kilo de peso. Alguien tiene que repartir estos paquetitos en órbita, y ahí es donde entra la startup malagueña OBA Space.

El CEO de esta jovencísima compañía fundada este mismo año, Carlos Martín, lo define con humor en una entrevista con EL ESPAÑOL de Málaga como "el Seur del espacio", una especie de "sistema de paquetería en órbita". "Los cubesats quieren a órbitas más altas, pero necesitan que alguien les lleve. Nosotros lo vamos a lanzar donde ellos quieran usando energía eléctrica", afirma.

¿Cómo lo van a hacer? "Tenemos unos cañones de Gauss aplicados al espacio, divididos en electroimanes que hacen que se genere una carga. Estos cubeseats van en un proyectil como vainas de carga. El cohete nos lo trae y nosotros los vamos colocando en distintos sitios", desarrolla Martín. De esta manera, estarían cubriendo la necesidad "a una fracción del coste de lo que cuesta actualmente" y con una energía más limpia: "Ahí es donde queremos atacar", señala.

Imagen de archivo de parte del equipo de OBA Space. Carlos Martín está en el extremo derecho.

Imagen de archivo de parte del equipo de OBA Space. Carlos Martín está en el extremo derecho.

Su sistema plantea una red que haría que los satélites fueran impulsándose de un lanzador a otro. De hecho, están actualmente en proceso de patentarlo: "Se prevé que en 2030 el mercado de los cubesats supere los mil millones de dólares, pero hemos visto que esto tiene un montón de aplicaciones más", sostiene el CEO de OBA Space.

"Muchos satélites quieren estar en la órbita geoestacionaria, pero cuesta un montón llegar hasta ahí. La mayoría están en la órbita bajoterrestre, que está muy congestionada. Es muy difícil llegar a la geoestacionaria y ahí hay negocio", afirma Martín.

De hecho, actualmente están una ronda de inversión en fase presemilla para llevar la compañía desde una fase en la que solo cuentan con unos principios básicos (TRL1) hasta la validación de un componente y/o disposición del mismo en un entorno relevante (TRL5) en menos de 3 años. "A partir de ahí es cuando llueve el dinero público y privado", resume.

Carlos Martín no es nuevo en esto del emprendimiento tecnológico. El año pasado, vendió su compañía Cryptobirds por una valoración superior al millón de euros. Haciendo balance, se dio cuenta de que lo que más había disfrutado del proceso fueron los años que estuvieron haciendo investigación y desarrollo (I+D), sin necesidad de pensar en las ventas.

"Yo soy un espacio-trastornado desde hace mucho tiempo. He seguido todo lo que ha pasado en la industria aeroespacial en los últimos 20 años y ya cuando estudiaba Ingeniería Industrial me rondaba esa idea en la cabeza, pero pensaba que estaba flipado", recuerda Martín. El ejemplo del cohete Miura, lanzado en 2023 por la empresa española PLD Space desde Huelva, le sirvió como impulsor: "Es cuando de repente ves que sí se puede y te lo tienes que creer".

Ya ha reunido al equipo para ir a por ello, ahora está cerrando la inversión presemilla y su próximo hito pasa por entrar en la incubadora de la Agencia Espacial Europa de Sevilla: "En cuanto me den un poco de recursos, yo en tres años estoy en TLR-5", asegura el CEO de OBA Space en referencia a esa etapa de validación de un componente y/o disposición del mismo en un entorno relevante.

Su filosofía a seguir es la de la metodología startup aplicada al espacio, "iterar y evolucionar a base de probar y ver dónde se ha roto", siguiendo el ejemplo de la compañía de Elon Musk SpaceX. "Es una nueva manera de hacer las cosas. Creo que en Europa tenemos que buscar soluciones fuera de la caja y con pensamiento lateral para recortar la ventaja con Estados Unidos y China", defiende Carlos Martín: "Hace falta atreverse, arriesgarse e invertir bastante".