4 detenidos por secuestrar y pegar a dos trabajadores de su plantación de droga tras un robo en Vélez-Málaga
Al parecer, los empleados fueron asaltados de madrugada en la finca, sustrayéndoles la mercancía, pero los propietarios no les creyeron.
28 julio, 2022 14:22Noticias relacionadas
Agentes de la Policía Nacional, en el marco de la operación policial Verdoso, han detenido en Vélez-Málaga (Málaga) a cuatro personas, de edades comprendidas entre los 26 y los 49 años, como presuntos autores de dos delitos de secuestro, así como por delitos contra la integridad moral, robo con violencia, lesiones, amenazas y contra la salud pública, cometidos contra dos víctimas residentes en esa localidad.
Los perjudicados habrían sido contratados para realizar labores de despalillado de marihuana en una finca de Sayalonga (Málaga), cuando fueron asaltados por un grupo de personas que les sustrajeron la mercancía. Cuando los propietarios de la plantación tuvieron conocimiento del robo, decidieron retener a los trabajadores que habían contratado, maniatándolos, interrogándolos y, a su vez, golpeándolos, supuestamente, al dudar de la veracidad de los hechos.
Las víctimas fueron liberadas días después con serias lesiones, tras realizar sus familiares un pago parcial del rescate solicitado. En el registro practicado en la finca donde se produjeron los hechos, fueron intervenidas 331 plantas de marihuana, una espada con la que provocaban quemaduras a sus víctimas y una hamaca con restos biológicos coincidentes con la sangre de los agredidos. La autoridad judicial decretó el ingreso en prisión de dos de los arrestados.
Investigación
La investigación se originó en diciembre del pasado año, cuando agentes de la Comisaría Local de Vélez-Málaga recibieron la denuncia de un ciudadano que manifestaba haber estado retenido durante tres días en una finca situada en la localidad de Sayalonga (Málaga).
Inmediatamente, comenzaron con las averiguaciones en torno a las declaraciones expuestas, determinando que el denunciante habría sido contratado, junto a dos personas más, para trabajar en una plantación de marihuana en una finca rústica. La tarea consistía en el despalillado y secado de las plantas, las cuales, posteriormente, serían preparadas para su envase y distribución.
Durante la madrugada de una de las jornadas de trabajo, los contratados sufrieron un asalto por parte de tres individuos encapuchados que, esgrimiendo un arma de fuego y machetes, sustrajeron toda la mercancía. Tras comunicar los asalariados el robo de la droga a los propietarios, estos decidieron retener a dos de los hombres en la misma finca, ante la sospecha de que pudieran estar involucrados en los hechos.
El tiempo de cautiverio de las víctimas se prolongó durante varios días, siendo maniatados e interrogados. Las agresiones se fueron sucediendo e incrementando durante este periodo, iniciándose los interrogatorios con golpes, siendo incluso forzados a comer estiércol o cocaína, llegando a derivar a técnicas más duras como arrancarles mechones de pelo o marcarles la piel con un hierro incandescente.
Las gestiones practicadas por los investigadores permitieron identificar a la segunda víctima, quien no habría denunciado lo ocurrido por miedo. Esta fue liberada antes que el denunciante, debido a que su familia realizó un pago parcial del rescate solicitado, que ascendía a la cantidad de 15.000 euros.
La víctima que comunicó lo sucedido a la policía habría sido también liberada, posteriormente, tras haber acordado su pareja con los secuestradores el pago de 30.000 euros y la transferencia de un vehículo propiedad de la víctima.
En ambos casos, y una vez liberados, los captores continuaron amenazando a los familiares de las víctimas para que liquidasen las cantidades requeridas, han indicado desde la Policía Nacional en un comunicado.
Por todo ello, y debido a la gravedad de los hechos, los investigadores determinaron realizar un dispositivo de urgencia, que permitiese tanto el arresto del principal investigado, autor de la mayoría de las agresiones, como del resto de implicados.
Este operativo fue desarrollado por el Grupo I de Crimen Organizado de Málaga, el Grupo de UDYCO y el Grupo Local de Policía Judicial, ambos adscritos a la Comisaría Local de Vélez-Málaga, y con la colaboración de la Brigada Provincial de Policía Científica de Málaga.
El mismo se resolvió con la detención de cuatro personas en la zona de la Axarquía, supuestas responsables de dos delitos de secuestro, así como por delitos contra la integridad moral, robo con violencia, lesiones, amenazas y contra la salud pública.
En el registro realizado en la finca, donde permanecieron recluidas las víctimas, fueron intervenidas 331 plantas de marihuana, una espada -con la que provocaban quemaduras a los secuestrados- y una hamaca con restos biológicos compatible con la sangre de las víctimas.
El juzgado de Instrucción Número 3 de Vélez-Málaga responsable de las diligencias ordenó el ingreso en prisión de dos de los arrestados.