El embalse de La Viñuela ha muerto. Tras meses de advertencias de que el nivel de agua de este pantano de La Axarquía, el mayor de Málaga, se acercaba peligrosamente a esta calificación, este domingo finalmente ha bajado del 11% y ha alcanzado la denominación: muerto.
De acuerdo con los datos del informe diario de la Red Hidrosur de la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía, el porcentaje actual es del 10,94%: de la capacidad total de 164,37 hm3, actualmente cuenta con un volumen de 17,98 hm3.
Pero, ¿qué significa que un embalse esté muerto? No se trata de una situación necesariamente irreversible, pero sí muy grave. Es la calificación técnica para referirse al pantano del que, sin estar vacío, ya no se puede extraer agua. El umbral de referencia más extendido es ese 11% de capacidad que acaba de rebasar hacia abajo La Viñuela. Es un estado distinto, pero previo, al de seco total.
Se trata del caso más dramático de Málaga. En el total de los embalses, el nivel de agua es del 40,86%: de la capacidad en toda la provincia de 615,79 hm3, hay un volumen de 251,63 hm3. No obstante, cada nueva medición señala datos decrecientes.
Se trata de una triste culminación de otro verano de sequía en Málaga. Las cifras han sido tan preocupantes que forzaron a la Mancomunidad de la Axarquía a solicitar la reducción del consumo de agua potable en un 20%, lo que se tradujo en el cierre de las duchas de playa desde el 1 de agosto en los municipios de Rincón de la Victoria y Vélez-Málaga.
Mientras ya están en marcha los trámites administrativos por paprte de la Junta para construir una planta desaladora en Vélez Málaga para ganar una nueva fuente de agua, la provincia se agarra otra solución más inmediata: que, con el otoño, vuelvan las lluvias a la Costa del Sol.