Corría el mes de abril de 1919 cuando los arquitectos Fernando Guerrero Strachan y Manuel Rivera Vera culminaron su obra más representativa para la ciudad de Málaga: el Ayuntamiento. Se hacía frente, así, a la creciente demanda administrativa de una ciudad en desarrollo y se permitía proyectar una imagen renovada y de progreso.
El edificio, por su parte, también albergaría durante sus inicios la sede de la Audiencia provincial y de los Juzgados de Instrucción. Asimismo, el espacio que envuelve la Casa Consistorial le permite estar integrado como un elemento más de decoración, dada su representatividad como monumento artístico.
El Ayuntamiento de Málaga se halla en el Paseo del Parque, una de las principales arterias de la ciudad. Este emblemático lugar es fruto de la ampliación del puerto a mediados del siglo XIX. Además del consistorio, esta famosa avenida acoge otros simbólicos edificios de la ciudad, como el Banco de España, el Palacio de la Aduana o el Rectorado de la Universidad de Málaga, antiguo edificio de Correos.
De estilo neobarroco y con detalles modernistas, el edificio presenta una planta rectangular en cuyo centro se inscribe un patio porticado con pilares rectangulares. Por su parte, el entonces alcalde de Málaga, Ricardo Albert, fue el encargado de colocar la primera piedra el 31 de diciembre de 1911. Ocho años más tarde, el 11 de abril de 1919, el Ayuntamiento tomaría posesión del edificio que se mantiene como sede oficial hasta nuestros días.
Por tanto, el coste total de la construcción de la sede oficial del Ayuntamiento de Málaga tuvo un coste de 1.519.602,35 pesetas. De esta manera, en el año 2010, la Casa Consistorial fue declarada Bien de Interés Cultural (BIC) por la Junta de Andalucía.
La ubicación
La ubicación actual en la que se encuentra el Ayuntamiento de Málaga no es la inicial ni la única que ha ostentado a lo largo de su historia. Ha recorrido diversos puntos de la ciudad hasta llegar al actual Paseo del Parque.
No obstante, en el siglo XVI también se ubicó temporalmente en la calle Compañîa, cercana a la majestuosa plaza de la Constitución. Otras localizaciones a lo largo de su existencia han sido el Convento de San Agustín y el Palacio de Zea-Salvatierra, en Calle Císter.