La hoja de ruta para que el Museo Hermitage de Barcelona pueda desembarcar en Málaga parece trazada. Conocida la disposición del Ayuntamiento y del Puerto de la capital de la Costa del Sol a facilitar la llegada de una franquicia de la entidad cultural, quedaba por detallar la respuesta de los promotores de la iniciativa en la Ciudad Condal.
"Vamos a las ciudades que nos quieren", han contestado a EL ESPAÑOL desde la entidad. Y Málaga lo quiere. "Si los promotores están decididos, la operación puede hacerse", ha defendido el alcalde, Francisco de la Torre, sobre esta propuesta.
En su respuesta a este periódico, las fuentes consultadas señalaron que la decisión de los responsables de la propuesta museística de abrir alternativas a la capital catalana. Y Málaga cobra fuerza en un escenario en el que son evidentes las desavenencias con las autoridades locales barcelonesas.
Desde el Hermitage de Barcelona, admiten la existencia de conversaciones con el Consistorio malagueño, sin detallar más sobre el desarrollo de las mismas. Pero, al tiempo, confirman que Málaga no es la única ciudad con la que hay una línea de diálogo abierta. "Hay conversaciones con varias ciudades", han detallado.
Si bien no han detallado de qué urbes se trata, en las últimas semanas se ha informado de Madrid, Sevilla y Valencia. Juega a favor de la capital de la Costa del Sol el interés de los promotores por localizar el centro en un espacio próximo al mar.
Esta es la razón por la que se han decantado por una parcela situada en la explanada de San Andrés, en el puerto de Málaga. Justo la pastilla que en su día fue delimitada para el teatro que quería ejecutar el actor Antonio Banderas.
Para conocer los detalles de este espacio, según ha confirmado el presidente de la Autoridad Portuaria, tuvo lugar una reunión hace unas semanas. "Fue una toma de contacto", explicó Rubio, que considera que sería "un gran proyecto" para la ciudad.
El Puerto bendice esta potencial operación pese a los problemas logísticos que le generaría, ya que el solar se encuentra actualmente ocupado por carpas de almacenamiento de graneles. Sobre el particular, el propio Rubio admite que el impulso del proyecto cultural, en caso de confirmarse, podría obligar al organismo portuario a buscar una solución alternativa para este espacio productivo mientras que materializa la construcción del muelle 8.
Una de las cuestiones que queda por resolver, siempre que la operación Hermitage en Málaga siga adelante, es la capacidad cierta de la parcela para acoger el proyecto original de Toyo Ito, el arquitecto japonés responsable del diseño del edificio de Barcelona. El mismo tiene una edificabilidad planteada de 16.000 metros cuadrados, mientras que el suelo portuario sólo permite 8.000.
Este inmueble, que simula las olas del mar, tendría 25 metros de altura, por 72 metros de largo y 48 de ancho. En total, la superficie construida sería de 16.000 metros cuadrados y dispondría de cubierta transitable. Y ello dividido en cuatro plantas, con un total de seis salas de exposiciones. Uno de los niveles es subterráneo, para aparcamiento.
52 millones de inversión
La sociedad promotora del Hermitage de Barcelona está compuesta en un 80% por Varia, un fondo de inversión suizo-luxemburgués, y en un 20% por Cultural Development Barcelona, quien controla un acuerdo con el Hermitage por 50 años.
Los datos en torno a la iniciativa cultural elevan la inversión necesaria a unos 52 millones de euros. De ellos, casi 30 millones corresponden al coste de construcción del edificio de Ito, cuantía a los que sumar otros 6 millones para el equipamiento.
El proyecto museográfico y de arquitectura se estiman en unos cinco millones más. Es justamente ésta la suma que se habría pagado al Hermitage de San Petersburgo en concepto de licencia para que preste las obras durante medio siglo.
Frente a la posición favorable de los dos principales actores institucionales en esta operación, varios grupos políticos ya han mostrado su oposición. Entre ellos, el socio de gobierno de De la Torre en la Casona del Parque, Ciudadanos. La portavoz de la formación naranja, que es además concejala de Cultura, Noelia Losada, ya expresó días atrás su negativa a la propuesta.
"No necesitamos nuevos museos", ha llegado a declarar, subrayando que la apuesta municipal debe ir, en este momento, por otras actuaciones, como la rehabilitación de la Alcazaba y Gibralfaro; por las excavaciones del Cerro del Villar, por la conservación de la Catedral.