Por más que aparenten ser solo una composición de ladrillo y cemento, algunos edificios tienen memoria. Inmuebles que recogen impasibles el recuerdo de aquello que sucedió en su interior, hasta el punto de convertirse en iconos de su época. No hace falta que acumulen siglos de historia para cumplir esta especie de función. Algunas construcciones relativamente recientes pueden dar fe de ello.
Éste es el caso de uno de los mayores edificios situados en el antiguo Parque Tecnológico de Andalucía (PTA), ahora bautizado como Málaga TechPark, sin uso desde hace ya casi tres lustros. Un complejo por el que pasaron trabajadores de Alcatel, de A Novo y de Vitelcom, que se hizo con su propiedad cuando los vientos en la fabricación de teléfonos le eran favorables.
Pero en el momento en que la buena suerte le dio la espalda y los contratos desapareciendo, la empresa entró en crisis, hasta desaparecer, y el edificio que tanto uso tuvo, dejó de tenerlo. Con la firma en concurso de acreedores, fue Unicaja la que se hizo con la propiedad.
Hasta que a finales de 2019, un nuevo cambio en el guion de la mano del Grupo Aristeas, especializado en la compra y desarrollo de activos logísticos e industriales, adquirió el edificio y la parcela en su totalidad. Transcurrido algo más de año y medio, la mercantil avanza en el proyecto con el que devolver a la vida las instalaciones originales, una vez rehabilitadas, y dar forma a nuevas construcciones.
"Hemos empezado a construir a principios de mes y la idea es entregar la totalidad del proyecto en mayo de 2022", relatan desde la compañía. De momento ésta es la fase en la que se encuentra instalada la actuación, pendiente de incrementar el proceso de comercialización mediante el que lograr nuevos inquilinos. Pese a ello, en estos meses admite que ha habido algunas empresas interesadas. El problema es que necesitaban los espacios de manera casi inmediata.
El complejo de Aristeas, que alquilará las instalaciones, incluye el actual edificio de oficinas, con unos 4.000 metros cuadrados, así como una zona industrial que está dividida en dos cuerpos. Uno de ellos, tiene algo más de 5.000 metros; el otro, 2.000, con lo que acaban sumando cerca de 8.000 metros de techo.
A estas piezas se sumará otro edificio. "Estará dividido para dos inquilinos, con una superficie por módulo de unos 3.000 metros cuadrados", detalla. Los mismos estarán, a su vez, segmentados en 2.300 metros de superficie destinados a producción e industria 4.0 (procesos menores, destinados a sector de manipulación de chips, satélites…), mientras que otros 700 metros serán para oficinas.
El de Aristeas es uno de los edificios actualmente en marcha o que están a punto de estarlo para dar respuesta a la demanda de empresas que quieran asentarse en la tecnópolis malagueña.
"Tenemos grandes inversiones de capital riesgo", destaca Felipe Romera, director del Málaga TechPark. En la relación de proyectos que hay encima de la mesa habla de tres inmuebles que cuentan con la licencia de obras "para empezar mañana". Uno ya está en proceso de ejecución, fijándose para finales de año su terminación. Otro de los previstos se quiere adjudicar este mismo mes, mientras se busca inversión para un tercero.
Atendiendo a la información recogida en la web del organismo se marcan a futuro el Edificio Lise, de 9.267 metros cuadrados, con casi 6.300 metros de oficiales y 94 plazas de aparcamiento; el complejo Ada, también de nueva ejecución, con 13.943 metros, 8.691 de ellos de oficinas, y el Rosalind, con 5.537 metros, de los cuales 3.779 son de oficinas. En este último caso, se da la circunstancia de que meses atrás el PTA tuvo que reactivar las obras después de que la contrata anterior abandonase la actuación.
Hay además programados otros cuatro edificios en la zona de ampliación, que ya cuentan con el proyecto básico, de ejecución y la dirección de obras. Estos servicios fueron contratados en mayo pasado al arquitecto Salvador Moreno Peralta. Cada uno va a una superficie de 3.799 metros cuadrados cada uno, con un total de 15.196 metros construidos. El listado no acaba aquí, ya que incluye dos nuevos edificios.
En la web del organismo, también se informa de la licitación de los proyectos de ejecución de otros dos edificios en el Parque Científico Empresarial (PCEM) PTA-UMA. Uno de ellos tendrá 4.453,32 metros; el otro, 4.231,03.
Romera, además, habla de que se está tramitando desde hace varios años un plan parcial para poder disponer de otros 150.000 metros cuadrados para oficinas. "Pero llevamos dos años y medio y aún no tenemos ni la aprobación inicial", lamenta.
Los datos actuales muestran el músculo que sigue teniendo la tecnópolis, que alberga a 621 empresas, a 20.345 trabajadores y tiene una facturación anual de 2.104 millones de euros.